Se cumple un momento histórico importante, sobre todo para las generaciones futuras de Nuestra Bolivia, para nuestros hijos y nietos, para los hermanos del oriente y occidente, la realidad de la metamorfosis evolutiva que significará el cambio.

El día 25 de enero quedará grabado como el inicio, el primer paso hacia nuevos horizontes, la revolución en marcha hacia otra realidad social, económica, cultural y política, vencedora de mil obstáculos y en nada similar a gestas anteriores.

Los habitantes de nuestro extenso territorio, diversos en culturas, lenguas y vivencias, convivirán en el conjunto de la unidad estructural de 36 nacionalidades en adelante dueñas de su destino histórico y con puertas abiertas al respeto colectivo.

¡Bolivia caracterizada como una democracia ejemplar, un Estado/Nación enriquecido de plurinacionalidades conviviendo en la diversidad de todos sus aspectos!

Ese el instrumento valedero, la llave mágica hacia una realidad a partir del momento histórico que vivimos apasionadamente.

Bolivia, desde ahora, referente obligado de  nuevos paradigmas. Será de utilidad segura para el camino de todas las naciones hermanas del Abya Yala primigenio.

País doblemente rico en experiencias ganador de una inédita nomativa asumida orgullosamente. Un sentir ético dará plenitud de plenitudes a la nueva realidad: Multitud de derechos humanos. Singulares órdenes de respeto a la naturaleza. Surgimiento de culturas ancestrales.. Y en sus abigarrados recursos humanos, el nacimiento del futuro ser transfigurado en bondad. Aparición de nuevos valores morales y principios bioéticos evaluados con nuevos indicadores de progreso. Nueva Bolivia, nuevas posibilidades de fraternidad americana.

Despertar simbólico de los Libertadores, del Padre Simón Bolívar, del Mariscal poeta Antonio José de Sucre, sorprendidos desde su eternidad a la complacencia de un mundo soñado por ellos desde antaño...la PATRIA GRANDE, por fin inicia sus primeros alientos en el nuevo siglo.

Los hijos del territorio violentado, a partir de mañana, retornarán a la dignidad de sus sociedades primigenias, por fin serán ciudadanos como los demás, privilegiados. Será el tiempo de primavera en el corazón del nuevo continente.

Poco a poco, lentamente, los empeñosos irán ganando espacios; los detractores, contrarios a la transformación dialéctica, irán cediendo instancias. La voluntad triunfadora se irá sobreponiendo a la violencia extrema, la nueva realidad plasmada en  equidad, en derechos y deberes  entre iguales, en dignidad suprema.

Pronto se olvidará que alguna vez surgió el racismo entre los bolivianos de Pando, de Sucre y Cochabamba. Nuevas relaciones de generosa amistad cubrirán los lazos entre aymaras y quechuas, entre yuquis, guaranís y trinitarios, entre campesinos y habitantes de las múltiples ciudades. Los flecheros  de la selva comunicarán sus éxitos rotundos a los civilizados de las urbes.

Y el padre árbol, milenario y provecto, en la selva empinará su fronda altivamente,  en su ramaje cantarán las aves enloquecidas con sus alas extendidas; la garza ensayará su ritmo galante y un cántico de dulzuras se elevará ascendente desde los humedales, desde las raíces hasta las hojas recién foliadas de rocío. Naturaleza, Pachamama confundidas en el calor del Inti, el astro luminoso benefactor desde Tunupa, la hermosa deidad andina, el Cristo milagroso, nauta en el lago mayor navegando en canoa andina, las velas desplegadas al viento esperando el retorno que ahora sucede en el bendito suelo de la patria.

Detrás de Tunupa, resucitados, Katari y su esposa guerrillera, la generala Sisa, estará Amaru y Villka, recompuestos los miembros y el corazón ansioso de batallas. Retornarán en alma y cuerpo, por millones, haciendo realidad la profecía. Estará la viuda Capitana doña Juana, con sus indios esperando nuevas epopeyas. Estarán las valientes mujeres en la Coronilla aplaudiendo el triunfo.

A partir del 25 de enero, las flautas y pinquillos, los tambores, adornarán el baile de seres tomados de la mano en ruedos solidarios; trajes multicolores, sonidos rítmicos y simbólicos enigmas, convivirán embelleciendo la altiva cordillera, todo el territorio vibrará de emocionado triunfo. Seres y ambiente, emprenderán la marcha hacia la cumbre de nuevos desafíos, empeñosos de ecología interior, el Uk´u-Pacha, y el respeto profundo a la cosmovisión exterior, con las deidades que los protegen y animan. Nueva patria abierta a la esperanza, nuevo territorio sin fronteras. Nuevo espacio de amor genuino.

Eso será a partir del 25 de enero del año 2009, al despuntar el alba, después del medio día, en la tarde soleada y en la noche tibia iluminada por la luna llena.

Será la luz para nuestra patria colmada de dulzuras, el día de Bolivia, también en la familia la fiesta será de Alberto, mi amado padre soñando el socialismo, de la hermana Lily en la tibieza de su alma bendita,  de mi esposa, amor, ternura y rezo; de mis retoños, los seis multiplicados en espíritu y afecto, de mis nietos de dulces rostros sorprendidos en el milagro de la vida. La fiesta evidente de todos los bolivianos hermanados en el destino histórico. Dios restañando las viejas heridas de mi pueblo en su grave sufrimiento.

Nuevas estructuras aprobadas, nuevas normas para los ciudadanos sin distingo de culturas, para algunos cultos que degustan la nobleza de las letras, para los sencillos que cursan su vida sencillamente, para los humildes que ansiosos esperan una nueva patria. Para todos sin excepción junto al triunfo va adherida mi alegría.

Con la seguridad de un SI categórico afirmado por el soberano en el sufragio, extiendo mi abrazo personal con gestos de congratulación por la victoria. No puedo dejar de gritar a pulmón abierto: ¡Viva la felicidad, como la vida!  ¡Jallalla el triunfo, como el amor! Comencemos el camino....

- Gastón Cornejo Bascopé, Ciudadano de la nueva Bolivia.