Balance de la Caminata Campesina en Córdoba

05/05/2010
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Ana Agnelli es miembro de la Unión Campesina del Oeste Serrano (UCOS), una de las seis centrales que componen el Movimiento Campesino de Córdoba (MCC). Entre el 25 y el 30 de abril caminó más de 200 kilómetros junto a pequeños productores y campesinos que peregrinaron hasta la capital provincial para reclamar la entrega de títulos de propiedad, el reconocimiento de las tierras comunitarias, la suspensión de los desalojos y la aprobación urgente de la ley de bosques.

«El balance ha superado todas nuestras expectativas. Hemos tratado de ir dimensionado las repercusiones que ha tenido y hasta el día de hoy nos cuesta recobrar del todo eso que ha generado», dice. Saliendo del norte y oeste cordobés, visitaron escuelas, ofrecieron talleres, participaron de festivales y mostraron el fruto de su producción alimentaria. En la ciudad de Córdoba fueron recibidos por algunos legisladores, mientras que sólo pudieron acercarse a 200 metros del gobernador, Juan Schiaretti, ya que éste no los recibió y un vallado con 50 policías lo mantuvo lejos del campamento que montaron los integrantes del MCC para esperar su atención. Otras demandas que llevaron los campesinos fue la creación de una secretaría de agricultura campesina, leyes urgentes para las familias urbanas y la expropiación de tierras en remate.

«Uno de los objetivos era empezar a contactar y conocer gente de la región; muchas organizaciones se han encontrado, se han abrazado al Movimiento Campesino de Córdoba, se han solidarizado con la lucha y se han sentido, en muchos casos, identificados», comentó Agnelli. Esa identificación, explica, fue la que permitió que en cada pueblo siempre los estuvieran esperando.

―¿Podrías hacer un balance inicial de lo que fue la caminata campesina por el derecho a la tierra y la conservación de los bosques nativos?

Agnelli.―En relación a los reclamos y al petitorio, podemos decir que en el espacio en el que nos hemos podido sentar con los legisladores, algunos compañeros decimos que fue una verdadera expresión de educación popular, donde nuestros compañeros, delegados de las comunidades, pudieron expresar y sentir que realmente fueron escuchados. Y lograron mostrar cómo es la realidad. Eso se puede potenciar con una propuesta que hay de una mesa de gestión en el que estaría no sólo la intervención del movimiento campesino, sino de organizaciones urbanas que también están peleando por la tierra, además del Poder Legislativo y el Judicial. Para cada uno hemos presentado diferentes propuestas para que se reconozca al sector y poder reivindicar aquellas cuestiones en relación a las necesidades de los compañeros del campo.

―¿Es decir que han obtenido un compromiso por parte de los legisladores que los han recibido?

Agnelli.―Sí, ese compromiso está. Hicieron mucho hincapié en la ley de bosques, que viene siendo un tema recurrente en los medios. Nosotros somos parte de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo (COTBN), donde hay otras instituciones y organizaciones, y esa propuesta viene siendo considerada por los diferentes bloques con los que nos hemos sentado.

―¿Cuál fue la mayor satisfacción que tuviste a lo largo de la caminata?

Agnelli.―Hubo dos momentos a nivel personal: un momento en Capilla del Monte, en el que nos esperó en la ruta la Escuela Especial de Capilla del Monte y pudimos recorrer las calles con ellos, sintiendo que muchos mundos caben en este mundo, que podemos construirlo juntos; y después, el día que llegamos a La Perla, que es un museo de la memoria recuperado hace dos años, en donde los últimos 600 metros, después de haber caminado 220 kilómetros, los corrimos. Toda la columna los hizo corriendo, trotando, porque habían muchos compañeros esperándonos con los brazos en alto y sentimos que juntos podíamos llenar de vida ese lugar de tanta muerte, de tanto dolor; y creo que fue así. Llegar a Córdoba también fue un momento muy emotivo. La sensación de seguir estando de pie, de levantarse cada día y seguir caminando, de poder sentir que uno lo hizo con otros es uno de los aprendizajes que quedaron.

―¿Y la mayor frustración?

Agnelli.―No, creo que no hubo. Creo que hay muchas cosas para aprender, en la instancia más colectiva y asamblearia, seguramente van a haber cosas para poder mejorar y para poder aprender, pero creo que en general es muy positivo. Cuando hemos vuelto a nuestro pueblo las repercusiones han sido muy interesantes, desde un lugar que nos parece importante visibilizar lo invisible. El campesinado en Córdoba pareciera que fuera parte de lo invisible y esto ha demostrado que existen las comunidades, que existe la gente del campo y que son quienes le dan de comer a los pueblos.

―¿Qué lectura hacen de la negativa de Schiaretti a recibirlos?

Agnelli.―Está claro cuáles han sido los pasos del gobernador después de lo que ha sido su relación con los sectores más allegados al monocultivo de la soja: Sociedad Rural y Federación Agraria. Claramente están sus intereses por un lado; por el otro lado, nos parece interesante resaltar la falta de respeto del vocero del gobierno, quien adjudica que no hemos hecho un pedido formal. Nosotros teníamos hecho el pedido formal y estaba presentado en mesa de entrada. Está clara su negación y, nuevamente, la exclusión a este sector campesino que no se va a cansar de presentar propuestas y no se va a cansar de pelear por sus derechos.

―La caminata fue una de las actividades preparatorias del primer congreso del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), ¿con qué expectativas se dirigen a este encuentro?

Agnelli.―El congreso va a ser en octubre; a nivel nacional hemos ido generando distintos espacios de formación a través de cartillas para llegar a las discusiones más preparados. Creemos que la caminata ha permitido charlar esto de alimentos sanos relacionados con la soberanía alimentaria, el acceso a la tierra con la ley que nosotros hemos presentado a nivel nacional. Si bien cada provincia tiene particularidades en relación a la tenencia de tierras, creemos que es un conflicto transversal a cada una de las organizaciones que integramos el movimiento nacional. El espíritu del congreso es poder encontrarnos, poder definir acciones y líneas que sean pensadas conjuntamente, a través de consenso y de formación. Estamos preparados para seguir caminando.

― Un 90% de las familias campesinas nucleadas en el MCC están con la posesión de su tierra judicializada, ¿qué salida le ven a este tema?

Agnelli.―Cuando sale la Ley 9150, que implicaba poder llegar a un saneamiento de tierras, nosotros decidimos presentarnos. El movimiento tiene más de 300 presentaciones, ninguna mensura hecha. Esta es una de las reivindicaciones que le hemos hecho a los legisladores: existe una ley, pero con esa ley hace 4 años seguimos en la misma situación y no nos ampara, y mucho menos logra el objetivo que es poder regularizar la situación de las tenencia de tierras en Córdoba. Por otro lado, está clarísima la criminalización a los campesinos. ¿Qué quiere decir esto? El abuso de jueces, de policías, de abogados, tanto en los tratos como en los procedimientos que se llevan adelante en el campo. Una de las conclusiones es que estamos en un momento de resistir, de mucha resistencia en el campo, y eso se lleva a cabo en cada uno de los lugares. Llegará el momento de avanzar. Este, creemos, es el momento de resistir, porque la frontera agropecuaria viene avanzando sobre nuestros territorios.

** Días antes de la caminata, Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik conversaron con Susana Rosales, de la Asociación de Pequeños Productores del Noroeste de Córdoba (APENOC). El diálogo de esa entrevista también está disponible a través de esta agencia, aquí.

- Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik para la Agencia de Noticias Biodiversidadla.

Fuente: Agencia de Noticias Biodiversidadla http://biodiversidadla.org/content/view/full/56708

https://www.alainet.org/es/active/37906
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