Buenos Aires, 7 de mayo de 2003 Señor Presidente de la República Argentina Dr. Eduardo Duhalde Permita, Señor Presidente, que alguien que desde hace algunos años se ha interesado por la suerte de los detenidos de La Tablada vuelva al asunto para interceder, esta vez, por el único de ellos que sigue en la cárcel. Me refiero a Enrique Gorriarán Merlo. Su avanzada edad y su delicado estado de salud constituyen, en mi opinión, motivos más que suficientes para que su situación penal pueda ser reconsiderada, sin perder de vista que un indulto, además de restituir a la sociedad argentina a un hombre indudablemente digno, contribuiría a la pacificación del país en un momento en que todo hace esperar que se cierre un ciclo de negatividad y se abra una nueva etapa social y política orientada hacia una real democratización de la comunidad de los argentinos. En la expectativa de una decisión que espero sea positiva, dejo aquí la expresión de mi respeto y consideración. José Saramago