La SINA por dentro (V)
08/02/2010
- Opinión
Las funciones y objetivos de la SINA
Algunos compañeros que han estado recibiendo los artículos LA SINA POR DENTRO me han comentado sobre la desfachatez con que estos señores realizan su actividad y lo servil de algunos cubanos que sin el más mínimo sentido de ética y sentimiento soberano se suman a la comparsa yanqui para hacerles el juego, caer gracioso y lo más importante, recibir la dádiva que le permite vivir sin trabajar.
Lo interesante de todo esto es que cuando usted se conecta con el sitio web de la SINA encuentra la explicación a la forma en que esa representación conduce sus operaciones en Cuba. Según el sitio Web, las funciones de la SINA son:
“Las funciones de la Sección de Intereses de Estados Unidos (USINT) son similares a aquellas de cualquier presencia en el exterior del gobierno de Estados Unidos: Servicios Consulares, una Sección Política y Económica, un Programa de Diplomacia Pública y exclusivamente para Cuba el Procesamiento de Refugiados”.
En cuanto a los objetivos del trabajo de la SINA plantea:
“Los objetivos de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba son el promover la transición pacífica hacia un sistema democrático basado en el respeto a las leyes, los derechos humanos individuales y un sistema económico y de comunicaciones sin restricciones”.
El acuerdo para el establecimiento de una Sección de Intereses de Estados Unidos en la Habana y una Sección de Intereses de Cuba en Washington, firmado en la ciudad de Nueva York, el 30 de mayo de 1977, consta de tres páginas y en el texto plantea:
“Hemos tomado acuerdo en relación con las funciones, el personal, los privilegios e inmunidades que ambas Secciones disfrutarán, lo cual se determinará sobre la base de una total reciprocidad.”
En relación con las funciones de ambas Secciones del documento establece:
“Las Secciones de Interés podrán desarrollar funciones diplomáticas y consulares de carácter rutinario y realizar sus propias transacciones financieras.”
Es evidente que la Sección de Intereses de Estados Unidos, conocida en Cuba como la SINA, desarrolla en la actualidad una actividad que se aleja considerablemente del espíritu con se firmó el acuerdo antes mencionado, pues como bien dice el documento, “las funciones se determinarán sobre la base de una total reciprocidad” y además tanto las diplomáticas como las consulares deben ser de carácter rutinario, es decir las que pudiera realizar cualquier país en Cuba o Estados Unidos en cualquier otro país.
La actividad de espionaje, la organización y financiamiento a grupos con el fin de derrocar el gobierno establecido, el diversionismo ideológico, la preparación de personal del país para cumplir tareas orientadas por Estados Unidos y otras actividades similares, en ningún momento pudieran considerarse “actividades diplomáticas y consulares de carácter rutinario”.
Si las funciones se alejan del espíritu, podemos decir que los objetivos lo niegan totalmente. El establecimiento de ambas Secciones de Interés tenía como objetivo el que cada gobierno tuviera una representación en la capital del otro y esto ayudara en el desarrollo de conversaciones y otros acuerdos que paulatinamente formaran parte de un proceso encaminado al mejoramiento de las relaciones diplomáticas entre ambos, sin que existiera injerencia o desconocimiento de la soberanía en alguno de los casos.
Este mecanismo debía permitir la discusión de todos los problemas existentes entre ambos gobiernos, poder llegar a acuerdo en los casos que fuera posible y tratar de buscar soluciones, al menos parciales, pero que demostraran la voluntad política de que ambas naciones podían vivir en paz, independientemente de las diferencias de sistema e ideología.
Los objetivos enunciados por la CIA, digo la SINA, son totalmente diferentes. Según se plantea, esa oficina tiene entre sus metas el promover la transición pacífica hacia un sistema que ellos califican de “democrático”. Un pensamiento totalmente injerencista, propio del pensar hegemónico y prepotente de los que todavía sueñan con aplicar a otras naciones la Doctrina del Destino Manifiesto.
Dicen que se fundamenta esa transición en el respeto a las leyes, y los derechos humanos individuales. Ya tenemos un buen número de ejemplos de cómo Estados Unidos respeta las leyes, tanto las de su propio país como las de otros países, al igual que los derechos humanos individuales. Honduras es un reciente ejemplo en América Latina, pisotearon todas las leyes y masacraron a los que las pretendían defender. En el Medio Oriente, Irak, Afganistán, Pakistán, por mencionar solamente tres países, donde diariamente los intereses económicos de Estados Unidos pasan por sobre las leyes y provocan cientos de muertes. ¿De qué respeto a las leyes y derecho humanos individuales están hablando?
La CIA, digo la SINA trabaja en función de que la transición a la que hacen referencia permita establecer en Cuba un sistema económico fundamentado en lo que ellos llaman “la libre empresa”. La libertad que desean es la que permita a los grandes consorcios estadounidenses recuperar sus posesiones en nuestro país y volver a someternos económicamente, ahora con métodos más sofisticados que trasladarían a nuestra patria y nuestro pueblo las calamidades económicas de su sistema.
En cuanto a las llamadas “comunicaciones sin restricciones”, es otra de las falacias y ardides que el imperialismo trata de propugnar cuando es ampliamente conocido que las grandes cadenas informativas solamente reflejan en lo que publican los intereses de la clase dominante, son aliados de sus campañas y en muy contados casos denuncian alguna situación que por ser escandalosa es imposible de ignorar. Es un medio de hacer conciencia en las grandes masas y de mediatizar a los que en un momento determinado pudieran revelarse contra el régimen capitalista y sus horrores.
Considero que no sería agradable para el gobierno de Estados Unidos y la clase dominante de dicho país, si la Sección de Intereses de Cuba en Washington planteara que entre sus objetivos está el promover la transición pacífica de Estados Unidos hacia un régimen socialista, basado en la implantación de la propiedad social, la eliminación de la explotación del hombre por el hombre, la igualdad de derechos para todos los ciudadanos independientemente de su raza o sexo, el aseguramiento de los cuidados médicos sin costo alguno para toda la población y la enseñanza gratuita a todos los niveles de la nación.
- Dr. Néstor García Iturbe es editor del Boletín Informativo El Heraldo, Cuba.
https://www.alainet.org/es/active/36058
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