Entrevista con Marta Maffei, de la CTA
Pos elecciones: "Desde los sindicatos fundar un nuevo movimiento político-social-cultural"
04/05/2003
- Opinión
Cuando faltan pocos días para la segunda vuelta electoral del
próximo domingo 18 de mayo, pocos creen que la misma aportará
cambios de fondo para el país. La mitad de la población se encuentra
debajo de la línea de pobreza; 74% de menores de 14 años son
golpeados por ese flagelo y el desempleo asciende al 23% - si bien
sólo un 39% de la población tiene un trabajo fijo. A pesar de esto,
no falta la voluntad de organización popular y de cambio en la
sociedad argentina. Así lo enfatiza Marta Maffei, secretaria
general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA),
uno de los sindicatos más combativos del país. CTERA instaló durante
1003 días (abril 1997 a diciembre 2000) la Carpa de la Dignidad
instalada frente al parlamento argentino en Buenos Aires para
resistir al modelo económico del ex-presiente Carlos Menem. Maffei
fue invitada por SOLIFONDS para participar en diversas actividades
del 1ro. de mayo en Suiza.
Elecciones tramposas
«Estas elecciones para ejecutivo fueron una exigencia del Fondo
Monetario Internacional (FMI) quien, para continuar a aplicar en el
futuro su política de privatización y ajuste, quiere negociar con un
gobierno con cierta representa-tividad », explica Marta Maffei,
iniciando un diálogo exclusivo.
Para los próximos meses las instituciones financieras
internacionales exigen a Argentina « mayor recaudación fiscal para
el pago de la deuda; la paulatina privatización del Banco Central y
de la banca nacional y la derogación de leyes que hoy amparan a
miles de pequeños y medianos propietarios agrarios dueños de 12
millones de hectáreas...¡Vienen por la tierra! » denuncia Maffei,
quien se desempeña también como secretaria suplente de la combativa
Central de Trabajadores de Argentina (CTA)
Ante esa nueva ofensiva del FMI y de las grandes transnacionales
como Repsol, Telefónica etc, « que exigen reajustar sus tarifas al
nivel dólar a partir de junio », el nuevo presidente « será un
cautivo . Es una elección tramposa, condicionada. Con posibilidades
restringidas para los nuevos gobernantes» denuncia Maffei.
Para los dos candidatos en disputa, la dirigente sindical no
escatima su valoración crítica: « Carlos Menem es un ultraliberal y
corrupto. Néstor Kirchner se muestra más proclive a un programa
industrialista. Se expresó anuente a fortalecer el MERCOSUR (mercado
único del Cono Sur). Es un dirigente político débil. No es un buen
candidato. Sin embargo, si quiere ganar, deberá hacer compromisos
significativos con la gente...lo que abre un espacio al movimiento
social »
Si bien el panorama electoral futuro no es muy optimista, « la
primera vuelta dejó algunas señales positivas. Menem no pudo ganar
en el primer turno y el otro candidato ultra-liberal y con relación
histórica con la dictadura , José Lopez Murphy, no pasó a la segunda
vuelta como el gran poder económico quería », sostiene.
Ante la pregunta de cómo explica el 24 % de votos a favor de un
dirigente tan desgastado como el ex-presidente Menem, Marta Maffei
responde con convicción. « Lo analizo de otra manera: el 76 % del
electorado votó contra Menem. ¡No hay que olvidar que hace sólo 6
años había triunfado con el 53 % de sufragios!. El pueblo va
ganando conciencia ». Y no es sólo en Argentina, agrega, donde
sectores populares votan muchas veces contra sus propios intereses.
« En Europa hay una ultraderecha que crece. Me dicen que en Suiza no
es muy habitual que las iniciativas populares progresistas son
aceptadas por la gente... »
Fundar un nuevo movimiento
Gane quien gane en el segundo turno, al decir de Marta Maffei, nadie
garantiza que las reivindicaciones más sensitivas sean realmente
consideradas por el nuevo gobierno.
De allí el desafío estratégico « de promover un sólido movimiento
político, social y cultural » que tendrá a la CTA como uno de sus
principales pilares y que convocará « a centenares de
organizaciones sociales que hoy existen y que no se sienten
representadas políticamente, a nivel nacional ». La CTA cuenta con
850 mil miembros que pertenecen a más de 240 organizaciones, entre
las cuales los sindicatos de funcionarios del Estado, los docentes,
los judiciales, los periodistas, así como grupos de pensionados ,
desempleados y sin vivienda.
La decisión está tomada. La voluntad política existe. Los plazos son
cercanos, explica Maffei, una de las ideólogas y promotoras de este
proyecto. « En diciembre pasado 9 mil delegados reunidos durante
dos días aprobaron ya la constitución de ese movimiento. Pensamos
para agosto o setiembre de este año realizar una primera asamblea
nacional. Lo concebimos como una especie de cemento que articule y
consolide los movimientos políticos, culturales y sociales que ya
existen ».
¿ Una decisión estratégica viable ? « Sin duda. Una necesidad
perentoria. Hay antecedentes muy claros. Por una parte, la propia
existencia de la CTA que nació como alternativa a la Confederación
General del Trabajo (CGT) », central burocratizada y pro-
oficialista. Por otra parte, « el FRENAPO, Frente Nacional contra la
Pobreza, que se lanzó en 2001, que aglutinóy movilizó a miles de
personas y que logró conquistas muy concretas -como los subsidios
estatales a los desempleados- además de convocar a una consulta
nacional donde participaron 3 millones de personas »
El proyecto se perfila desafiante. Las dificultades,sin embargo, no
faltarán, según la dirigente docente. « Hay algunos partidos de
izquierda que se oponen a que el movimiento sindical se proyecte
como conducción política de esta iniciativa amplia ». Se necesitará
tiempo, un espíritu abierto, capacidad de convicción y mucho
trabajo, enumera Maffei quien señala una ofensiva militante
regionalizada en las próximas semanas para debatir horizontalmente
la propueta.
Lo percibimos como un instrumento que se consolidará a largo plazo,
enfatiza Maffei para quien se trata de un instrumento estratégico «
para derrotar el macro paradigma del neoliberalismo dominante»
Las excelentes relaciones con el PT brasilero
«Tenemos muy buenas relaciones con el Partido de los Trabajadores de
Brasil », explica Marta Maffei señalando que los contactos
internacionales del futuro movimiento son amplios y expansivos.
Las diferencias de dinámica política entre Brasil y Argentina « son
significativas », explica. « En Argentina nos faltan muchas cosas
que tienen los compañeros brasileros. No tenemos un cordón
industrial fuerte y organizado como allá...Casi ya no existen en
Argentina obreros industriales. Los metalúrgicos que eran 1 millón y
medio hace unos años apenas superan hoy los cien mil.
Tenemos muchos menos intelectuales progresistas. Muchos de ellos
fueron cooptados por Menem y los discursos neoliberales, si bien en
torno a la CTA hay grupos de intelectuales-militantes.
No tenemos tampoco una iglesia progresista tan activa como en
Brasil. En Argentina hay algunos religiosos y religiosas
comprometidos, centros como Nueva Tierra identificados con los
pobres, pero todo a una escala mucho menor que el movimiento social
brasilero », afirma.
Al momento de enumerar los aspectos positivos, y aunque la cautela
impera, Maffei señala: « contamos con la CTA que es un instrumento
único con proyección internacional y representatividad nacional.
Contamos con fuertes sectores femeninos, incluso el sindicato de
trabajadoras del sexo, fenómeno único en América latina. Hay cursos
de pos-grados que organizamos nosotros mismos ligado a un concepto
claro de la necesidad de la formación de nuestra gente y del desafío
de apropiarnos de los conocimientos. Por último, diría, que ninguno
de nosotros es sólo dirigente sindical. Vivimos fuertes inserciones
regionales, territoriales. Dialogamos con la gente, salimos de los
sindicatos, tenemos una conciencia amplia de movimiento, de la
dinámica social y de la movilización continua »
Sin menospreciar, concluye Maffei, la enorme capacidad de protesta
social que existe en Argentina. El año pasado se dieron 1736
movilizaciones de todo tipo, casi 50 por día. « La gente sabe bien
lo que no quiere. Debemos dar el paso siguiente: definir lo que
queremos y lo que podemos construir para asegurar la dignidad de
nuestro pueblo »
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