El conservacionismo puede llegar a ser irracional

Un chiste cruel?

10/10/2009
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
“As sea levels rise, sea turtle nesting beaches will be flooded and the turtles will have to find nesting sites further inland from today's shoreline”.
Todd Steiner
 
En la carta publicada por el estadounidense Todd Steiner en el Tico Times (oct.2, 2009) reitera sin ningún recato, el controvertido “argumento” de que en vista del cambio climático las zonas costeras se verán inundadas. Aunque tal presagio podría cumplirse en unos cien años, más o menos, también es cierto que de presentarse tal catástrofe (¡sí, catástrofe!) cientos de miles de habitantes de dichas regiones se verán enfrentadas a situaciones terribles jamás imaginadas.
 
Habría que movilizar grandes poblaciones hacia zonas indeterminadas a un costo humano y financiero igualmente inimaginable. En Costa Rica, no solo la ciudad-puerto de Puntarenas, sino todas las poblaciones situadas a lo largo de los 1200 km del litoral Pacífico, se verían inundadas, y sus pobladores verían perdidas todas sus pertenencias y de un momento a otro, se verían jugando el papel triste de parias, de emigrantes, de desplazados. Una verdadera tragedia nacional, regional, mundial, sin duda alguna.
 
Sin embargo, cual si ese escenario no tuviere consecuencias sobre niños, jóvenes, ancianos, en fin, sobre todos los seres humanos, Steiner hace gala de una cuestionable indiferencia cuando plantea el dilema exclusivo de las tortugas baula que (como las 27 que llegaron a los 6 km de playa del Parque Nacional Marino las Baulas en la última temporada de desove) entonces no tendrían arena donde anidar. Por lo que, hace coro con los que dicen que el gobierno de Costa Rica debería gastar unos $700 millones de dólares para comprar tierras (no playas) más allá del límite de los 50 m de ancho de las playas de anidación, sin importarle lo inútil (además de imposible) sacrificio financiero que tendría que hacer el pueblo costarricense para satisfacer la obsesión de algunos comerciantes de la conservación ambiental que se oponen a un proyecto de ley tendiente a rectificar los límites difusos y confusos del Parque las Baulas al tiempo que crea un Refugio de Vida Silvestre en una franja de 150 m de ancho que corre colindante a lo largo de los 6 km de playa que constituyen el área de conservación..
 
Compra que, suponemos, habría que hacer con la esperanza de que las baulas demuestren una capacidad extraordinaria de adaptación a nuevos hábitats, y así puedan hacer eventualmente sus nidos en suelos de características muy diferentes a las arenosas playas, cubiertos más bien con hierbas, lastre, piedras y hasta con cemento, al lado de decenas de casas existentes a ambos lados de vías pavimentadas.
 
Si no fuera porque el asunto tiene que ver con seres humanos, provocaría la burla general y en la de menos podría verse como el chiste cruel del año; pero no es así y por eso esta reacción a tan descabellado “argumento”.
 

- Freddy Pacheco. Ph.D. es Catedrático Universidad Nacional (Costa Rica) 

https://www.alainet.org/es/active/33615?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS