Manfred Reyes Villa en la memoria corta del pueblo cochabambino
28/09/2009
- Opinión
En abril del 2002 escribí el presente artículo sobre el programa de gobierno de Nueva Fuerza Republicana y su práctica política en el manejo de la alcaldía municipal del cercado (Cochabamba). El discurso actual de Manfred Reyes Villa, su crítica a Evo Morales, reprochándole de dictador, totalitario y promotor de la división de la “familia boliviana”, según sus propias palabras, me trajo a la memoria su gestión como Alcalde Municipal y luego su postulación a la presidencia de la república.
Giambattista Vico - historiador napolitano - escribió que los pueblos deben volver los ojos al pasado inmediato. A esta mirada al pasado inmediato, Silvia Rivera Cusicanqui, en su libro: Oprimidos pero no vencidos, denomina “memoria corta” Bajo este espíritu, apelo a la memoria corta del pueblo cochabambino recordando el paso de Manfred Reyes Villa por la Alcaldía municipal de Cochabamba.
NUEVA FUERZA REPUBLICANA
(¿Partido del cambio positivo?)
Abril del 2002
Cual Casta y Virginal Dama Manfred Reyes Villa viene hablando en contra de los Partidos Tradicionales y afirmando que él, es «el Presidente que Bolivia Necesita». Reyes Villa se olvida mencionar que hizo de la Alcaldía Municipal de Cochabamba su feudo más corrupto e ineficiente, cuya pesada y laberíntica burocracia ellos mismos son incapaces – como en todo - de controlar.
Manfred Reyes Villa y su partido Nueva Fuerza Republica, son más de los mismo que critican con vehemencia. Son devotos de la práctica política perversa, que hacen del poder municipal un pillaje organizado, y de la cosa pública un bazar. Ofreciendo los puestos de los mercados en pública subasta a los comerciantes intermediaros, cuya única finalidad es abultar sus billeteras en detrimento de los vacíos bolsillos del consumidor empobrecido.
El dueño del “Partido del cambio positivo” y su corte de prosélitos, llámense funcionarios públicos, Alcalde, Asesores Jurídicos, técnicos, políticos, etc., incapaces de mostrar - al pueblo cochabambino - la eficiente gestión municipal, se refugian en sus floreros urbanísticos, en las grandes y vacías palabras, envileciendo los principios fundamentales de la democracia.
En su ambición desenfrenada, convirtieron la praxis política en destreza ilícita de sobreprecios, coimas, compra y venta de la “cosa publica”. Mercado de almas y feria degradante de conciencias; donde la ignorancia supina de sus genuflexos asesores jurídicos y políticos es todo y el mérito nada. No son sólo palabras; pues, sobradamente demuestran con el desconocimiento absoluto de lo más elemental espíritu de las leyes que otorga al pueblo el derecho a organizarse, planificar y decidir los destinos de sus barrios y comunidades.
Con mucha aparatosidad y mesianismo la Nueva Fuerza Republicana se llama a sí mismo «el partido del cambio positivo», más exacto sería llamarse «partido del cambio negativo», porque sin duda su cometido será, con toda precisión, allanar los caminos hacia la verdadera democracia, donde todos los hombres y mujeres jóvenes y viejos, sean los reales protagonistas de la construcción de un país con igualdad de oportunidades.
Reyes Villa y sus déspotas discípulos, políticamente son resabios de las dictaduras que no terminan de cicatrizar en la memoria del pueblo boliviano. Esa es la dimensión real como partido político.
Provoca indignación escuchar - a quienes sufrimos la pesada e insolente burocracia del nuevo “Leviatán” llamada “Alcaldía” - autodenominarse por todos los medios de comunicación como hombres que rechazan la injusticia y la pobreza; porque en lo fáctico gobiernan con un sistema despótico y autoritario. Incentivando el agio y la especulación como motor esencial del progreso económico; la coima y compra de conciencias como ley suprema del manejo de la Alcaldía municipal; maltratando a los productores que buscan llegar al consumidor en forma directa, favoreciendo a especuladores e intermediaros que gobiernan los mercados cual dueños absolutos.
Veamos algunos aspectos que señala su programa de Gobierno del partido del «cambio positivo»
• En su programa señalan que su “principal preocupación será mejorar las condiciones de vida de la población boliviana”. En la práctica aseguran y fortalecen, dentro del municipio cochabambino, un sistema económico que continúa beneficiando a unos pocos a expensas del empobrecimiento de las mayorías.
• En su programa proponen un «plan quinquenal» para los productores del Trópico de Cochabamba con la creación de “Mercados para sus productos alternativos a la coca y precios estables para los mismos”. En los hechos siguiendo las directivas de los comerciantes intermediarios de los productos del agro - que son los que en realidad manejan el gobierno municipal - destinan y destruyen los galpones del Mercado campesino de Valle Hermoso norte, que fue construido para los productores del Chapare. Esta práctica, a favor de comerciantes intermediarios, les permite recaudar fondos para financiar su campaña electoral. Nos preguntamos ¿esta es la forma de proteger la “producción agraria nacional de las prácticas desleales”?. Y Nos respondemos que es pura y asquerosa demagogia, del partido del «cambio positivo»
• A pesar de pregonar la “participación democrática de las comunidades (...) desde el contexto local”, efectúan reuniones subterráneas con especuladores y conviven con ellos para erradicar la participación de las juntas vecinales, sacar de por medio a los productores del agro, provocando de esta forma la inmigración interna del campesino y el encarecimiento de los productos básicos de la canasta familiar.
• Mientras se habla de “una patria que sea de todos los bolivianos. Que descansen en una democracia participativa”. En los hechos, se esmeran que la patria sea sólo de los “manfreristas”, impidiendo que las organizaciones territoriales de base sean parte de la democracia participativa.
• Mientras pregonan “que el pueblo asuma su derecho soberano a ejercer el poder” en la práctica anulan la organización autónoma de los Comités de Vigilancia, pretendiendo tener a las OTBs totalmente domesticadas y al servicio de un plan económico y de intereses ajenos a la comunidad. Presionando a los dirigentes, interviniendo las casas comunales, disminuyendo los fondos que la Ley les otorga. Esto es lo que ellos llaman en su programa de gobierno “oxigenar el sistema político y transparentar el manejo de los asuntos públicos”
Jhonny Lazo Zubieta
Red Tinku
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