Ginebra.- "Hay indicios crecientes de que existe una relación entre el aumento del consumo del tabaco y el libre comercio y la inversión extranjera directa", señala un informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, dado a conocer durante la 56ava Asamblea que se realiza en estos días en Ginebra.

El número de personas que utilizan tabaco creció de 1.1 mil millones en 1990 a 1.25 mil millones en 1998. Las beneficiarias del incremento del comercio mundial del tabaco son transnacionales como la Philip Morris, que en abril de 1996, declaraba que la "remoción de los obstáculos (comerciales) ampliará nuestras oportunidades de mercado".

 Para expandir sus negocios, las tabacaleras han contado con un gran aliado: la Organización Mundial de Comercio, cuyos acuerdos han facilitado la expansión del comercio global de productos tabacaleros por medio de reducciones significativas en las barreras arancelarias y no arancelarias. Igual papel han cumplido los acuerdos regionales y bilaterales de libre comercio como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, la Unión Europea, el MERCOSUR y otros.

La Philip Morris, confía que el TLCAN retirará casi todas las barreras al comercio de productos de consumo entre Canadá, México y Estados Unidos, lo que permitirá a la compañía adoptar una estrategia integrada en Norteamérica, y en consecuencia, espera que los costos disminuyan y su eficiencia aumente.

 Al ampliar el TLCAN a América Latina se eliminarán las barreras de importación no arancelarias que "impiden (a la Philip Morris) que entremos a los mercados" como el de Chile, señala el documento "Confrontando la epidemia en la era de liberalización comercial" publicado por la OMS.

Las transnacionales del tabaco obtienen jugosas ganancias con la muerte y la enfermedad. Cada año perecen 4 millones de personas a causa de las enfermedades asociadas al tabaco que comprenden cánceres de pulmón y de otros órganos, trastornos circulatorios y a afecciones respiratorias como el enfisema.

 Se calcula que a partir del año 2020 morirán 8.7 millones de personas anualmente, 70% de las cuales ocurrirán en los países en desarrollo. El "cigarrillo es el único producto que cuando se consume, de acuerdo a las instrucciones del fabricante, mata. El tabaco es una sustancia poderosamente aditiva y la industria tabacalera ha trastocado la ciencia, la salud pública y los procesos políticos, para vender un producto que convierte a sus consumidores en adictos antes de matarlos", señala la OMS.

Desde que se han intensificado los controles y se han reducido los mercados en los países industrializados, las compañías tabacaleras han adoptado agresivas estrategias para ampliar el comercio mundial y penetrar en los países en desarrollo.

"En el decenio de 1960 entraron en los mercados latinoamericanos, en el decenio de 1980 en los mercados de las economías de reciente industrialización de Asia, y últimamente, en el decenio de 1990, en los de África, China y Europa Oriental", apunta el documento de la OMS.

 Los vendedores de tabaco utilizan frecuentemente la Internet para promocionar su producto letal por cuanto la red de redes es automática, descentralizada y no conoce límites geográficos. Para el 2005 se calcula que los consumidores gastarán 5000 millones de dólares en productos tabacaleros comprados en línea.

Los fabricantes usan varios formatos para el mercadeo: no venden directamente sus productos tabacaleros sino que atraen a los consumidores con sitios entretenidos e interactivos que proveen un foro para persuadir a un "grupo selecto de consumidores".

 Utilizan banderines que están conectados a otros sitios web de tabaco, ayudando tanto a construir un sentido de comunidad pro-fumadores como un estilo de vida. También recaban información de los usuarios por medio de "cookes" para dirigir campañas a través de correos electrónicos individualizados.

 El blanco del enorme y costoso aparato publicitario de las tabacaleras es el público joven, comprendido entre los 14 y los 24 años, el cual constituye su mercado presente y futuro. Según la OMC, las dos terceras partes de los fumadores actuales se iniciaron en la adolescencia. Los mensajes publicitarios incitan a los jóvenes a fumar haciéndoles creer que si lo hacen van a ser sensuales, exitosos, chéveres, aceptados por su grupo, insolentes y muy machos. Muchos caen en la trampa tendida por las tabacaleras, pero el producto al que son inducidos a engancharse "lejos de ser un montón de hojas de tabaco enrolladas en tubos de papel, es un producto de ingeniería sofisticada diseñado para crear adicción y matar".

Es probable que la amenaza para la salud pública que supone el mercado mundial del tabaco se incremente como consecuencia de la tendencia general hacia una mayor liberalización del comercio y la inversión extranjera directa.

Para responder a esta amenaza, la Asamblea mundial de la OMS aprobó este 20 de mayo, el Convenio Marco para el control del Tabaquismo. Este instrumento internacional obligatorio contempla la prohibición de la propaganda de cigarrillos y aborda temas como el contrabando, los impuestos y la diversificación agrícola con el objetivo de fortalecer las capacidades de las naciones "para contrarrestar las tácticas mortales y engañosas de las compañías tabacaleras transnacionales, que trascienden las fronteras". El Convenio, que se aprobó pese a la resistencia de Estados Unidos y Alemania, entrará en vigencia una vez que sea ratificado por 40 países.