Como pocas veces ocurre en Colombia, una situación que amenazaba con convertirse en un desplazamiento masivo de campesinos terminó siendo un proceso de entrega y titulación de tierras. La historia la podrán contar cerca de 150 familias asentadas en el predio La Honduras, ubicado en el corregimiento La Danta, municipio de Sonsón.

Gracias una resolución que en próximos días emitirá la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), estas tierras, que fueran propiedad del extinto narcotraficante Pablo Escobar Gaviria y sobre las que pesaban una orden de extinción de dominio, serán cedidas a la Alcaldía Municipal de Sonsón, bajo el compromiso de entregarle títulos de propiedad a una comunidad que reside hace ya 11 años allí.

Con esta decisión termina una angustia de cuatro meses para los pobladores de La Honduras, quienes el pasado 24 de febrero fueron notificados con una orden de desalojo emitida por la propia DNE y que establecía un plazo máximo de 20 días para su cumplimiento, so pena de aplicar la ley en todo su rigor.

La notificación también explicaba los motivos por los cuales se emprendía esta acción: el predio pasaría a manos del Fondo Nacional de Reparación para las Víctimas del Conflicto Armado que manejará Acción Social.

La orden de desalojo puso a los labriegos a las puertas de un desplazamiento masivo, situación que curiosamente propició hace 11 años el poblamiento de este pedazo de tierra de 332 hectáreas, que administrativamente pertenece al Oriente antioqueño pero que geográficamente limita con la vasta región del Magdalena Medio.

Según los relatos recopilados en su momento por la Agencia de Prensa IPC, que advirtió sobre esta situación en el mes de marzo,  entre los años 1996 y 1998 un puñado de campesinos desplazados por la guerra entre guerrilla y paramilitares provenientes de municipios como Sonsón, San Francisco, San Luis, entre otros, se instalaron en estas tierras, que para la época se encontraban baldías, por recomendación de las mismas autoridades municipales de Puerto Triunfo.

“Nos dijeron que nos podíamos acomodar temporalmente aquí, que este terreno era de Pablo Escobar pero que llevaba varios años desocupado”, recordó Francisco Giraldo, uno de los primeros desplazados que se asentó en La Honduras. A medida que se fue recrudeciendo el conflicto armado se incrementó el número de desplazados que llegó hasta esta finca en busca de un refugio lo suficientemente digno para vivir.

Las condiciones de seguridad y el hecho de que nadie reclamaba propiedad sobre el predio motivaron a muchos a iniciar una nueva vida allí, incluso con la conciencia clara de que no poseían ningún título que los acreditara como dueños y que la tierra fue en su momento propiedad de un narcotraficante.

Por ello, la inminente salida del predio alteró la cotidianidad de la comunidad. El trabajo del campo fue reemplazado por intensas consultas con la administración municipal de Sonsón, con el Cabildo de la localidad, con la Defensoría del Pueblo, con la propia DNE y con las instituciones necesarias a fin de encontrar  soluciones a su situación.

Y cuando muchos ya temían lo peor, las consultas comenzaron a arrojar sus frutos. Gracias a las gestiones adelantadas por la Asociación de Familias Campesinas y Desplazadas del Sector Honduras (Afacadehon), organización que nació en el 2008 como fruto de procesos comunitarios, y al apoyo de grupos políticos de la región, se concertó en el mes de marzo una reunión entre el propio Carlos Albornoz, para la fecha director general de la DNE, y representantes de esta comunidad.

En las primeras reuniones se logró inicialmente suspender la orden de desalojo. Las consultas prosiguieron y el pasado 20 de mayo, la entidad decidió ceder el terreno a la localidad de Sonsón, con el compromiso de que allí se adelanten proyectos productivos.

“Falta que se emita la resolución por parte de la DNE, pero la decisión está tomada”, afirmó Fabio Ciro, integrante de Afacadehon. La noticia fue confirmada por el propio alcalde de Sonsón, Jesús Antonio Giraldo, quien dijo que debido a la renuncia de Carlos Albornoz como director general de la entidad, aún no recibido la resolución mediante la cual el predio le es otorgado oficialmente al municipio.

“Creemos que ese trámite debe salir en las próximas semanas, cuando el nuevo director de la DNE esté más apropiado del cargo”, señaló el Alcalde. Sin embargo, las buenas noticias para los campesinos no paran allí. “Apenas esté en firme la resolución, la Alcaldía iniciará el proceso de titulación para las familias que llevamos varios años en La Honduras, como parte de los compromisos adquiridos con la DNE”, agregó Ciro.

La felicidad no es para menos. “La comunidad está más tranquila y también muy agradecida con todas las instituciones que nos brindaron el acompañamiento y la asesoría necesaria para sacar esto adelante”, enfatizó el líder campesino.

No obstante, el trabajo para Afacadehon no termina aquí, pues la Finca no cuenta con redes de energía eléctrica ni servicio de agua potable o alcantarillado, salones comunales y escuela cerca de la localidad. De ahí que Ciro no dude en afirmar cuál será la próxima acción a emprender por los líderes de La Honduras.

“Ahora, los esfuerzos los vamos a encaminar a gestionar la instalación de los servicios públicos necesarios para tener una vida digna”, aseveró.

- Agencia de Prensa IPC, Medellín, Colombia

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