TLC: Exclusión e injusticia son los vientos anexionistas que nos vienen del norte

28/01/2003
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27 de enero de 2003 Dr. Abel Pacheco de la Espriella
Presidente de la República S.D. Estimado don Abel: Reciba un cordial y atento saludo de nuestra parte. Con motivo del inicio de las negociaciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Centroamérica, hay quienes han tratado de acallar las críticas de los movimientos sociales, afirmando que no existen razones para protestar porque todavía no hay ningún texto base. Sin embargo nosotros creemos que la poca información que se conoce, a través de declaraciones o documentos de funcionarios del gobierno de los Estados Unidos y de analistas de publicaciones económicas, es suficiente para justificar la preocupación de los sectores sociales, para mantenerse alerta y para pedir mayor transparencia en este peligroso y acelerado proceso en que nos han embarcado. En primer lugar sabemos que los negociadores estadounidenses no tienen libertad total para negociar, por el contrario tienen la "cancha marcada" a través de La Ley Comercial del 2002 (HR 3009) y su título XXII, Autoridad de Promoción Comercial (TPA por sus siglas en inglés). Alvaro Sarmiento, columnista del periódico financiero Moneda de Guatemala, describe dicho marco legal e indica que son mandatos a los negociadores norteamericanos lograr objetivos como los que se indican a continuación: -Comercio de servicios: "Reducir o eliminar las barreras y obstáculos al comercio internacional de servicios, así como otros aspectos regulatorios que impiden dar trato nacional y acceso a mercados o que restringen el establecimiento de presencia". -Inversión extranjera: "Reducir las barreras artificiales o distorsiones a la inversión extranjera, a través de la eliminación de cualquier excepción al principio de Trato Nacional". -Comercio de productos agrícolas: "Obtener oportunidades competitivas para la exportación de productos agrícolas estadounidenses. Reducir o eliminar cualquier obstáculo arancelario o no arancelario (cuotas) que disminuyan las oportunidades de mercado para las exportaciones de los EUA. Reducir o eliminar los subsidios que disminuyen las oportunidades de mercado a las exportaciones agrícolas norteamericanas o que injustamente distorsionan los mercados agrícolas en detrimento de los EUA." (Ver: "¿Qué quiere los Estados Unidos de Centroamérica en el CAFTA?", en Moneda, No. 66, 19-08-02, en http://monedagt.terra.com). En la misma dirección es muy reveladora la carta que Robert B. Zoellick, representante de Comercio de Estados Unidos, envió el 22 de agosto del 2002 a los líderes del Congreso. Ahí se describen los objetivos "que nos proponemos alcanzar en las negociaciones con América Central", algunos de los cuales son: "Mejorar el acceso a los mercados -centroamericanos- de los productos agrícolas e industriales de Estados Unidos, mediante la eliminación de tarifas arancelarias al comercio entre América Central y Estados Unidos, sobre la base más amplia posible, con sujeción a períodos razonables de ajuste para los productos sensibles a la importación". "Eliminar las barreras no arancelarias a las exportaciones de Estados Unidos, incluidas las que afectan a las nuevas tecnologías, las medidas sanitarias y fitosanitarias, injustificadas y las barreras técnicas injustificadas al comercio". "Mejorar el acceso al mercado de la exportación de servicios de Estados Unidos y lograr más transparencia y previsibilidad en la regulación de los servicios centroamericanos. "Establecer una firme disciplina respecto al trato de las inversiones de Estados Unidos que se aplique de manera uniforme en todos los países centroamericanos". "Lograr una mayor transparencia en las compras gubernamentales centroamericanas". "Mantener nuestra capacidad plena de imponer el estricto cumplimiento de los recursos legales comerciales de Estados Unidos". La misiva comienza diciendo que "Es esencial que negociemos estos y otros acuerdos de libre comercio para restablecer el liderazgo comercial de Estados Unidos" y termina asegurando que "Seguiremos trabajando con el Congreso para concertar acuerdos de libre comercio con América Central que logren resultados positivos para los agricultores, trabajadores, empresarios y familias de Estados Unidos" (Ver: "E.U. adelantará negociaciones acuerdo comercio con Centroamérica", en el Servicio Noticioso desde Washington del Departamento de Estado de Estados Unidos, en http://usinfo.state.gov/espanol/eco/02082701.htm). Como puede observar don Abel, se trata de negociaciones de "tigre suelto contra burro amarrado", porque las autoridades norteamericanas están obligadas a conseguir esos objetivos. Por eso en Costa Rica los medios de prensa han difundido declaraciones de personeros del gobierno y empresarios estadounidenses, que insisten en que todos los temas deben discutirse en las negociaciones. Veamos: -J.B. Penn, subsecretario de Agricultura de Estados Unidos, según el periodista Marvin Barquero "dijo, sin ambages, que la parte agrícola será difícil en la negociación de un Tratado de Libre Comercio de su país con Centroamérica. Reiteró que cinco o seis sectores serán difíciles, para un país o para otro, en la negociación que se sostendrá con Centroamérica. A las sensibilidades particulares en temas como telecomunicaciones, servicios, manufactura o propiedad intelectual se agregarán las del tema agrícola en cada nación. " (Ver La Nación, 05-10-02, en http://www.nacion.com). -Grant Aldonas, subsecretario de Comercio de Estados Unidos, durante su visita a Costa Rica"afirmó que en la próxima negociación de un tratado de libre comercio (TLC entre Centroamérica y Estados Unidos, ningún tema quedará fuera de la agenda; todo es negociable. 'El Gobierno impulsó la autoridad de promoción comercial en el Congreso (antes conocida como vía rápida) con la idea de que nada es inconcebible. Por eso todo está abierto a la discusión: los productos agrícolas y el sector servicios, por ejemplo', recalcó" (Ver La Nación, 16-10-02). -Calman Cohen, presidente de la Emergency Committee for American Trade (ECAT), "considera que hay muchas oportunidades para Estados Unidos en Centroamérica en el sector servicios, especialmente en aviación, turismo, telecomunicaciones, seguros y banca. Según Cohen, para lograr el apoyo político en Estados Unidos, el acuerdo debe demostrar que se garantiza un mayor acceso a los mercados. 'El tratado debe ser amplio, que se incluya a todos los sectores. Por eso es absolutamente crítico que todos los servicios estén en la mesa de negociación', comentó" (Ver "Arranca intenso cabildeo por el CAFTA", en El Financiero, No. 394, 13-01-03, en http://www.financiero.co.cr). -Regina Vargo, encargada de la negociación del TLC por parte de Estados Unidos: "-¿Buscará Estados Unidos posibilidades de hacer negocios en telecomunicaciones y seguros en Costa Rica? -Son dos áreas en las que Estados Unidos ciertamente tiene mucho interés en la negociación, pero estamos en una etapa del proceso muy temprana para enfocar cómo serán tratados estos temas. -¿Entonces cree que será uno de los temas más complejos? -Estamos conscientes de las sensibilidades de esstos temas en Costa Rica. Vamos a hablar con los gobiernos sobre estas áreas y cómo tratar estos temas de manera creativa" (Ver "Reglas claras" en El Financiero, No. 394, 13-01-03). -Barbara Bowie-Whitman, coordinadora del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), en el Departamento de Estado: "Estados Unidos reconoce que hay sensibilidades y, por lo tanto, dará plazos largos para eliminar aranceles en esos casos, pero ningún sector está fuera de la mesa de negociación del TLC. La administración estadounidense, repitió Bowie-Whitman, parte de supuesto que no habrá exclusiones" (Ver La Nación, 16-01-03). Finalmente, son muy ilustrativas las palabras de Manuel Orozco, director del proyecto centroamericano del Diálogo Interamericano en Washington, quien claramente dice cuáles son las probables consecuencias del TLC: ". para Costa Rica el punto de negociación de acuerdos no es solamente la cuestión agrícola, pero también la negociación de acuerdos en el área de servicios y propiedad intelectual. El sector salud, seguros, telecomunicaciones y refinamiento de petróleo son servicios aun controlados por el estado, y la inversión extranjera norteamericana está presionando por un acceso a este mercado que representaría más de diez mil millones de dólares en concesiones y compras". (Ver: "Centroamérica y el TLC: ¿qué hay de nuevo?", en Confidencial, No. 314, 03-11-02, en http://www.confidencial.com.ni). En resumen don Abel, "el tiburón se quiere comer a la sardina". No nos engañemos, lo que quieren los círculos del poder en los Estados Unidos es profundizar el modelo neoliberal, promoviendo la apertura, la desregulación y la privatización, en beneficio de las transnacionales, y en perjuicio de nuestras Instituciones y de nuestros productores. Exclusión e injusticia son los vientos anexionistas que nos vienen del Norte, aunque todavía no se conozcan los textos secretos del TLC. Qué lejos del pensamiento de don Ricardo Jiménez que al final de sus días clamaba por una "revolución hacia la justicia" en el mundo. Cordialmente, Por Foro de Acción Política
"Otra Costa Rica es posible, otro mundo es posible" José Merino del Río
Coordinador

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