Nuevas víctimas de un modelo que intoxica: El caso Ava Guaraní de Itakyry
13/11/2009
- Opinión
Sobrevivencia
Ante los hechos acaecidos en Itakyry, Departamento de Alto Paraná, donde el pasado 6 de noviembre unas 150 familias Ava Guaraní fueron rociadas con agrotóxicos por cultivadores de soja brasileños para expulsarlos de sus tierras ancestrales y así ampliar sus cultivos en la zona, SOBREVIVENCIA, Amigos de la Tierra Paraguay expresa lo siguiente:
Condenamos esta agresión y lamentamos que este tipo de estrategias de expulsión de comunidades indígenas y tradicionales sigan siendo utilizadas por representantes de un modelo de agricultura nocivo para los territorios y su gente.
Acompañamos con buenos ojos la acción del gobierno, que ha conformado una comisión interinstitucional para dar seguimiento a este caso. Alentamos a que este grave atropello a los Derechos Humanos sea atendido y resuelto por la justicia paraguaya y se condene a los responsables de esta tentativa de genocidio.
Este tipo de hechos valida y sustenta las denuncias que como organizaciones sociales venimos realizando desde hace muchos años, advirtiendo que el modelo agroexportador vigente en nuestro país y la región atenta contra la vida de la gente, el agua, los bosques, el suelo, contra la sustentabilidad de los territorios. Los monocultivos de soja plantean un sistema de producción a costa de la salud, la vida y el ambiente de los pueblos indígenas, las comunidades campesinas y sus territorios.
Suscribimos el pronunciamiento de la Red de Entidades Privadas al Servicio de los Pueblos Indígenas[1], que en fecha 3 de noviembre denunciaba a la titular de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, por promover el desalojo de los Ava Guaraní de Itakyry. Esta actitud demostraba un claro desconocimiento a lo establecido en la Ley 904/81, Estatuto de las Comunidades Indígenas; en el Cap. V de la Constitución Nacional, en el Convenio 169 de la OIT y en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, estos dos últimos ratificados por el Paraguay. Tres días más tarde se producía la intoxicación a manos de los cultivadores de soja.
Damos fe del informe elaborado por la Asociación de ONGs del Paraguay (POJOAJU)[2] y la organización Altervida, que demuestra que a más de esta tentativa de crimen contra el pueblo Ava Guaraní, existe una serie de violaciones e irregularidades en las que incurrieron los cultivadores de soja, principalmente en torno a la deforestación masiva del Bosque Atlántico, el irrespeto de las franjas de dominio público al plantar soja hasta los bordes de los caminos vecinales, la ausencia de barreras vivas y franjas de seguridad alrededor de asentamientos humanos, la contaminación de los cursos de agua ante la falta del bosque protector establecido por el Decreto 1831/86. La ausencia de estas franjas protectoras de vegetación natural, aumenta la vulnerabilidad de las poblaciones, del agua, del suelo y el aire, elementos básicos para un ambiente saludable, garantizado por la Constitución Nacional en su Art. 7.
Este tipo de casos se da en gran parte del territorio ocupado hoy por la soja en el Paraguay, pues el desconocimiento de las medidas de seguridad ha causado intoxicación y muerte, como el recordado caso del niño Silvino Talavera, fallecido en 2003 tras ser rociado con agrotóxicos.
Finalmente, lamentamos la actitud soberbia del gremio de empresarios de la producción, que en clara señal de amedrentamiento ha asumido una postura mezquina lanzando críticas a la labor impulsada por las instituciones del gobierno para esclarecer el hecho.
Asunción, 12 de noviembre de 2009
[1] Pronunciamiento de la Red de Entidades Privadas al Servicio de los Pueblos Indígenas http://www.tierraviva.org.py/www/index.php?option=com_content&task=view&...
[2] Informe de POJOAJU y Altervida. Ver en http://www.pojoaju.org.py
https://www.alainet.org/es/active/34391