La trampa de la mediación
- Opinión
"Yo soy el hombre de las dificultades", decía Simón Bolívar. Era pues, el hombre de las crisis, de las grandes contradicciones sin las cuales no habría ni transformaciones sociales ni pueblos libres. Y eso es precisamente, lo que se anuncia a lo largo y lo ancho de Nuestra América, como llamaba Martí a los pueblos del sub continente.
Han transcurrido 50 años desde el triunfo de
Ahora el peligro se llama Hugo Chávez, que "amenaza con destruir las democracias e instaurar la dictadura". En los países menos democráticos del continente, como es el caso de Costa Rica, donde casi no existen medios de comunicación que permitan un debate social extendido y de fondo, es relativamente fácil ocultar la verdad y confundir a miles de personas de buena fe.
De esta situación surgen como corresponsables, los dirigentes de partidos progresistas que impiden o estorban la unidad de fuerzas. Con ello evitan que el movimiento patriótico hable con una voz más potente y penetrante.
El golpe de estado en Honduras ha incrementado la polarización en toda América Latina y particularmente en Centroamérica. Pero esa polarización, viene de atrás. De un lado, la irrefrenable codicia de unos pocos; del otro, los pueblos que aspiran a la democracia, la participación y el bienestar. Para desgracia de la derecha más extremista del continente, se han sucedido, uno tras otro, los triunfos electorales de movimientos progresistas, que han cambiado la faz del continente.
Centroamérica no ha sido la excepción. Aún con todas sus naturales diferencias, el pequeño enclave de nuestras repúblicas ístmicas, representa un lugar estratégico de la geopolítica mundial y la llave de comunicación entre el océano histórico del capitalismo que es el mar Atlántico y el océano fundamental del tercer milenio que será, sin duda, el mar Pacífico.
En este sentido, la transformación del Estado oligárquico de Honduras en una auténtica nación democrática y participativa, vendría a completar un cuadro absolutamente inaceptable para los potentados centroamericanos, indisolublemente aliados a las grandes corporaciones estadounidenses. Era pues, indispensable, acabar con el tímido pero justo esfuerzo del presidente Zelaya, por comenzar a construir un Estado que, por primera vez en la historia de Honduras, se preocupara por las necesidades fundamentales de su pueblo.
Fue así como comenzó a prepararse el golpe. Es sabido que los Estados Unidos poseen uno de los aparatos de inteligencia política y militar, más sofisticado del mundo. Es sabido que el ejército de Honduras, respira por las narices de sus asesores estadounidenses. Desde la década de los ochentas, jefeado por auténticos matarifes, el ejército hondureño fue la estructura de base utilizada por Reagan y Bush, para sostener las bases militares de "la contra", en territorio hondureño y en el norte de Nicaragua. Este mismo ejército colaboró con
Por su parte, Óscar Arias no tiene un cuerpo oficial de inteligencia regional, pero posee uno de que puede superarlo con creces. Es necesario señalar que Costa Rica ha sido hasta ahora, un centro privilegiado de las inversiones financieras y empresariales de los más poderosos capitales centroamericanos. Potentados bancarios, dueños de medios, propietarios de plantaciones, inversionistas inmobiliarios, industriales y mercantiles, han trasladado gigantescas sumas de recursos y las han convertido en promisorias inversiones en nuestro país. El vehículo fundamental de ese encadenamiento, ha sido el gobierno de los hermanos Arias. De modo que no existe ninguna angustia, preocupación o festejo de la nueva oligarquía centroamericana, que no sea compartida con el actual gobierno costarricense.
¿A quién entonces pretenden meterle el cuento de que la CIA y el gobierno de los Arias, no conocían, con pelos y señales, el propósito golpista que se fraguaba en Honduras?
Dichosamente, la respuesta continental y mundial ante el golpe, fue unánime. Esto cogió fuera de balance a los principales voceros de la derecha en América latina y en otros lugares del mundo. Sin embargo, reaccionaron con rapidez. Hacer aquí un recuento, sería muy extenso. Al inicio, CNN ni siquiera hablaba de "golpe". Lo mismo ocurrió en Costa Rica y en el momento en que escribo estas líneas, el titular del periódico
Se desprende con claridad que son dos las fuerzas continentales que sacan un provecho directo del golpe militar: la extrema derecha, civil y militar, de los Estados Unidos y la nueva oligarquía centroamericana. Aún así, para esta última, más importantes que rescatar a Honduras "de las garras del chavismo", es garantizar la continuidad del gobierno de los hermanos Arias y asegurar que Costa Rica será, como hasta ahora, el paraíso financiero y de inversiones que han construido a lo largo de los últimos años.
Esto explica por qué la señora Clinton, en un evidente acto de astucia y perfidia, saca la discusión sobre el golpe militar de lugar que lo condenó desde el inicio,
¿Está, en estos momentos, preparada o no
Comprendemos que la decisión fundamental sobre la justicia social y la democracia, está en manos del pueblo de Honduras. En momentos como éste se ponen a prueba la lucidez y la fortaleza de los dirigentes sociales y los conductores políticos. Nuestros deberes, como hermanos centroamericanos, son la solidaridad incondicional y la denuncia de las jugarretas y los propósitos ocultos de los que sólo sirven sus propios intereses.
- Dr Alvaro Montero Mejía es costarricense, abogado, doctor en Economía Política de
Del mismo autor
- Costa Rica: Por dónde empezar 11/02/2016
- Boicot a la CELAC y rumbo incierto 06/11/2014
- Independencia y solidaridad 05/11/2014
- El enemigo actúa ¿cederá el gobierno? 20/10/2014
- Un congreso nacional campesino 19/10/2014
- Apoyarse en el pueblo 09/09/2014
- Impaciencia? 14/08/2014
- Breve examen del proceso electoral 2014 23/03/2014
- La contrareforma en Costa Rica 22/03/2014
- Campañas, política y politiquería 20/12/2013