Los medios de comunicación tuvieron una activa participación en la promoción del golpe de Estado en Honduras, tanto en la orientación de la opinión pública como en la ejecución de la destitución de Manuel Zelaya y la toma del poder por los militares.

César Lazo, Secretario General de la Unión de Escritores y Artistas de Honduras, en su nota “Los hechos son los que dicen: Golpe de Estado en Honduras”, menciona varias acciones de los medios de comunicación para preparar el terreno y promover el golpe de Estado.

Una de ellas fue “una campaña de desinformación de las actividades administrativas del gobernante Manuel Zelaya Rosales”, “en particular los periódicos La Prensa y El Heraldo”, omitiendo toda publicación relevante de las actividades gubernamentales.

César Lazo aclara que esa acción “se produce porque a los dueños de los medios se les ha quitado la oportunidad de participar en los negocios a través del Estado, ya no podían hacer uso de los dineros de los empréstitos ni del erario nacional” y que “una nueva Constitución podría poner en precario estos negocios”.

Entre las técnicas utilizadas por los medios, ocultamiento de información, uso de titulares adecuados a sus fines, fotos y otros mecanismos, Lazo menciona que “Se estigmatizó al presidente Manuel Zelaya Rosales por adherir a nuestro país al ALBA. Desde el momento que se anuncia la intención hasta la firma del ALBA se despertó el fantasma de anticomunismo trasnochado, digo porque los dos Partidos Comunista de Honduras (pro soviética y pro china) se diluyeron con la caída de muro de Berlín. Esta campaña se fue volviendo más agresiva con el pasar de los meses y todavía no se hablaba de encuesta de opinión no vinculante ni de cuarta urna”.

También “Se cuestionó y se estigmatizo al presidente Zelaya porque firmó un convenio con Petrocaribe para resolver la crisis de los carburantes que afectaba al país, convenio que lejos de afectarnos nos abrió una oportunidad”. En esa campaña se acusa a Zelaya de ser un seguidor de Fidel Castro y Hugo Chávez y “volvieron aparecer los mercenarios del análisis político en las pantallas televisivas, radios y escritos en los periódicos. Por medio de uno de esos convenios, Venezuela proveía a Honduras de 121.000 barriles diarios dentro de plan de apoyo a la producción de alimentos y de infraestructura de Petrocaribe.

Al arreciar la campaña contra el Presidente, por la cuestión de la votación conocida como “la de la cuarta urna”, se produce un fenómeno inverso pues “esa campaña mediática logró que grandes sectores organizados y no organizados tomaran partido por la constituyente” analiza César Lazo quien agrega que “los golpistas hicieron sus encuestas y se desesperaron al mirar que el movimiento de la encuesta de opinión no vinculante por la cuarta urna iba tomando fuerza y que la única forma de detenerla era a través del golpe de estado” una interpretación valida si se toma en cuenta la multitudinaria resistencia a los detentores del poder en Honduras.

Sobe los medios al producirse el Golpe, Lazo comenta que dejaron a la gente sin información “porque nos quitaron el Internet, cerraron los canales que nos podían informar, militarizaron radio Progreso de la iglesia católica, quitaron de los cables la señal satelital de radio Habana, Telesur, Tvcaracol, Tvchilena, Guatavision y las cadenas nacionales pasaron música y sólo volvieron al aire cuando se estaba nombrando a Roberto Micheletti Baín como presidente usurpador”

En su descripción del movimiento de los medios, César Lazo sostiene que si bien los militares fueron los ejecutores del golpe, detrás de ellos estaban otros sectores, entre ellos una "empresa privada", “cuyo líderes son Jorge Canahuati (dueño de La Prensa, el diario de mayor circulación y diario El Heraldo) Rafael Ferrari (dueño de Televicentro, la más grande televisora, y de Emisoras Unidas, HRN, la más potente cadena radial del país), la familia Facusse encabezados por Carlos Roberto Flores Facusse ex presidente de la República y dueño del diario La Tribuna”

Entre los temas que los medios ocultaron o desinformaron se encuentra la intención del presidente Manuel Zelaya de legalizar las drogas como factor importante en la lucha contra el narcotráfico; desalojar la costumbre de la evasión fiscal; suprimir las subvenciones del Estado a los medios de comunicación; la entrada de Honduras al ALBA; el incremento de las relaciones con Cuba y Venezuela; el intento de acrecentar la participación popular en la construcción del país y otras proposiciones similares.

Fuente: Agencia de Noticias Prensa Ecuménica, Montevideo Uruguay, http://www.ecupres.com.ar