Evo aspira a 10.000 megavatios

29/01/2009
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Los periodistas extranjeros de todo el mundo llegados a Bolivia para reportar a sus países sobre el desenvolvimiento del referéndum reciente podrán ahora informar además de la victoria pacífica y sin incidentes mayores de la opción afirmativa por más de 62% a favor de la nueva Constitución ( NCPE ), de otro anuncio de Evo Morales concomitante a esta cuyo cumplimiento será complementario y del mismo valor histórico, económico y social.
 
Se trata del plan estatal del Gobierno popular de Evo Morales de convertir a Bolivia en una nueva potencia energética en la región, comenzando por instalar 10.000 MW de potencia eléctrica en toda la geografía nacional y a corto plazo, no mayor a diez años. La demanda potencial y creciente existe desde ya en los países vecinos de UNASUR que se desarrollan vigorosamente pese a la crisis de EE.UU. y Europa, y concretamente Brasil, Argentina, Uruguay, Perú y Chile. Y la misma Bolivia que crece 7% anualmente.
 
No se trata de un plan descabellado de Evo Morales ante la realidad actual donde Bolivia solamente posee instalados algo más de 1.000 MW, cantidad pequeña pero que por otra parte abastece sin mayores problemas necesidades actuales del país, sino de un plan realista y estratégico que afirmará la vocación energética de este país andino-amazónico-platense tradicionalmente exportador de materias primas casi sin mayor valor agregado alguno, excepto con metales procesados, muebles, joyas, baterías y textiles.
 
La electricidad es un commodity o sea mercancia de valor transable internacionalmente, que no es afectado como el caso del gas natural por el precio internacional del petróleo en forma directa y abrumadora.. Es decir que la electricidad o energía eléctrica exportable posee precio internacional que tanto el productor como el consumidor deben aceptar y cumplir en el acto de compra- venta y de acuerdo a contratos contractuales..
 
En el caso del Paraguay existe una evidente injusticia histórica de precios pero motivada por los malos acuerdos iniciales negociados a espaldas de los pueblos involucrados y que afecta aún hoy a la economía paraguaya que no puede beneficiarse de la exportación de electricidad a Brasil y Argentina especialmente, para mejorar el resto de su economía en potencial crecimiento, precisamente por los bajos precios de electricidad acordados contractualmente y negociados ingenuamente desde el principio.
 
Pero con el nacimiento de UNASUR en el años 2008 y con sus estatutos claramente identificados en la seguridad energética continental, nada debiera quedar ni quedará al respecto en cuatro paredes y la oferta energética de cualquier país UNASUR a otro país UNASUR deberá reflejar el nuevo espíritu integracionista, solidario y complementario que debe reinar para siempre. So pena de no responder fehacientemente a las expectativas energéticas de pueblos y agentes económicos.
 
Bolivia, por tanto, puede y debe planear su futuro promisorio como exportador nato de energía a los países de la región, pero preferentemente de energía eléctrica ya que esta posee valor agregado de al menos uno a dos frente al gas natural si de generación termoeléctrica se tratara. Bolivia cuenta con la ventaja comparativa que ya posee técnicos, ingenieros y científicos con alta experiencia en generacíón, transporte y distribución de energía eléctrica, agrupados en la empresa estratégica ENDE (Empresa Nacional de Electricidad) y además en cooperativas de energía eléctrica como la CRE en Santa Cruz, CER en Riberalta, COBEE en La Paz, y otras muchas alrededor de municipios, minas y fábricas.
 
La demanda existe en los países de la región. Solamente Brasil crece a razón de 5% anualmente y esto significa demanda de potencia anual en alrededor 8 millones de KW ( 8.000 MW ). Una cantidad anual algo menor que la proyectada por Evo Morales posiblemente para los próximos diez años. En realidad si Bolivia deseara atender y satisfacer toda la demanda anual adicional de Brasil, sin considerar la de otros países vecinos de la región, Evo Morales debería instalar 8.000 MW cada año y no sólo 10.000 MW en cinco o diez años como ha expresado que realizará a los periodistas extranjeros.
 
La nueva Constitución entrega instrumentos científicos, tecnológicos, industriales, gerencales y organizacionales para llegar al objetivo de convertir a Bolivia en una gran potencia energética continental, por el hecho sencillo de que es un país con gran energía potencial desde sus alturas andinas hacia los llanos amazónicos, platenses y chaqueños..
 
Se calcula que la energía potencial de Bolivia, es decir aquella que genera energía hidroeléctrica producida sólo por diferencia de alturas que es un proceso natural y regalo de la naturaleza como en Itaipú y Yaciretá, por ejemplo, en 200.000 MW de fácil explotación, o sea con hidroeléctricas accesibles y de mediano costo. Y de otros 300.000 MW con la construcción de hidroeléctricas más caras y de mayor tamaño.
 
Adicionalmente se considera lógicamente de que al término del contrato de exportación de gas natural a Brasil en 2.018, se tenga instaladas las respectivas termoeléctricas en la frontera boliviano-brasileña, con el objetivo de ofertar electricidad en lugar de gas natural. Materia prima no renovable que como ya se vio no posee valor agregado alguno. Se trata en definitiva de decirle a Brasil desde ahora que Bolivia a partir de 2.018 le venderá casi exclusivamente sólo energía eléctrica y ya no más gas natural barato.
 
Este negocio de valor agregado actualmente lo realizan las mismas empresas privadas y/o estatales brasileñas para atender la gigante demanda de energía eléctrica de San Pablo y alrededores. Para Bolivia este nuevo negocio legítimo reportará el doble de ingresos con la misma cantidad de gas natural empleada.
 
O sea que con 30 millones de metros cúbicos de gas por día exportados, actualmente Bolivia recibe de Brasil una factura de casi dos mil millones de dólares año. Pero esta misma cantidad de gas natural convertida a energía eléctrica le significará a Bolivia un ingreso doble de casi cuatro mil millones de dólares año. Cantidad que Bolivia necesita para potenciarse industrialmente y de inmediato las regiones de la gran chiquitanía, pantanal, chaco, ixiamas y amazonía principalmente.
 
No olvidarse que en la provincia pantanera Germán Busch Bolivia está instalando una verdadera ciudad del acero para producir en corto tiempo aceros de construcción y especiales por alrededor de 10 millones toneladas año, emprendimiento que igualmente necesita grandes cantidades de energía eléctrica, gas natural para reducir el mineral de hierro a hierro esponja y mano de obra calificada que podría proceder de la oferta interna pero también de Argentina y otros países hermanos de la región.
 
Si se sigue sumando se podría llegar a instalar cada año al menos 1.000 MW de potencia en el país, teniendo en cuenta la energía renovable geotermal de Laguna Colorada con un proyecto actual en curso entre ENDE y Japón, por 500 MW hasta el año 2.012. Este proyecto en ejecución recorre la frontera con Chile y Perú. La energía renovable tanto de origen geotermal, como solar y eólica es otra fuente para ser considerada en los planes ambiciosos energéticamente hablando del Gobierno popular de Evo Morales.
 
El Mecanismo de Desarrollo Limpio ( MDL ) permitirá a Bolivia recibir bonos de energía por tratarse de energías renovables ( hidroeléctricas principalmente ) y de termoeléctricas a base de gas natural, ya que ambas emiten 80% menos C02 ( dióxido de carbono ) a la atmósfera. Y esta es otra vía que debería tenerse en cuenta por el Gobierno popular para financiar industrias energéticas medianas y otras de gran consumo energético en el país..
 
Finalmente, el ahorro energético debe convertirse en cultura tecnointeligente del pueblo boliviano. Y se deberá ahorrar por cada unidad de producción, además de propiamente consumir mayor cantidad de energía eléctrica, especialmente en industrias, transporte y agricultura.  Pero antes del ahorro se deberá planificar la producción y generación de energía eléctrica propiamente y el financiamiento respectivo.
 
Felizmente estos grandes emprendimientos se han vuelto parte normal de la estrategia futura de aquellos instrumentos financieros creados por UNASUR o bajo su filosofía solidaria, como son los Bancos Sur y Alba. Y otros anteriores como la CAF ( Corporación Andina de Fomento ). Además de que son tomados en cuenta por las empresas estratégicas del continente como PDVSA, YPFB, ENDE, ENAR, PETROBRAS y otras igualmente importantes en UNASUR.

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