Un nuevo momento histórico

26/11/2008
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 438: América Latina en Movimiento No 438-439 06/02/2014

Esperanza en medio de la crisis

El modelo neoliberal de desarrollo económico para la ampliación del capital global ha fracasado.  El colapso ha dado lugar a profundas grietas en el sistema capitalista.  La administración republicana de George W. Bush ha sido un fiasco y lo que comenzó como una de las crisis periódicas del capitalismo se ha convertido en una catástrofe que amenaza el propio sistema económico.  Hoy, el déficit del presupuesto de EE.UU. ha crecido en un cuarto de billón en un solo mes y alcanzará la cifra anual de $ 1 billón.  El desempleo mundial está en alza vertiginosa, con una tasa de 500.000 puestos de trabajo perdidos cada semana.

Una crisis inicialmente financiera mostró que se trataba más bien de la propia estructura económica, y que ahora se ha revelado como una crisis moral y ética generalizada, lo cual se expresa en la falta de confianza del pueblo en su propio gobierno.  El rostro del capitalismo está siendo desenmascarado, mostrando la avaricia, la especulación, el robo, el fraude, la corrupción y las componendas entre bambalinas.  La administración Bush se ha apresurado a resolver las necesidades de los ricos y poderosos, que han saqueado el dinero del pueblo trabajador y ahora están siendo rescatados por las dádivas del gobierno.  Además del paquete de 700 mil millones de dólares para el salvataje de las instituciones financieras más grandes de EE.UU., la administración Bush también concedió un monto adicional de $ 146 mil millones en desgravaciones fiscales a esos mismos bancos -una decisión que nunca fue debatida en el Congreso-.  En respuesta al sentimiento público que crecientemente equipara el sistema de libre empresa con "la codicia, la explotación y el fracaso", Bush salió a defender impávidamente el sistema, afirmando que el capitalismo es "... el remedio para el caos financiero del planeta, no la causa".

En medio de las múltiples y cada vez más profundas crisis de la economía mundial, del medio ambiente y de la política, un rayo de esperanza surgió en el país menos pensable.  Un movimiento cívico irrumpió desde la base y creó nuevas posibilidades políticas que llevaron a Barack Obama, un ex organizador comunitario de ascendencia africana, a una histórica victoria electoral como Presidente de los Estados Unidos de América.

Un "levantamiento del electorado"

Las elecciones estadounidenses representan una movilización masiva sin precedentes o un "levantamiento del electorado", que recoge la esperanza, el deseo y la demanda de cambio.  Se registró un incremento histórico en el número de votantes, la participación electoral y los resultados.  Grupos que fueron clave para la victoria de Obama incluyen la juventud y quienes votaron por primera vez.  La participación electoral superó el 60% por primera ocasión en 40 años, a pesar del hecho de que muchos republicanos se quedaron en casa.  En estas elecciones, el voto de menores de 30 años superó en más de 3,4 millones de votos a los registrados en 2004.  Entre las personas de color también se rompieron los récords, esfumando la noción de que es gente apática e indiferente.  El apoyo afroamericano fue asombroso, con un 95% de votos a favor de Obama.  También dos tercios del electorado latino lo apoyaron.  Estos dos grupos fueron un factor clave para cambiar el mapa político de EE.UU.: Florida, Nevada, Colorado, Virginia e Indiana se salieron del control del Partido Republicano.  Las elecciones 2008 demostraron que las personas pobres y de la clase trabajadora pueden hacer la diferencia cuando ven que la esperanza de cambio y de progreso se conjuga con el verdadero sentido de justicia e igualdad.

Obama trajo una visión de futuro que alentó la esperanza de millones de personas desilusionadas y marginadas de la política americana.  La campaña dinamizó a movimientos de base, cívicos y sociales, y mudó el escenario político, se dirigió a cada uno de los 50 estados, llegando a sectores y regiones que el Partido Demócrata había abandonado años atrás -principalmente a las personas de color y las comunidades rurales-.  La marea electoral permitió que los demócratas alcancen la mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado, pero también repercutió en las elecciones locales.  Este hecho creará oportunidades políticas para los movimientos progresistas en múltiples niveles durante los próximos años.

La campaña de Obama superó un gran obstáculo al acceder al más poderoso cargo público.  El costo de las elecciones nacionales en EE.UU. hoy alcanza niveles sin precedentes, hecho que tradicionalmente ha dejado a las campañas presidenciales al alcance sólo de los ricos.  La campaña de Obama, sin embargo, recaudó una cifra récord de $ 640 millones, la mitad de la cual provenía de pequeñas donaciones de menos de $ 50.  La campaña puso el énfasis central en la organización a nivel comunitario, a la vez que descartó las estrategias mediáticas verticales de las campañas del partido Demócrata en las dos últimas décadas.  Obama adoptó incluso el lema de los trabajadores agrícolas (United Farm Workers) como su consigna: "Yes we can! - ¡Sí Se Puede!".

La noticia de la victoria de Obama provocó celebraciones en todo el mundo.  En las calles de Kenya -país de origen del padre de Obama-, la gente estuvo festejando toda la noche.  El día después de la elección, el Parlamento iraquí expresó su confianza de que las negociaciones estancadas con EE.UU. en torno al Acuerdo de Seguridad probablemente serían ratificadas, luego de que fue electo Obama.  "Este es un paso positivo, el tener una misma teoría sobre el calendario que el señor Obama", dijo Hamadi al-Ameri del Consejo Supremo Islámico de Irak.  El gobierno venezolano declaró: "Estamos convencidos de que ha llegado el momento de establecer nuevas relaciones entre nuestros países y en nuestra región, sobre la base de los principios de respeto a la soberanía, la igualdad y la verdadera cooperación".

Lo que vendrá:

La raza en la era Obama


Si bien algunos vaticinan el inicio de la era del post-racismo, como resultado de la elección de Obama, la lucha real para enfrentar el racismo empieza ahora.  El racismo está todavía profundamente enraizado en EE.UU. y el país está dividido ideológicamente.  Comentarios abiertamente racistas marcaron la campaña de McCain -cuyo eje transversal era el miedo- sobre Obama como musulmán, socialista y, en última instancia, como hombre negro.  Muchos votantes blancos demócratas dijeron que no podían votar por una persona negra para Presidente.

La diferencia estratégica podría ser que el racismo en la era Obama no tendrá el respaldo del Estado.  En el pasado, el racismo y las fuerzas racistas han gozado de la protección de las autoridades gubernamentales.  La victoria de Obama es resultado de la demanda popular de hacer frente a la injusticia, la desigualdad y el racismo en este país.  El hecho de que él sea el Presidente podría dar legitimidad a las quejas de discriminación racial y racismo en EE.UU.

Muchas organizaciones de los movimientos sociales vienen trabajando desde 2003 para forjar una unidad estratégica "Black and Brown" (afro y latina), por ejemplo en la lucha contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), organizada en torno a la Marcha de la "Causa Raíz" y la formación de organizaciones y movimientos por la justicia global, desde la base y la gente de color.  El trabajo se hizo más intenso después de huracán Katrina en 2005.  El Foro Social del Sudeste, celebrada en Raleigh-Durham, Carolina del Norte en junio de 2006, el Foro Social Fronterizo organizado en Ciudad Juárez, Chihuahua, México y el primer Foro Social de EE.UU., celebrado en Atlanta, Georgia en junio-julio de 2007, constituyeron un proceso de dos años que se centró deliberadamente en construir la unidad Black and Brown.  Otros esfuerzos anteriores incluyeron los encuentros de Highlander Center y de Carolina del Norte, donde se estableció y desarrolló la base de las alianzas estratégicas entre afros y latinos.  Estos movimientos también contribuyeron al triunfo de Obama.

Aterrizando en la realidad

El Presidente electo Obama hereda una gama de desafíos políticos en una escala que ningún Presidente ha tenido que enfrentar desde el decenio de 1920.  Su primera tarea será dar paso a una nueva era de políticas mundiales en lo económico y lo político, frente a la economía que se hunde en el desastre.  Es probable que ello signifique que se le encargará la tarea de salvar al sistema capitalista del colapso.  La recesión mundial se profundiza.  Millones de personas más en todo el mundo han caído en la pobreza.  Más de 20 millones de puestos de trabajo se han perdido este año en todo el mundo -1,2 millones solo en EE.UU.-.  Se anticipa que habrá más de 2,2 millones de ejecuciones hipotecarias a domicilios, hasta el final del próximo año.  Las industrias estadounidenses hacen fila detrás de los bancos esperando ser rescatadas: la próxima en línea es la industria del automóvil.  El sistema de salud de EE.UU. está desquiciado, y la demanda pública exige un sistema de salud nacional que funcione y sea accesible.

Tomará varios años remendar las relaciones internacionales, desde que la doctrina de "shock y pavor" y "dispara primero, habla después" de la administración Bush / Cheney aisló a EE.UU.  Obama tendrá que enfrentar la contradicción de un enorme presupuesto militar en medio de necesidades sociales generalizadas.  Casi la mitad del gasto militar del mundo le corresponde a  EE.UU. El presupuesto anual actual es de $ 750 mil millones, más que el reciente paquete de salvataje financiero.  Las fuerzas armadas están estancadas en costosas guerras en Medio Oriente, además están ampliando la infraestructura de sus bases en América Latina y el Pacífico.  Bush también reactivó la 4 ª flota para servir como perro guardián en América Latina.

El tema de la política de inmigración fue evitado tanto por McCain como Obama, pero será una de los asuntos definitorios de la próxima administración.  Los inmigrantes tienen la expectativa de un cese de las feroces redadas que han encarcelado y deportado a miles de personas en los últimos dos años.  También tratarán de detener la construcción del "Muro de la Muerte" en la frontera EE.UU.-Mexico y demandarán que se ponga freno a los vigilantes racistas.  Muchos también esperan encontrar un sendero hacia la ciudadanía.

También está la crisis climática, que la administración Bush / Cheney ha ignorado por completo.  El liderazgo mundial de Obama sobre esta cuestión se pondrá a prueba en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático a celebrarse en Copenhague el año próximo.

La administración Obama enfrenta un desafío enorme para sobrevivir un primer mandato de cuatro años frente a circunstancias aparentemente insuperables.  Hasta la fecha, algunos signos del rumbo de su administración no son alentadores.  Sus primeros nombramientos marcan un tono preocupante.  Está trayendo de regreso a sobrevivientes de la administración de Bill Clinton, tales como el congresista de Illinois, Rahm Emmanuel, a quien de inmediato nombró Jefe de Gabinete.  Los asesores económicos de Obama incluyen a uno de los hombres más ricos del mundo, Warren Buffett; al ex Presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, quien desencadenó una profunda recesión mundial a inicios de los '80; y a Lawrence Summers, otro vestigio de la era Clinton, que como Economista Jefe del Banco Mundial en 1991, escribió en un memorando interno: "Creo que la lógica económica de depositar los residuos tóxicos en el país donde los salarios estén más bajos, es impecable y debemos asumirla".  Obama nombró a Summers como Jefe del Consejo Económico Nacional.

Cómo Obama maneje las relaciones internacionales será fundamental, ya que tuvo un fuerte apoyo en gran parte del mundo y se espera una mayor cooperación mundial. Hasta al momento, no hay indicios de mayores cambios de rumbo con relación a los últimos 20 años.  El congresista Bill Richardson de Nuevo México es uno de los nombres que se mencionan para Secretario de Estado.  Richardson fue embajador de las Naciones Unidas bajo el gobierno Clinton.  El senador y ex candidato presidencial John Kerry es otro candidato, así como la senadora Hillary Rodham Clinton.  Obama ha dejado en claro que va a trasladar a las fuerzas armadas en el Oriente Medio de Irak a Afganistán, y ha mantenido la retórica de línea dura contra Irán.  En la campaña mantuvo prácticamente silencio sobre la cuestión de las relaciones con los gobiernos de tendencia izquierdista en América Latina.  Pero no perdió la ocasión de declarar que es favorable al libre comercio, si bien se comprometió a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).  Esta postura fue objeto de controversia luego, cuando funcionarios canadienses filtraron comentarios en el sentido que la posición de Obama sobre el TLCAN fue una estratagema para conseguir votos de la clase obrera.

La agenda de campaña de Obama contempló la creación de una "economía verde" y "empleos verdes", con el compromiso de invertir US$ 150 millones en las industrias de energía alternativa.  Parte de este monto, sin embargo, sería para apoyar el "carbón limpio", una tecnología no probada, que no revertirá la tendencia desastrosa de la destrucción del medio ambiente causada por la minería.  La energía nuclear también se promocionó como una opción de combustible limpio, que tendría enormes impactos ambientales en las tierras nativas en EE.UU., relacionados con la minería y la eliminación de residuos.

Gobernanza comunitaria

A pesar de las contradicciones que enfrentaremos bajo la administración Obama, hoy es un día de importancia histórica: muy diferente al día de ayer.  El cambio no es sólo de hora y de tiempo.  Tampoco es sólo un cambio de guardia en Washington DC.  Se trata de un cambio profundo para los pobres y las personas de la clase trabajadora.  Representa el potencial para un nuevo paradigma político.  La participación de la gente de base en la campaña para presidente no fue sólo para juntarse detrás de la bandera y echar porras.  El movimiento electoral de masas desbordó las estructuras normales y convencionales de los partidos Republicano y Demócrata.  Fue un movimiento de participación cualitativa, que refleja un espíritu de lo que podría llamarse "gobernanza comunitaria".  Es el espíritu de la gente que se involucró para gobernar, para tomar decisiones y participar en la toma de decisiones a los niveles local, estatal y nacional.

Hay dos períodos importantes, a partir de la elección de Obama.  Uno es el que va desde ahora hasta la inauguración de su mandato.  El otro son los primeros 100 días de la nueva administración.  Ambos periodos son críticos para las organizaciones y movimientos de base que tratan de incidir para cambiar y elaborar la agenda nacional.

Las acciones y los planes de los movimientos y organizaciones populares deberán ser muy diferentes de lo que era anteriormente, una vez que triunfó Obama.  En lugar de situarse en una posición defensiva en relación con las administraciones presidenciales de los últimos 30 años, lo que logremos alcanzar en los dos periodos señalados anteriormente podría definir la nueva agenda nacional en Washington DC.  Nuestros esfuerzos comenzarán a responder a asuntos críticos que están pendientes y de gran importancia para el movimiento por la justicia social y económica y por la igualdad, incluyendo temas como la atención de salud, la vivienda, la educación, los derechos de género, la inmigración, la guerra y el militarismo de EE.UU., el complejo industrial carcelario, la soberanía indígena y muchos más.

En el marco del concepto de "gobernanza comunitaria", nuestras comunidades comprometidas con el proceso político y las elecciones, deben definir el tipo de cambio que esperamos, queremos y necesitamos.  El lema de "sí se puede" pertenece al pueblo y no a la campaña de Obama ni al Partido Demócrata.  Tenemos que avanzar en la "agenda del cambio" por un largo tiempo, más allá de cuando el Partido Demócrata o incluso Obama renuncien a implementar cambios reales.  Tenemos que organizar ahora para definir el cambio real que queremos y esperamos de la nueva administración, para marcar el rumbo nacional y cambiar el paradigma actual.

Se trata de un nuevo momento histórico, no un nuevo capítulo en el periodo pasado. Podemos establecer una nueva dirección y escribir el nuevo capítulo en la historia de los Estados Unidos.

- Rubén Solís es Presidente del Centro por la Justicia en San Antonio, Texas.  
- Michael Leon Guerrero es Coordinador de Desarrollo Organizacional de Grassroots Global Justice Alliance;  reside en San Pedro, California.

Fuentes:

The Center for Information and Research on Civic Learning and Engagement, Tufts University, http://www.civicyouth.org/

Center for Responsible Lending, “Updated Projections of Subprime Foreclosures in the United States and Their Impact on Home Values and Communities”,
http://www.responsiblelending.org/issues/mortgage/research/updated-projections-of-subprime-foreclosures-in-the-united-states-and-their-impact-on-home-values-and-communities.html

Shah, Anup, World Military Spending, March 1, 2008, Global Issues,
http://www.globalissues.org/article/75/world-military-spending

Pew Research Publications, “Inside Obama's Sweeping Victory”, November 5, 2008,
http://pewresearch.org/pubs/1023/exit-poll-analysis-2008

Vallette, Jim, International Trade Information Service, citado en Counter-Punch,
http://www.counterpunch.org/summers.html

Express & News, San Antonio, TX Article Nov 12, 2008 “Financial Crisis”


https://www.alainet.org/es/active/30993

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