Inalcanzable para el 52% la canasta alimentaria recomendable

05/03/2010
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La básica pasó de 80.83 a 154.50 pesos con Felipe Calderón * Significa una pérdida de 44.9% en el poder adquisitivo del salario * El sexenio podría terminar en 62% * Superará el récord de Ernesto Zedillo * Las cuentas alegres del Banco de México y Carstens * Es el trasfondo de la agresividad callejera * El IMSS oculta datos sobre informalidad * El hambre, caldo de cultivo de la inestabilidad
 
Desde hace años se ha demostrado que el neoliberalismo es una fabulosa maquina para producir pobreza y en este sexenio se está perdiendo más poder adquisitivo que en los peores años de la historia moderna de México.
 
De hecho apenas empezado el 2010 se ha disparado la espiral inflacionaria sobre todo en el rubro alimenticio donde los más pobres ya desde antes destinaban el 80% de sus ingresos. La Secretaría de Economía capitalina estima un aumento de entre el 20 y el 30% en los precios de los básicos tan sólo en el arranque del año, aunque las autoridades federales han optado por minimizar el problema.
 
El doctor David A. Lozano Tovar coordinador del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM, advierte: “El 52% de los mexicanos no puede adquirir la canasta alimenticia recomendable. Del 1 de diciembre de 2006 al 15 de enero de 2010 la canasta alimenticia cambió su precio de 80.83 a 154.50 pesos, lo que ha significado para las familias una pérdida de su poder adquisitivo del 42.7%”.
 
Hace el recuento histórico para Forum: “Comparado con el sexenio de Miguel de la Madrid cuya perdida del poder adquisitivo fue del 44.9%, y habría que recordar que hubo varios aumentos de emergencia por los índices de inflación, estamos a punto de rebasarlo y apenas vamos a mitad de sexenio. El sexenio donde hemos tenido una mayor pérdida del poder adquisitivo fue el de Ernesto Zedillo con 51.1%. De seguir la tendencia actual que lleva el gobierno en términos de incrementos de precios y pérdida del poder adquisitivo, es casi un hecho que termine el sexenio con una perdida aproximada del 62%”.
 
Curiosamente la inflación oficial es bastante menos a la que perciben la mayoría de los mexicanos. Según el Banco de México el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo una variación de 0.75% en la primera quincena de enero, la más alta en una década, pero menos de los aumentos que vemos los mortales. Tan sólo la gasolina aumento 1.39% y 1.34% el gas domestico, de los pocos precios que quedan controlados.
 
David Lozano difiere con ellos: “El cálculo que han estado haciendo es sólo de algunos productos. Nosotros planteamos que es muy cuestionable la forma de medición tanto del Banco de México como del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática” (INEGI).
 
“Como los estudiantes todo lo bajan de internet, sólo toman en cuenta los precios en los autoservicios, nosotros también revisamos tienditas e incluso tianguis y los precios varían mucho en estos lugares. Por ejemplo, en el gas LP cuando hicimos encuestas a pie de camión nos percatamos que sí hay variación en el precio”, explica.
 
Opina que esta pérdida del poder adquisitivo se está manifestando en el nivel de agresividad que se ve en las calles. Ejemplifica que en lo que va del sexenio tan sólo el fríjol ha tenido un incremento del 259%.
 
Comenta que ante esta escalada de precios la gente está sacrificando educación y salud para poder comer o busca otros ingresos, regularmente en la informalidad pues todo el tiempo aparecen nuevos puestos en las calles. El problema es que esto tiene sus límites. Las amas de casa son las que más están sufriendo.
 
“Para comprar una canasta alimenticia recomendable ahora hay que trabajar 21 horas con cuarenta y cinco minutos, mientras el 1 de diciembre de 2006 eran solo 13 horas”, señala el economista de la Universidad Nacional Autónoma de México.
 
“El Instituto Mexicano del Seguro Social no quiere dar a conocer cuántas personas trabajan sin prestaciones. En 2004 eran 27 millones. Nosotros, utilizando la misma metodología, calculamos hoy 34 millones”, informa el coordinador del CAM.
 
A esto suma David Lozano la situación de los migrantes que ya no mandan dinero y eso está afectando a muchas industrias, como la de la construcción, y quienes vendían bienes y servicios a sus familiares ahora están quebrando. Expone que la situación en el medio rural es peor que en las ciudades pues han perdido en el sexenio el 44% de su ingreso y ahí no hay para donde hacerse, ya que no existen cruceros para vender cosas en la informalidad.
 
De hecho, de acuerdo con el estudio Pobreza, migración y remesas en México, elaborado por el CAM, el número de campesinos que no pueden comprar la canasta básica, llega a más de 28 millones 280 mil personas; sólo tres millones 954 mil familias del campo pueden consumirla con los actuales ingresos.
 
El incremento a los impuestos y a las gasolinas ha influido en este aumento de precios. Afirma el economista: “Se está demostrando que hay elementos de manejo de política presupuestaria que influyen en los precios, que no sólo es en qué se gasta el dinero si no cómo se adquieren los recursos”.
 
Asegura: “El nivel de empobrecimiento de la gente no es sólo por el ingreso, sino por la falta de control en los precios, por ejemplo en Baja California la tortilla está en 18 pesos el kilo. Varían mucho los precios no hay control”.
 
“En el sexenio de Miguel de la Madrid hubo ocho aumentos de emergencia, ahora no llevamos ninguno. Se pueden controlar los precios de los alimentos a través de subsidios para que se mantengan bajos y la gente tenga por lo menos para comer”.
 
Refuta a quienes dicen que los subsidios benefician más a los ricos que son los que más consumen: “Eso es un mito, ellos no consumen más alimentos, su consumo es proporcional a la cantidad de personas que son y son muy pocos”.
 
Vaticina: “Todavía falta ver cómo afectará la sequía del año pasado a los precios de los alimentos, pues hubo menos producción. A esto habrá que sumar las alzas en las gasolinas que son altamente inflacionarias”.
 
Por su parte el presidente de la Comisión de Desarrollo Social del Senado de la Republica, se manifiesta a favor de subsidiar los alimentos: “Absolutamente de acuerdo. Necesitamos garantizar las posibilidades alimentarias de la sociedad y el subsidio. Debo decirle, no es ninguna contradicción en los regímenes capitalistas, lo que pasa es que con todo este fundamentalismo político y económico se llegó a extremos terribles. En Estados Unidos se subsidia hasta el 60% de la agricultura, si usted tiene la virtud de defender el consumo, la alimentación, tiene mayor capacidad de fomento al mercado interno. Aquí no importa el mercado interno, se le apuesta a las exportaciones”, aseguró a Forum.
 
En la capital tapatía, de acuerdo al estudio Canasta básica e índice de precios al menudeo en la zona metropolitana de Guadalajara, de la Universidad de Guadalajara, el año pasado la canasta de 121 artículos esenciales para vivir se encareció casi 500 pesos, y ahora cuesta 5 mil161 pesos.
 
Simplemente, en octubre del año pasado, el presidente Felipe Calderón reconoció que “en México los datos muestran que la pobreza impactada por la crisis alimentaría primero y luego por la crisis económica, hizo que pasaran de 14 a casi 20 millones de mexicanos los que viven en lo que se llama pobreza alimentaria, es decir, una condición tal que no tienen ni siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos”.
 
Podríamos creer que apenas llevamos una inflación de poco más del 15% en el sexenio, como suele afirmar el Banco de México, siempre y cuando no fuéramos de compras. Lo cierto es que la comida está aumentando de precio y una buena parte de los mexicanos tiene problemas para adquirir los alimentos. No hay mejor caldo de cultivo para la inestabilidad que el hambre.
 
- Forumenlinea 196. Febrero de 2010. www.forumenlinea.com
https://www.alainet.org/es/active/36561?language=en
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