Perú

El racismo sigue vigente en las noticias

Zoraida Portillo

08/04/2010

Opinión

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Las noticias con sesgo racista y discriminador campean en los medios de comunicación en el Perú. Un estudio realizado por la ONG Lundú (Centro de Estudios y Promoción Afroperuano) reveló que sólo en el segundo semestre 2009 se registraron 203 noticias racistas contra la población afrodescendiente.

Esta cifra significa que, en promedio, cada mes hubo 34 informaciones racistas contra este segmento de la población en los medios impresos.

El trabajo fue realizado por el Observatorio de Medios y Políticas Públicas de esa entidad con el fin de tener una idea cabal de cómo se expresa el racismo de la sociedad peruana contra los afrodescendientes en las noticias e informaciones.

Con ese fin, los especialistas de Lundú examinaron 1.104 ediciones de seis medios impresos, y encontraron que la mayor parte de los artículos discriminatorios tienen lugar en la sección de espectáculos y deportes, usando términos agraviantes que, a menudo, recurren a la comparación con animales como mono, gorila o gallinazo.

Aunque no fue motivo del estudio, la televisión tampoco se salva. Al conocerse el documento, presentado a la prensa el 21 de marzo, Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, personajes públicos, que son agraviados en razón del color de su piel, hicieron sentir su voz de protesta.

Una de ellas fue la vedette afrodescendiente Mónica Cabrejos, objeto de burlas constantes por la conductora de televisión y actriz Johanna San Miguel, quien incluso ha llegado a decirle públicamente "que se ponga un mandil y me sirva un café", según recordó Cabrejos a la prensa local.

Hace algunos meses, el diario El Comercio, el principal del país, pidió disculpa pública por un spot para publicitar unos encartes con recetas de cocina en el que presentaba a afrodescendientes como caníbales.

"La historia que se pretendió construir publicitariamente alrededor del concepto comer sano resultó a todas luces divorciada de nuestra línea editorial y del más elemental respeto por los derechos humanos, por lo que no nos hemos demorado en disponer su retiro de las pantallas televisivas", aclaró en aquella oportunidad.

El psicólogo Jorge Bruce declaró para el mismo diario que "usar un término que minimiza al individuo lo deshumaniza y eso permite que luego sea tratado de forma despectiva porque, de alguna manera, para quien discrimina, el otro ya dejó de ser un ser humano".

Pero los afrodescendientes no son las únicas víctimas del racismo y la discriminación en los medios peruanos.

La actriz quechua-hablante Magaly Solier, protagonista de la película peruana "La Teta Asustada", que estuvo nominada al Oscar, también fue objeto de un comentario discriminador en un programa de televisión, cuando en tono de broma una conductora se preguntó a qué iba a Berlín, 'tal vez a vender chullos', dijo entre risas.

En realidad, Solier iba invitada al Festival del Oso de Berlín, donde fue premiada la película. El chullo es una prenda típicamente andina. La animadora se vio forzada a ofrecer disculpas ante la andanada de críticas del público en las redes sociales.

Un artículo publicado el año pasado en el diario Correo, de escasa circulación, se hizo acreedor al título mundial del "Artículo más racista del año", otorgado por la organización inglesa Survival, de defensa de los derechos humanos de los indígenas en todo el mundo.

El escrito, elaborado por el periodista de derecha Andrés Bedoya, dejaba entrever su contenido racista desde el título: "Pobrecitos chunchos y otras torpezas". Chuncho es un término despectivo para referirse a los pueblos amazónicos.

En el texto, insinuaba al presidente García emplear napalm para acabar con las protestas de nativos amazónicos que ocurrieron en junio del año pasado y tuvieron un trágico saldo de 34 muertos. "No sé qué espera Alan que no prepara a su FAP (Fuerza Aérea) con todo el napalm necesario", afirmó.

El artículo, que usaba incluso palabrotas, se refirió en términos insultantes a las tres parlamentarias indígenas, denominándolas "vedettes de la cloaca parlamentaria".

"Me refiero a las congresistas que creo se apellidan Supaypahuahua, Cachachanca y Hatunracca. Les ruego me disculpen, pero tengo poca capacidad retentiva de nombres y no hablo una sola sílaba de quechua o aymara (o huitoto, o mayoruna, o jíbaro o aguaruna, para el caso)", escribió.

"La traducción de estos términos es terrible. Lo primero significa 'hija del diablo', Cachachanca, es 'patas sucias' y el tercero, 'sexo sucio'", tradujo para SEMlac Alberto Salas, ingeniero agrónomo quechua-hablante.

Otra variante del racismo es el sexismo, especialmente en los avisos publicitarios. Recientemente tuvo que ser retirado del aire un spot de una gaseosa, en la que aparecía en un diminuto bikini una conocida modelo, Tilsa Lozano, mientras un joven de terno y corbata decía: "esta cola la puedes tomar pero la de Tilsa no".

El anuncio mereció el rechazo de diversos sectores, que lo consideraron un atentado contra la dignidad de las mujeres.

El comunicador Fernando Vivas, columnista de El Comercio y especializado en temas de espectáculos, analizó el mensaje subliminal del spot. "... aquí la mujer vale por su trasero y el hombre —representado por un 'yuppie' mofletudo— por su solvencia profesional". "¿No vale nada el reclamo, extendido más allá del feminismo, para que las mujeres no sean representadas como un par de nalgas?", preguntó en su columna.

"Creo que el racismo en los medios es primero un reflejo del racismo en la sociedad y éste es alimentado —como en un círculo sin parar— por lo que se percibe en los medios", dijo a SEMlac Jacqueline Fowks, periodista de IDL-Reporteros y profesora de periodismo de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Ante nuestra pregunta sobre cómo educar a los futuros periodistas en el uso correcto del lenguaje, dijo que por lo menos en dos facultades de ciencias de comunicación se han instituido iniciativas que destacan, entre los estudiantes, los valores humanos de la comunicación, especialmente en la publicidad y televisión.

Informó que, en el caso concreto de la Universidad Católica, se está en proceso de obtener la acreditación internacional de la carrera de periodismo. "La entidad acreditadora incluye como uno de los ejes de evaluación el respeto a los derechos de las minorías, lo cual lleva tácita una sanción a cualquier actitud discriminatoria y racista en particular", explicó. Un buen intento de inculcar valores en los futuros periodistas.

La comunicadora Andrea Ratto fue muy tajante: "Si hacemos una encuesta entre los periodistas, muy pocos se reconocerán racistas, pero el racismo en los medios existe, está latente en la mente de muchos colegas" dijo a SEMlac.

Con experiencia en estrategias de comunicación y asesoría en publicidad y marketing para agencias publicitarias, añadió que le llama la atención "la competencia feroz por demostrar que somos blancos, que en nuestro árbol genealógico hay algún europeo o americano, eso no se da en otros países y, lamentablemente, ese sesgo 'se cuela' al abordar una información o estrategia comunicacional", precisó.

Fuente: http://www.redsemlac.net

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