El pasado 16 de junio en Panamá, fue sancionada la Ley 30, conocida como la Ley Chorizo la que modificó el Código de Trabajo, Código Penal, Código Judicial, así como la Ley Ambiental, Ley Orgánica de la Policía Nacional, Ley de Aeronáutica, Ley del Tribunal de Cuentas, Ley Migratoria, entre otras.

 

A pesar del rechazo del pueblo panameño que señaló en forma contundente su repudio a la iniciativa de Ricardo Martinelli, empresario dueño de la cadena de supermercados 99, además de contar con una reputación de supuesto "lavador de activos"; Martinelli procedió a cancelar en un solo decreto el derecho a la huelga y el requerimiento de licencias ambientales.

 

El pueblo enardecido ha respondido en unísono a la agresión de la elite de poder, la que cada día esta más anclada en ser peón de los intereses foráneos y en un abierto retorno a permitir que las tropas estadounidenses regresen a atrincherarse en ese país.

 

El arresto de 300 líderes sindicales y populares el pasado sábado 10 de julio en el Hotel Soloy de la Ciudad de Panamá, los que fueron liberados y posteriormente perseguidos en forma selectiva por elementos de la policía panameña. En la reunión se determinó convocar a un paro nacional para el día martes 13 de julio.

 

Mientras tanto la represión se ha ensañado en la provincia Bocas del Toro, donde se viene dando una huelga en los campos bananeros. Las manifestaciones han dejado dos víctimas, unos 120 heridos y más de cien detenidos como consecuencia de la violencia con que han sido reprimidos los manifestantes.

 

De paso se han sumado los indígenas Naso y Bugle, los cuales vienen padeciendo de la destrucción de sus territorios como consecuencia de la construcción de represas hidroeléctricas. Según un artículo publicado por El País de Costa Rica, han sido asesinados 7 miembros del pueblo Ngabe Bugles en las diferentes manifestaciones de protesta que se han dado en la provincia de Bocas del Toro (1).

 

Ricardo Martinelli asumió el poder en Panamá días después de haberse efectuado el golpe de estado en Honduras. Desde el inicio demostró su amplio apoyo por el gobierno de facto instaurado en Honduras como consecuencia del golpe preventivo perpetrado por los Estados Unidos en nuestro país, parte de la doctrina Bush que heredó Barack Obama y el que no ha vacilado en militarizar el istmo con el pretexto de la errática y trasnochada supuesta guerra contra el narcotráfico.

 

Panamá después de haber logrado recuperar su territorio, tras casi un siglo de ocupación estadounidense, ha finiquitado el legado de Omar torrijos, permitiendo de nuevo la presencia de bases militares del imperio.

 

Mientras tanto los líderes de FRENADESO se encuentran perseguidos por los esbirros de Martinelli; igualmente los trabajadores de las fincas bananeras de Changuinola. Panamá bulle en contra de la Ley Chorizo, prestos a defender su soberanía nacional y logros sociales que se ven mancillados a través de una distorsión jurídica.

 

Ricardo Martinellie está convencido que ese glorioso país pertenece a su cadena de supermercados. El día de hoy el pueblo panameño se apresta a darle una lección de democracia participativa.

 

La OFRANEH se solidaridad con Frenadeso, con los pueblos indígenas Nasos, Y Bugles, así como con los trabajadores bananeros y con todo el pueblo de Panamá

 

 

La Ceiba Atlantida, 13 de Julio del 2010

 

Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH