Se fue al monte la utopía…
- Opinión
El presidente del Consejo de Ministros del Perú, Yehude Simon Munaro, anunció el lunes 15 de junio la derogatoria de dos de los decretos legislativos del TLC con Estados Unidos, el 1064 y el 1090, luego de sostener una reunión con organizaciones de los pueblos indígenas amazónicos de la selva central. Una decisión política que de no haber demorado más de un año hubiera evitado decenas de muertos. Es como buscar una manguera cuando ya está ardiendo toda la pradera.
Porque el jueves 11 de junio
La respuesta fue la misma intolerancia, soberbia y terquedad que el presidente Alan García anunció abiertamente con sus artículos sobre el “Síndrome del perro del hortelano”, en los que identificó a las comunidades andinas y amazónicas con el atraso e incluso pretendió desconocer su existencia. El Congreso dilató una y otra vez el debate de la derogatoria, recomendada por su Comisión Multipartidaria encargada de revisar los decretos e instituciones como
El jueves 4 de junio el Congreso volvió a postergar el debate y pocas horas después se desató la masacre de Bagua. Muertos, heridos, detenidos y desaparecidos; testimonios de ocultamiento y desaparición de cadáveres, rastrillajes en las comunidades, estado de emergencia y toque de queda en
Escalada que motivó la respuesta inmediata de las organizaciones sociales, que se articularon en el Frente Nacional por
Las múltiples chispas prendidas en todas las regiones del país encendieron la pradera. Pero el gobierno no solo sufrió el incendio en casa. Desde todo el mundo, minuto a minuto,
La sola derogatoria de dos decretos legislativos no resuelve el problema de siglos. Se necesitan medidas más permanentes.
1- Derogatoria de todos los decretos legislativos emitidos para implementar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
2- Derogatoria de los once decretos legislativos de la criminalización de la protesta social, emitidos en julio del 2007.
3- Carácter de Ley Nacional a
4- Amnistía para los más de mil dirigentes procesados por defender sus derechos.
Nuevos actores
La lucha, entonces, no ha terminado. La convocatoria al Paro Nacional se ha ratificado y el mundo continúa alerta a los sucesos en el Perú. La pregunta es: ¿cómo pudo un movimiento regional convocar la solidaridad y el compromiso nacional e internacional de una magnitud pocas veces antes vista? La agenda de los pueblos indígenas, su plataforma y sus propuestas, más allá de la reivindicación puntual de la derogatoria de normas inconstitucionales, se posicionó en la diversidad de movimientos sociales del Perú y el mundo. Sindicatos, ONGs, partidos políticos de izquierda, depusieron afanes protagónicos para hacer un frente común por los derechos de los pueblos indígenas.
Lo que sucede es que el movimiento indígena no solo se ha visibilizado: está siendo, por primera vez, comprendido y su liderazgo aceptado. El mundo está entendiendo que no se trata de grupos incivilizados, violentos, pasadistas, manipulados –estigmatización racista y excluyente- sino de pueblos organizados que conservan su modo de vida, sus autoridades, su cultura, sus principios y prácticas ancestrales de equidad, reciprocidad, complementariedad. En suma, el Buen Vivir. Una opción que no pretende volver al pasado sino rescatar la armonía entre los hombres, los pueblos y la naturaleza, frente a la amenaza de la hecatombe climática y la crisis de la civilización occidental.
Lo que ocurre es que el mundo está comprendiendo que no estamos ante una crisis económica o financiera más. Todos los paradigmas del capitalismo: libre mercado, estado uninacional, etcétera, se están derrumbando. Incluso los sectores más reacios de la izquierda, que no admitían más paradigmas que los de la lucha de clases y la vanguardia del movimiento obrero, empiezan a aceptar que los nuevos tiempos exigen nuevos liderazgos políticos. Y ya hablan también de Buen Vivir y Estado Plurinacional.
No se trata de excluir o negar a los demás movimientos sociales. Los pueblos indígenas, secularmente excluidos, no pueden hacer algo así. Se trata de consolidar alianzas para construir un mundo realmente nuevo, para todos y todas. Para la paz y la hermandad.
- Norma Aguilar Alvarado, periodista peruana, es responsable de Prensa CAOI (Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas)
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