El Cono Sur ante los cambios de mandatarios

19/05/2003
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La elección de los nuevos presidentes de Argentina y Paraguay reflejan una suerte de continuidad pero con cambio en el cono sur. Tanto Néstor Kirchner como Nicanor Duarte son militantes de los partidos justicialista y colorado quienes han estado en el poder y previamente han sido los artífices de las mayores privatizaciones que han conocido sus respectivos países. Sin embargo, ambos tratan de diferenciarse de anteriores mandatarios de sus respectivos partidos. Duarte es muy crítico al saliente mandatario González Macchi y Kirchner compitió con Saúl Menem, quien administró Argentina en 1989-99. Ambos hablan de preocuparse por la cuestión social y la industria nacional, y cuestionan a los anteriores presidentes de sus respectivas fuerzas por haber ido muy lejos en los ajustes del FMI. Las nuevas administraciones de Asunción y Buenos Aires hablan de consolidar o ampliar al Mercado del Cono Sur (MERCOSUR). Duarte plantea integrar Paraguay también con la Comunidad Andina. La elección de éstos fortalece al proyecto del mandatario brasilero Lula para fortalecer al MERCOSUR e ir creando un bloque económico sudamericano que buscase negociar ante las tremendas presiones estadounidenses en la casi irresistible tendencia hacia crear una zona de libre de comercio de las Américas (ALCA) para el 2005. Desde el restablecimiento de formas de democracia multipartidaria en Argentina y Paraguay esta es la primera vez en que los presidentes de estas dos repúblicas son electos con menos del 40% de los votos válidos. Todos aquellos que previamente fueron electos para regir la Casa Rosada lo hicieron con alrededor de la mitad del electorado. Kirchner es el primero que llegará a ocupar ésta con una votación inferior al 25% e incluso habiendo quedado segundo. Menem tuvo la habilidad de haberse retirado de una segunda vuelta donde no tenía ninguna chance de ganar. Kirchner quiso utilizar ésta para transformarse en un Chirac porteño que aglutine tres veces más votos de los que sacó en la primera vuelta llamando a la unidad nacional contra la derecha dura. Con su maniobra Menem logra que Kirchner se convierta en presidente con un 22% y contando con una minoría parlamentaria. Argentina ha quedado muy golpeada por su tremenda crisis eco-social y tras las jornadas de protesta que en diciembre 2001 ocasionaron la caída de 4 presidentes. Los dos partidos del orden nacional han sido quebrados: los peronistas se han dividido en tres y los radicales se han pulverizado. La izquierda perdió una extraordinaria oportunidad y fue incapaz de presentar una alternativa unida y viable. La tendencia en el MERCOSUR es hacia gobiernos que den un giro social y proteccionista dentro de una política general de impulso a los capitales privados. La protesta laboral tratará de ser contenida por gobernantes como el argentino o brasilero quienes son respaldados por los principales sindicatos. Los modelos económicos en pugna. Tanto Lula como Kirchner están buscando anclar sus respectivas monedas con una paridad de alrededor de 3 a 1 con relación al dólar o al euro. Esta sería el primer paso para ver si fuera posible una moneda común del Conosur, tarea más difícil de lograr que la lograda por Europa debido a la mayor debilidad y dependencia de las economías sudamericanas. Teniendo al Paraguay de Duarte en el bando de quienes quieren consolidar al MERCOSUR, Uruguay no siente la libertad para ir hacia un acuerdo unilateral con EEUU. La nueva correlación de fuerzas en el cono sur podría crear un polo económico sudamericano que negocie con la Unión Europea y maniobre entre ésta y los EEUU. Brasilia busca dilatar el ALCA por unos dos años más. Para el PT brasilero y para la corriente peronista de Duhalde hubiera sido importante para consolidar dicho proyecto el haber logrado que se produzca una segunda vuelta a fin de producir una fuerte derrota de Menem. El ex mandatario argentino representa una fracción que propone acentuar la relación bilateral con EEUU y por ende debilitar pactos comerciales regionales y apoyar la política externa de Bus y los planes del FMI. Si Kirchner hubiese logrado crear un carga-montón contra Menem movilizando contra él a casi todo el resto de fuerzas políticas y a las organizaciones sindicales y vecinales, el ala pro-Mercosur hubiese logrado tener mayor legitimidad llegando al gobierno con más del 60% de los votos. Menem no quiso ser el Le Pen porteño. El Frente Nacional francés si quiso entrar en la segunda vuelta francesa aunque las hubiese perdido por que con ello se transformaba en un eje de referencia para la opinión francesa y obligaba a Chirac a adaptarse a algunas de sus demandas anti-inmigración a la para que hacía que la izquierda se desafile y se acople al programa de la derecha moderada. Esos hechos por sí solos implicaban un avance para la extrema derecha nacionalista gala. Menem, en cambio, no tenía mucho que ganar en una segunda ronda. Ya había estado una década en el poder y no buscaba generar un movimiento nacionalista ultra- derechista de masas. Al retirarse de la contienda aparece como un hombre que nunca ha perdido una elección y que obliga a su contendiente a hacer un gobierno débil y con poco respaldo electoral. Aunque le digan cobarde o lo busquen juzgar su posición de negociación y presión es mayor desde la posición que ha adoptado. El debate entre las dos fracciones del peronismo es algo que ha de darse en muchas partes del continente. La discusión es entre mejor ligarnos a la América norteña o mejor poner el norte en ir hacia una entente sudamericana. Por un lado hay quienes conciban que es mejor ir con el carro ganador de la hiper-potencia y buscar las ventajas comparativas de un acuerdo de libre comercio unilateral con Washington. Por otro hay quienes piensen que ello puede desarticular más la industria nacional y hacerles entrar a una relación en la cual el gran ganador es el poder del Norte. Las últimas elecciones del cono sur han favorecido a los segundos. Sin embargo, no tienen el monopolio continental y no son secundados por Colombia. Si los 'sudamericanistas' no logran sacar a sus economías de la recesión éstos quedarán jaqueados por una emergencia de pro-estadounidenses o por protestas sociales que pidan reformas sociales radicales. * Isaac Bigio ha enseñado política, gobierno y administración pública de América Latina en la London School of Economics. Actualmente es analista internacionalista y escribe para varios decanos de la prensa hispana.
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