Para el profesor Luis Moniz Bandeira:

Lo nuevo es que Colombia está aislada

19/08/2009
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Colombia ampliará la presencia militar de los Estados Unidos en su territorio, aumentando la inestabilidad en la región, dijo el historiador brasileño Luis Moniz Bandeira, a la publicación Carta Maior,
 
- ¿Qué hay de nuevo con esta embestida en Colombia?
 
- Lo nuevo y preocupante es la inusitada ampliación. Esta base aérea, en Puerto Salgar, puede albergar más de 2 mil hombres, posee una serie de radares, más allá de casinos, restaurantes, supermercados, hospital y teatro. Y la pista del aeropuerto, la más ancha de Colombia, tiene 3.500 metros de longitud, 600 metros más grande que la de Manta, y permite la partida simultánea de hasta tres aviones. Así, tendrán un punto de apoyo, en el centro de Colombia, aún mejor que el de Manta, con la instalación de tres bases militares en las localidades de Malambo (costa del Caribe), Palanquero (cercana a Bogotá) y Apiay (Amazonia), en la región fronteriza con Brasil.
 
- Con la instalación de estas bases, ¿cobra fuerza el argumento de que Colombia puede convertirse en el “Israel” de América Latina?
 
No se puede comparar a Colombia con Israel. Las condiciones económicas, políticas y culturales son muy diferentes. Pero, de hecho, la ayuda militar concedida por los Estados Unidos a Colombia, desde 2004, debe alcanzar, este año 2009, la cifra de 3.3 mil millones de dólares. Además, desde el lanzamiento del Plan Colombia, en el año 2000, el Ejército colombiano recibió 4.35 mil millones de dólares y se convirtió en el mayor y mejor equipado, en términos relativos, de América del Sur. Con una población de 44 millones de habitantes, Colombia posee un contingente militar de cerca de 208.600 efectivos, mientras Brasil, con 8,5 millones de kilómetros cuadrados y más de 190 millones de habitantes, tiene un contingente de solamente 287.870 y Argentina, con 40 millones de habitantes y un territorio de 2,7 millones de kilómetros cuadrados, tiene un efectivo de apenas 71.655. Colombia, con un PBI de 320,4 mil millones (estimación de acuerdo con la paridad del poder adquisitivo, en dólares) destina el 3,8% a los gastos militares, mientras que Brasil, cuyo PBI es de 2 trillones, gasta apenas un 1,5%; Argentina, con un PBI de 523,7 mil millones, gasta apenas el 1,1%. En 2005, el Congreso estipuló para la región una ayuda económica de 9,2 millones de dólares y cerca de otros 859,6 millones para asistencia militar. Para combatir las guerrillas, los soldados y policías cometieron un creciente número de asesinatos, abusos a los derechos humanos y, durante el período de cinco años, que terminó en junio de 2006, el número de ejecuciones extrajudiciales aumentó en más del 50%, con relación al período anterior.
 
- ¿Cómo evalúa usted la posición de los presidentes latinoamericanos con relación a las bases? ¿Cómo ve el esfuerzo de Uribe en dialogar con algunos de estos jefes de Estado?
 
- Según lo que sé, con la excepción del presidente Alan García, se manifestaron en contra, sin embargo entienden que esta es una decisión soberana de Colombia. ¿Qué más pueden hacer? No pueden intervenir en Colombia. Pero el presidente Uribe está aislado y fue con el objetivo de evitar un aislamiento aún mayor que visitó algunos países de América del Sur, entre los cuales está Brasil.
 
- El presupuesto propuesto por el gobierno de los EE.UU. para los gastos en Colombia, de acuerdo con documentos oficiales, muestra una disminución del 13% con gastos destinados al combate al narcotráfico, mientras que los gastos militares no especificados presentan un aumento del 30%. En comparación con el presupuesto anterior, ¿qué muestran estos números?
 
- La justificación del acuerdo para la instalación de las bases militares en los países de América Latina y en el Caribe es el combate al narcotráfico. Pero existe un acuerdo explícito de que el uso de dichas bases “no está prohibido para otro tipo de organización del Departamento de Defensa”. Es evidente que los Estados Unidos usan estas – Forward Operating Location (FOL) – instaladas también en Comalapa (El Salvador) y en Aruba/Curaçao (Antillas Holandesas), para los más diversos tipos de operación. También tienen un objetivo estratégico. El estacionamiento permanente de tropas y equipamientos bélicos en Colombia y en Perú, así como también en Surinam y en la Guayana y, antes, en Ecuador y en Bolivia, dan a los EE.UU. una enorme ventaja estratégica para intervenir militarmente en cualquier país, en caso necesario, a fin de defender sus intereses económicos y ocupar las nacientes del río Amazonas. En realidad, la militarización de Colombia, con la presencia de más de 1000 militares y mercenarios americanos, empleados por las firmas tercerizadas del Pentágono en la región, y en otros países vecinos, constituye un desafío para la propia seguridad nacional de Brasil, en la medida en que amenaza la seguridad de la Amazonia.
 
- ¿Usted percibe cuál es la conexión entre las bases en Colombia y el golpe en Honduras?
 
- Aunque sean coincidentes y, de cierta forma se entrelacen, no hay una conexión directa entre el golpe en Honduras y la instalación de las bases en Colombia. La transferencia de las instalaciones militares en Manta para Colombia estaba prevista desde que el presidente Rafael Correa asumió el gobierno de Ecuador, en enero de 2007, pues él había anunciado que no renovaría el acuerdo con los Estados Unidos. Como ya dije, lo nuevo en el caso de las bases en Colombia es su ampliación., mucho más allá del supuesto objetivo del combate al narcotráfico. Eso fue, por cierto, planificado junto con la restauración de la IV Flota del Atlántico Sur, apuntando a ampliar la presencia de los Estados Unidos en la región y asegurar el control de sus recursos naturales, como por ejemplo, el agua y el petróleo. El objetivo es restringir la proyección del poder político y militar de Brasil, frustrando iniciativas como la Unasur y el Consejo Sudamericano de Defensa. Ellas no le convienen a los Estados Unidos. Con la instalación y la ampliación de bases militares, en el margen de la Amazonia, y la IV Flota navegando el Atlántico Sur, en las márgenes de las enormes reservas de petróleo descubiertas por la Petrobrás en aguas profundas, en las capas pre-sal, Brasil está cercado. América del Sur está cercada y militarmente marcada como espacio económico y geopolítico de los Estados Unidos.
 
- ¿Los Estados Unidos vienen apoyando al gobierno golpista hondureño? ¿Qué otra cosa puede explicar la sustentación del gobierno Micheletti?
 
- El golpe en Honduras demostró, claramente, que el presidente Barack Obama no controla el aparato gubernamental y no está en condiciones de promover siquiera los tímidos y cautelosos cambios que pretendía hacer en la política exterior de los Estados Unidos, según anunció. Las resistencias son enormes, inclusive dentro del Departamento de Estado. Y el presidente Barack Obama está paralizado.
 
- El gobierno Obama ha condenado reiteradamente la situación en Honduras. Por otro lado, existen indicios de participación de los EE.UU. en el golpe y en el mantenimiento del gobierno golpista. ¿Cuál es el grado de separación que existe entre los liderazgos electos para comandar el Ejecutivo en los EE.UU. y la máquina administrativa del país? ¿Hasta qué punto esta funciona “en solitario”?
 
- El embajador de los Estados Unidos en Honduras es un cubano-americano, Hugo Llorens, designado en 2008 por el presidente George W. Bush, de quien había sido asesor de seguridad nacional (2002-2003), y asumió el cargo poco antes de la elección de Barack Obama. Pertenece a la misma corriente de Roger Noriega, que fue secretario de Estado Asistente para los Asuntos del Hemisferio, en el gobierno de George W. Bush, y se manifestó abiertamente a favor del golpe en Honduras, de la misma forma que Otto J. Reich, otro cubano-americano, que ocupó el mismo cargo e instigó la tentativa del golpe militar-empresarial en Venezuela en abril de 2002. Consta que la actual secretaria de Estado, Hillary Clinton, tiene como asesor a John Negroponte, que fue embajador en Tegucigalpa, entre 1981 y 1985, cuando organizó la represión en Honduras, a las actividades de los “contra” en Nicaragua y fue responsable por sucesivas y graves violaciones a los derechos humanos. Existen noticias de que él, Negroponte, respaldó la articulación del embajador Hugo Llorens con la oposición política y el Ejército, en Honduras, para remover del gobierno al presidente Manuel Zelaya.
 
- En este sentido, ¿cuáles son los límites de esta aproximación de los EE.UU. con Cuba? ¿Y cuáles son los cambios que se dieron en la isla y que usted destacaría a partir de la emergencia de los nuevos gobiernos de Obama y Raúl Castro?
 
- El presidente Barack Obama comenzó a mejorar la posición de los Estados Unidos vis-à-vis de Cuba, pero, por el momento, no está en condiciones de avanzar aún más, debido a la resistencia con que se enfrenta, internamente, y al hecho de que el levantamiento del embargo depende de la aprobación del Congreso.
 
- En su opinión, ¿la crisis económica mundial va a impulsar los procesos de cambios en América Latina observados en los gobiernos de Bolivia, Venezuela, Paraguay, Ecuador, Nicaragua y El Salvador?
 
- Es difícil prever que ocurrirá. Y los procesos de cambio en los países de América del Sur y, en general, en toda América Latina, no pueden ir mucho más allá de las posibilidades materiales de dichos países, bajo pena de posibilitar, inevitablemente, un retroceso. Es necesario ser realista. Bolivia, Venezuela, Paraguay, Ecuador, Nicaragua y El Salvador, están dentro de una economía mundial de mercado, la economía capitalista, de la cual dependen. El sistema capitalista, el único modo de producción que tuvo la capacidad de expandirse por todo el mundo, es un todo y no una suma de economías nacionales. Es inviable, por consiguiente, la implantación del socialismo dentro de los marcos del Estado nacional, en países que ni poseen base industrial, que dependen del mercado mundial capitalista, como, además, dependen todos, inclusive los más desarrollados y las potencias económicas.
 
- En una entrevista en el sitio del Instituto Humanitas Unisinos (IHU Online), usted criticó a los “pequeños grupos doctrinarios” de la izquierda por no tener una propuesta, ya que estarían presos a “conceptos que ya no corresponden más a la realidad económica, social y política en los países industrializados” del siglo XXI. Por otro lado, ¿la burguesía no padecería de un mal similar, la falta de un proyecto de desarrollo alternativo al modelo económico neoliberal ahora en crisis? ¿Llega eso a configurar un impasse histórico? ¿Es posible decir hacia dónde apunta la coyuntura en los próximos años?
 
- No critiqué a los “pequeños grupos doctrinarios” por no tener una propuesta. Constaté que son pequeñas agrupaciones, que tienen una propuesta, además, pero propuestas sin una comprensión de la realidad del mundo actual. Se requiere de una teoría para unir los hechos económicos, sociales y políticos, comprenderlos y prever su desdoblamiento. Sin embargo, de la misma forma que los acontecimientos históricos no pueden ser juzgados, según valores y criterios del presente, tampoco se puede aplicar, totalmente, teorías y conceptos elaborados en épocas antiguas para analizar y estudiar lo que ocurre en la actualidad. Las relaciones económicas y sociales del pasado no se mantienen iguales, se modificaron, las ideas e instituciones modernas son diferentes de las que existieron otrora, y las contradicciones económicas, las relaciones sociales y las luchas políticas son totalmente diferentes de las que ocurrieron en el siglo XIX o en las primeras décadas del siglo XX. El desarrollo científico y tecnológico, de los medios de comunicación y de las herramientas electrónicas, aumentando la productividad del trabajo e impulsando aún más la internacionalización/globalización de la economía, determinó una profunda mutación en el sistema capitalista mundial, en la estructura social de las potencias industriales y en el carácter de la propia clase obrera.
 
- Para finalizar, si a su entender no se puede instalar el socialismo en países atrasados, ¿la izquierda latinoamericana debe defender un proyecto de desarrollo nacional-democrático-popular?
 
- El gran historiador Eric Hobsbawm declaró, con razón, en una entrevista a la agencia de noticias Telam, de Argentina, que “ya no existe la izquierda tal como era”, ya sea socialdemócrata o comunista. O está fragmentada o desapareció. De cualquier manera, la desintegración de la Unión Soviética en otros quince Estados independientes y la adhesión de China a la economía de mercado, demostraron que el socialismo no es viable sin el agotamiento de las fuerzas productivas del capitalismo, que es un sistema económico mundial. El socialismo no es un medio de desarrollo económico, que requiere la acumulación de capital, sino un medio para una mejor distribución de la riqueza, que el capitalismo produce de forma discriminada y excluyente. No es posible implantarlo dentro de los marcos del Estado nacional. Y el hecho es que el desarrollo de las comunicaciones y la tecnología digital impulsaron el proceso de internacionalización/globalización de la economía, acentuando la organización transnacional de la producción y la expansión del consumo, en contradicción con las formas nacionales de constitución de las sociedades y de los Estados. En el Manifiesto Comunista, Marx y Engels demostraron, de una forma muy lúcida, como comenzó este proceso, con la creación del mercado mundial y la división internacional del trabajo.
 
Traducido para LA ONDA digital por Cristina Iriarte
 
- Luiz Alberto Moniz Bandeira es cuentista político, profesor titular jubilado de la Universidad de Brasilia y autor de varias obras, entre las cuales se encuentra “Formación del Imperio Americano (De la guerra contra España a la guerra en Irak)”, de 2005. Actualmente, reside en Alemania.
 
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