Zelaya: "Mis armas son la razón y la voluntad de mi pueblo"

21/09/2009
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La decisión de Manuel Zelaya de intentar un riesgoso retorno clandestino a Tegucigalpa, es el comienzo formal de una contraofensiva del presidente constitucional de Honduras para recuperar el gobierno del cual fue desplazado violentamente el 28 de junio pasado. La noticia comenzó a circular rápidamente desde los manifestantes de la resistencia que cumplían 86 jornadas de marcha por las calles de la capital y de otras ciudades del interior. Los efusivos abrazos de los caminantes y el grito de “Mel ya está aquí” fue extendiéndose a los barrios de la capital, desde los cuales partieron nutridos grupos de manifestantes rumbo al centro de la ciudad para sumarse a los congregados.
 
Honduras fue sacudida de sur a norte por la sorpresiva llegada de Zelaya, quien había intentado ya su regreso en dos oportunidades. En la primera fue bloqueado el aeropuerto e impedido el aterrizaje del avión que le transportaba, y en el segundo fue retenido en un paso fronterizo con Nicaragua. Ahora, despistó a los agentes de la inteligencia hondureña que seguían sus pasos en Managua, burló todos los controles de frontera, y cruzó parte del territorio nacional con apoyo de movimientos campesinos y urbanos para llegar a la embajada brasileña, en el centro de Tegucigalpa. 
 
 “Zelaya está en la suite de un hotel de Managua”
 
 El presidente de facto reeditó sus ridículas apariciones por la Cadena Nacional cuando afirmó ante la prensa que no era cierto que el presidente Zelaya estuviera en Tegucigalpa. Sobrador y sonriente, Micheletti afirmó: “tenemos inteligencia militar y policial y conocemos todos los movimientos de estas personas”. Y luego afirmó contundente: “Zelaya está tranquilamente en una suite de un hotel de Managua”. Casi en esos mismos momentos, a unos cientos de metros del despacho de Micheletti miles de hondureños veían con sus propios ojos a Manuel Zelaya salir al balcón de la embajada de Brasil en Tegucigalpa para saludarles. Las radios y los canales pro golpistas o controlados por el gobierno seguían mintiendo, pero la noticia corría rápidamente por todo el país: Mel estaba en Honduras y con voluntad de hacerse cargo del gobierno del cual fue despojado.
 
 La OEA ratifica su apoyo a Zelaya
 
   La conmoción que provocó el sorpresivo regreso de Zelaya a su país, determinó una urgente convocatoria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA ) Tras un debate en el que se apreciaron diversas posiciones de los países miembros, salió adelante una propuesta presentada por Argentina y Brasil, en la que “se exige al gobierno de facto plenas garantías para asegurar la vida e integridad física del presidente Zelaya y un trato consecuente con su alta investidura, así como el retorno a la presidencia de la República”. Otro punto, en este caso controvertido y con observaciones de algunos países, entre ellos Venezuela y Nicaragua, fue el de la exhortación al gobierno de facto para que firme de inmediato el Acuerdo de San José, el plan del presidente costarricense Oscar Arias cuando actuó de mediador por la OEA.
 
 Vuelve la “tela de araña”
 
 En realidad la propuesta de Arias, que nunca fue aceptada por Micheletti y su gobierno de facto, fijaba un retorno “en jaula de oro” del presidente Zelaya, poniendo límites y condiciones a los meses que restan de su mandato legal. Fue denunciado por el Frente de Resistencia al golpe, conformado por los movimientos sociales hondureños, como una pretensión de “legalizar” el resultado de las elecciones de noviembre, que no se realizarían con las necesarias garantías democráticas. Desde SERPAL en su momento calificamos la propuesta de Oscar Arias-Hillary Clinton, como una verdadera “tela de araña” donde pretendieron enredar a Manuel Zelaya.
 
 El embajador de Nicaragua afirmó que no es la propuesta de San José la que ha logrado el retorno del presidente Zelaya, sino la decisión y el riesgo personal del propio mandatario, y el apoyo del pueblo hondureño que durante 86 dias ha mantenido su protesta permanente en las calles a pesar de la represión.
 
   También Venezuela declaró que el regreso de Zelaya implica una realidad diferente. Cuando la declaración había sido aprobada, el representante nicaragüense Denis Moncada afirmó que el presidente Daniel Ortega había conversado hacía unos minutos con el propio Zelaya, quien afirmaba que en las actuales condiciones ya no había lugar para el llamado “Acuerdo de San José”.
 
 “Vengo desarmado”
 
 El presidente Zelaya declaró que durante más de 15 horas y acompañado por sólo cuatro personas cruzó por diversas regiones para llegar a Tegucigalpa.
 
No reveló detalles por razones de seguridad, pero afirmó que debieron evitar retenes militares y controles carreteros. “Vengo desarmado”, dijo. “Mis únicas armas son la razón y la voluntad de mi pueblo”. "Quiero decirles –añadió - que estoy comprometido con el pueblo hondureño y que no voy a descansar ni un día, ni un minuto, hasta bajar a la dictadura del poder que no le corresponde" Afirmó que la lucha y la resistencia del pueblo hondureño, requiere un apoyo más decidido y firme de la comunidad internacional. Denunció el ataque de fuerzas del ejército contra los miles de partidarios que rodeaban la embajada. En la zona actuaron camiones hidrantes y fueron lanzadas numerosas granadas de gas que convirtieron toda la zona en un espacio irrespirable.
 
 Zelaya aseguró que no va a rendirse y recordó que las autoridades del gobierno de facto, creyeron que lo iban a detener en la frontera. "Aquí estoy, vivito y coleando", indicó. Insistió en que quiere que las cosas se hagan sin violencia y que demostrarán que “pacíficamente los hondureños somos capaces de recuperar lo que hemos perdido o lo que nos quieren robar”.
 
   Poco más tarde y en una entrevista telefónica, Zelaya se mostró tranquilo pero firme, y ante una consulta rechazó terminantemente la posibilidad de dialogar con el mandatario de facto. “En un país no existen dos presidentes, dijo Zelaya. Hay uno solo democrático y elegido por el pueblo. El otro es un tirano que tomó el poder por la fuerza y si bajara los rifles y las pistolas por cinco minutos, el pueblo haría que inmediatamente se recomponga el poder.”
 
Silencian el Canal 36
 
 Las emisiones del Canal 36, que fue el primero y único medio de Honduras que ayer anunció que Manuel Zelaya se encontraba en Honduras, fue silenciado una vez más. Ahora a través de un corte en el suministro eléctrico a su planta emisora y a las instalaciones del canal. El presidente del sindicato de trabajadores de la energía, afirmó que el corte de suministro a las instalaciones del Canal 36, fue ordenado por el gobierno. Micheletti había dicho que dos periodistas, uno del Canal 36 y otro de Radio Globo, estaban ejerciendo un "terrorismo mediático" al anunciar que Zelaya había entrado en el país, lo que era cierto, pero en ese momento el gobernante de facto negaba. Acusó a los periodistas de mentir e incluso amenazó con procesarlos ante los tribunales de justicia, ( que hoy por hoy, están bajo control de los golpistas ). Cuando los periodistas insistieron en preguntarle si era cierto el regreso de Zelaya, Micheletti malhumorado dijo que no entendía como habiendo más de un centenar de medios de comunicación en el país, “Uds. se hacen eco de un medio insignificante al que nadie escucha”.
 
 Por su parte, Radio Globo, única emisora que difundió en directo la llegada de Zelaya a la capital, denunció que su señal está sufriendo interferencias desde ayer. En el norte del país, Radio Progreso, dirigida por jesuitas, decidió cerrar sus emisiones con el inicio del toque de queda para evitar ser militarizada, como ocurrió horas después del golpe en junio pasado. Uno de sus periodistas afirmó que prefirieron cesar sus emisiones para evitar la ocupación de la radio y evitar riesgos a sus trabajadores.
 
Toque de queda continuo
 
El toque de queda impuesto ayer a la tarde, cuando los golpistas tuvieron la certeza de que Zelaya estaba efectivamente en Honduras, no se levantó a las siete de la mañana. Una nueva medida oficial, encadenó el fin de un toque de queda, con el comienzo de otro hasta las 17 horas. Y los miembros de la Resistencia daban por descontado que a partir de esa hora, sería nuevamente prolongado. Con estas medidas, en realidad el gobierno está aplicando un arbitrario estado de sitio o estado de guerra interno. Luz Patricia Mejías, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos afirmó que la forma en la que se están aplicando esas restricciones a la libertad de movimientos, comporta una violación al derecho internacional.
 
Tropas sitian la embajada brasileña
 
 Pero también lo son otras disposiciones arbitrarias de los golpistas, como el corte de energía, teléfono y provisión de agua a la embajada de Brasil, y el cerco militar en su entorno, con vallas y sirenas “destroza-oídos”, que sumadas a los gases lanzados profusamente han convertido esas calles en un escenario bélico. En desiguales enfrentamientos, cientos de jóvenes han lanzado piedras y otros objetos contra a numerosos efectivos militares y policiales. La tensión va en aumento en la zona de la embajada, donde se ha logrado recuperar suministro eléctrico pero a través de un generador.
 
Desde Brasil, el gobierno de Lula advirtió que se respete a la embajada en Tegucigalpa y recordó que cualquier incursión no autorizada al predio de la embajada, constituirá una falta grave a las leyes internacionales. “Esperamos que eso no vaya a ocurrir”, afirmaron.
 
Los últimos datos obtenidos, indican que el cerco militar impide también la provisión de alimentos a la embajada, donde se encuentra el presidente Zelaya con su esposa, algunos de sus hijos, colaboradores de su gobierno y algunos jóvenes seguidores, además del personal de la representación diplomática brasileña.
 
 Se agrava la situación
 
 En diversas carreteras del interior del país se han establecido retenes militares que están deteniendo el paso de autobuses o camionetas que transportan partidarios de Zelaya que quieren llegar a la capital. Se habla de detenciones masivas de partidarios del presidente.
 
 Algunas personas indicaron que hay unos 200 detenidos en una instalación del complejo deportivo Villa Olímpica e incluso el diputado Marvin Ponce denunció que muchos de ellos han sido torturados. En La Cañada, una barriada donde residen muchos maestros, un medio centenar de policías reprimió a personas que se habían reunido en el lugar. Un profesor fue detenido y se desconoce su paradero. Comienzan a faltar provisiones en las viviendas, y la capital presenta sus calles vacías y los comercios cerrados.
 
No circula el transporte, y es casi nulo el movimiento de otros vehículos, salvo los que pertenecen a la policía, al ejército u a otras fuerzas de seguridad.
 
 Micheletti desechó la posibilidad de tener en cuenta la devaluada propuesta de Oscar Arias y dijo que eso “ya está muerto”. Afirmó que el objetivo es llegar a las elecciones de noviembre que serían organizadas y supervisadas por su gobierno de facto.
 
Israel Salinas, del Sindicato Unitario de Trabajadores, precisó que la continuidad del toque de queda, se ha convertido en un virtual estado de sitio que paraliza todas las actividades del país. Luis Santos Madrid, presidente del Sindicato de Trabajadores Agrarios afirmó que durante la represión en las calles adyacentes a la embajada, se produjeron numerosos heridos y detenidos y no descarta que existan muertos, aunque esto último no pudo ser confirmado por el caos y las restricciones militares existentes.
 
Desde Estados Unidos, la secretaria de Estado Hillary Clinton afirmó que el regreso de Manuel Zelaya a Honduras, podía ser una oportunidad para terminar con la crisis política en ese país. Dijo que “ambas partes” tendrían que negociar una salida. Para Hillary Clinton, los golpistas son “una parte” y por tanto iguala lo que es el gobierno constitucional con los usurpadores del poder.
 
 El secretario general de la OEA anunció que estaba dispuesto a viajar a Tegucigalpa para “dialogar” con Micheletti, pero no parece contar con el visto bueno de los golpistas, que preventivamente han cerrado todos los aeropuertos del país. José Miguel Insulza manifestó tener esperanzas todavía en reflotar la propuesta de Oscar Arias, rotundamente rechazada por Micheletti a pesar de que implicaría un regreso muy condicionado al gobierno de Manuel Zelaya.
 
La Resistencia hondureña ha cuestionado la lentitud de la OEA y de la comunidad internacional para detener los procedimientos arbitrarios de los golpistas que desoyen sistemáticamente los llamamientos que se les han formulado.
 
 Las horas transcurren y los golpistas han reaccionado al regreso de Zelaya con nuevas medidas represivas, un virtual estado de guerra interno, detenciones, cierre de los escasos medios independientes de prensa y afirmaciones desafiantes hacia la comunidad internacional. Al momento de cerrar esta crónica, en el interior de la embajada no se descartaba la posibilidad de que los golpistas intentaran ingresar al edificio, que es territorio brasileño, asumiendo lo que implicaría como flagrante violación al derecho y las leyes internacionales.
 
 Las próximas horas, los próximos días, serán decisivos ya que la presencia del presidente constitucional en Honduras, crea una nueva situación difícil de soslayar por los golpistas. 
 
 La resistencia popular no decayó en 87 días con Zelaya fuera del país. Nada hace pensar que ahora se detendrá.
 
 El toque de queda no se podrá aplicar indefinidamente. La situación de cerco a la embajada de Brasil, tampoco.
 
 La perseverancia del pueblo hondureño en su lucha y sus justas razones requiere todo el apoyo de los pueblos de América Latina.
 
 Carlos Iaquinandi Castro
 Redacción de SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa.
https://www.alainet.org/es/active/33192?language=en
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