Algunas lecciones de Haití:

Necesidad de la cooperación para el desarrollo

23/08/2010
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“Algún día (…) nos levantaremos de un extremo al otro delpaís y haremos la asamblea general de los gobernadores del rocío, el gran cumbite de los trabajadores de la tierra para extirpar la miseria y plantar la nueva vida”
 
Jacques Roumain
Gobernadores del Rocío.
 
 
Uno de los acontecimientos que identificará el año 2010 tuvo lugar en sus comienzos. El 12 de enero, el largo sufrimiento del pueblo haitiano ha cobrado nuevas dimensiones y durará por mucho tiempo. Durante unos días, las noticias, sobre ese escenario colmaron los grandes medios de comunicación y también las miradas y reflexiones de muchos hombres y mujeres en el mundo que, desde sus lugares sintieron en su corazón la angustia de esa población que ha pagado con creces la osadía de querer ser independiente y antiesclavista. En una de las crónicas, una madre se preguntaba “¿Qué ha hecho Haití para merecer esto?”[1] Las lecturas a realizar sobre el acontecimiento mismo, su impacto y la forma y magnitud que ha tenido el enfrentamiento a esa catástrofe es necesario realizarlas con una mirada que, partiendo de Haití, irradie a la Cuenca del Caribe y al hemisferio y al mundo. Estas notas buscan reflexionar sobre las lecciones que nos ofrece Haití, lo que muestra y pone en evidencia, porque Haití es hoy un espejo en el que nos debemos mirar no solo los caribeños, sino todos los subdesarrollados y la humanidad toda.  
 
Primera lección: La seguridad de una nación, al igual que su prosperidad se construye cada día, para prevenir las amenazas y las catástrofes.  
 
Para entender el sufrimiento de la sociedad haitiana hay que relacionarlo con la gran vulnerabilidad de esa nación. Esta es,tal vez la verdad más difundida sobre ese país, sin embargo es necesario apuntar el problema desde su origen y sus causas.
 
Hay que hacer un viaje a su historia como única vía para entender el presente. Esa vulnerabilidad es el resultado de la situación colonial y neocolonial en la que se ha desenvuelto a lo largo de la historia y que se ha reflejado en la prevalencia de débiles estructuras económicas, políticas y sociales con permanente subordinación a fuerzas extranjeras. La historia de Haití, muestra la persistencia de fuerzas empeñadas en impedir el ejercicio de la imprescindible libertad para asegurar la formación del complejo tejido social que puede asegurar la capacidad multidimensional que actúe en beneficio de su pueblo. Libertad que buscó cuando pocos se disponían a luchar por obtenerla. Vaya pues el homenaje de la humanidad al martirologio que ha debido sufrir el pueblo haitiano por haber protagonizado la formación de la primera nación negra independiente y antiesclavista del hemisferio.
 
Haití no es pobre, Haití ha padecido de un sistemático empobrecimiento. Después de su libertad, no pudo reconstruirse por el pago que tuvo que realizar al gobierno francés de la época  para resarcirla de la pérdida de sus posesiones. A decir del Honorable Percival Patterson “Haití no saltó, fue empujada al precipicio”.
 
Posee recursos naturales entre los que se pueden señalar: tierra para la agricultura que si bien ha sido sobreexplotada, da sustento a su pueblo. El sector agrícola fue destruido por la imposición de políticas de libre acceso a los mercados internos haitiano, para los productores foráneos que producían en condiciones de mayor productividad. En los años 70 Haití cubría el 90% de sus necesidades de alimentos con la producción doméstica. A finales del siglo pasado estaba obligada a importar más del 42% de sus alimentos.[2] 
 
Haití posee recursos minerales, y al respecto, algunas fuentes señalan que su riqueza mineral no explotada incluye componentes de interés estratégico y escaso. ¿Cómo explicar que siendo poseedor de recursos naturales de alto valor de mercado, esta nación sea tan pobre?  
 
Haití posee una creación artística, identificada con sello propio en el mundo entre las de mayor valor tanto cultural como económico aunque no siempre reditúe a su origen lo que pudiera. Donde a decir de Nadége Dutardre “es un pequeño país donde los más grandes superlativos son posibles. La "Haití querida" de los poetas, la Haití del arte, la que el genio de los colores parece haber escogido para establecer su domicilio”.
 
Sin embargo, el comercio exterior de Haití esta concentrado tanto en su estructura geográfica como por productos. Más del 80% de las exportaciones haitianas están dirigidas a EEUU, y alrededor del 50% sus importaciones provienen de ese país.   Más del 85% de sus exportaciones son productos textiles y de cuero; 3% de productos químicos y 3,5% de productos agrícolas.  Esa información debe complementarse con el hecho de que 13 de los 15 sectores económicos más importantes de Haití tienen como inversionista principal a importantes consorcios estadounidenses. Tal es su valor que 9 de los 13 sectores están controlados por Lynx Air International, Inc; Atlantis Holdings LLC; Heritage Galerie Inc,[3] 
 
Cuando se observan con detenimiento los indicadores macroeconómicos de Haití, salta a la vista la conducta demostrada en algunos epígrafes: el ajuste de sus gastos fiscales, quedan reducidos a bajas  proporciones con relación al nivel de los ingresos, o con niveles de déficit considerados manejables aunque no puede estimular la demanda interna; ha mantenido una persistente depreciación monetaria que abarata las exportaciones con lo que suponen que tendrán mayor posicionamiento en el mercado aunque al costo de desvalorizar su fuerza de trabajo provocando un mercado interno cada vez más empobrecido. También ha realizado un esfuerzo por mantener la inflación bajo control, evidenciando una disciplina financiera con fiel apego a las recomendadas por las instituciones financieras para ser beneficiados con flujos de capital, aunque ha dejado de ser sujeto de crédito y receptor de inversiones. 
 
Tal vez la explicación a estas contradicciones está en que Haití, por aplicar el recetario neoliberal con exquisita disciplina, ha debido padecer una persistente contracción económica, insuficiente desarrollo agro - industrial, déficit crónico de la cuenta corriente de la balanza de pagos, reducción sistemática de sus reservas internacionales, ausencia de capacidad tecnológica competitiva y 52 % de analfabetismo, así como precarios sistemas de salud y educación que respalden una población competitiva, demostrado en los elevados niveles de mortalidad materna e infantil y una muy pobre esperanza de vida. Con el 75% de la población viviendo en condiciones de pobreza, y una altísima concentración del ingreso, no puede pensarse en el desarrollo.
 
Table 1: Socio-economic indicators
 
            Haiti                LA&Ca
 
Consumo electricidad (kWh per cápita)                         37                    1,715
 
Servicios de salud urbana (% población)                        30                        77
 
Agua corriente (% población)                                         54                        91
 
Esperanza de vida al nacer, total (años)           60                          73
 
Malnutrición (% de niños menores de 5)                     19                            5
 
Tasa de Mortalidad menor 5 (por cada 1,000)                  80                        26
 
GDP per cápita (precios constantes 2000 US$)
 
1980                                                              804                      3,683
 
2008                                                              410                      4,767
 
Tasa de Inflación   2001-2009 (annual %)                      15                           6.1
 
Fte: UN/DESA basado en World Development Indicators On-line.
 
 
 
Una de las consecuencias de este impresionante subdesarrollo ha sido la migración que alcanza hoy niveles significativos. Según algunas fuentes, la diáspora haitiana se encuentra en el orden de 2 millones de personas en todo el planeta cuyos principales países de recepción son Estados Unidos (1 millón) y Canadá, países industrializados más próximos a Haití. También emigran a República Dominicana, principalmente para cortar caña de azúcar (los braceros) y a Francia y a otros territorios del Caribe, como son Guadalupe, Martinica y Guyana. [4]   
 
Las condiciones de inseguridad en que se producen las corrientes migratorias procedentes de Haití, inhibe la posibilidad de hacer consideraciones argumentadas al respecto. Para Miguel Villa y Jorge Martínez Pizarro  “El conocimiento científico ¾como las acciones que de él se deriven¾ no puede construirse sólo sobre la base de percepciones, aspiraciones, inquietudes y preocupaciones, en especial si no tienen un claro sustento empírico.  La falta de información apropiada, oportuna y relevante ¾que conspira en contra del conocimiento de la migración internacional y de la posibilidad de actuar sobre ella¾se origina principalmente en las limitaciones de las fuentes de datos, que configuran la esencia de la “indocumentación” en este campo.[5]
 
 Según señala Gotson Pierre, la emigración desatada inicialmente por las consecuencias de la llegada al poder de François Duvalier en 1957, se transformó después en emigración fundamentalmente económica. En marzo de 2006, la Comisión económica de las Naciones Unidas para la América latina (CEPAL) clasificó a Haití entre los nueve países de la región con mayor tasa de emigración.[6] Efectivamente, Según el World Finance Report, las remesas han tenido una tendencia creciente que rebasan mil millones de dólares al año, lo que representa un 24% del Producto Interno Bruto (PIB). Las transferencias de los haitianos del extranjero hacia las familias que residen en Haití están destinadas exclusivamente al funcionamiento diario de los hogares, por lo que entran al ciclo económico por el lado del consumo y no por el lado de la producción que es lo que permitiría activar realmente la economía del país.  
 
Haití, como muchos otros países del continente y del mundo, ha estado destinada a ser fuente de mano de obra barata, reserva de recursos para los momentos oportunos y punto de enclave para la geoestrategia de seguridad de sus vecinos del norte. 
 
Pero ese no es un acontecimiento reciente.Juan Bosch nos dijo hace mucho tiempo que “La historia del Caribe, es la historia de las luchas de los imperios contra los pueblos de la región para arrebatarles sus ricas tierras; es también la historia de las luchas de los imperios, unos contra otros, para arrebatarse porciones de lo que cada uno de ellos había conquistado y es por último la historia de los pueblos del Caribe para libertarse de sus amos imperiales”[7]
 
Segunda Lección: La denominación de “Estado Fallido” es una construcción ideológica geopolítica inadmisible y de incalculables consecuencias. El subdesarrollo no es un estadío de las economías y sociedades. La división y reparto del mundo en áreas de influencia por los países centrales y su predominio sobre los subdesarrollados es un hecho que no puede ser ignorado.  Para que exista el tipo de desarrollo capitalista que hoy prima en el mundo, muchos países han debido ser reservorios de otros, suministradores  de materias primas y mano de obra barata.La historia ha demostrado que en los países subdesarrollados y Haití es una muestra, se ha producido una despiadada expoliación de sus recursos, las fuerzas dominantes han quitado y puesto gobiernos, han cercado  y entorpecido los esfuerzos de naciones enteras.  A decir de Andre Gunder Frank “Si fuera solo una relación externa que nos quita parte de lo que producimos la podríamos aguantar. El meollo del problema reside en cómo la dependencia externa involucra igualmente las relaciones internas hasta el punto que forma la estructura de clases y poco menos que determina las políticas de las capas altas y medianas, y con eso también las bajas”[8].    
 
La categoría de “Estados fallidos” ha sido fabricada para justificar la intromisión en las naciones pobres pero que disponen de riqueza natural indispensable para el sostenimiento de la economía real y avalar cualquier acción que sustituya a los gobiernos constitucionalmente pero hacerlo legitimados frente a la opinión pública. En virtud de esos conceptos  durante gran parte de su historia, Haití ha sido intervenido por fuerzas  foráneas, se han quitado y puesto gobiernos, para que todo sea funcional a su dominación y la comunidad gubernamental participante en Naciones Unidas se ha comprometido con todas esas decisiones.  MINUSTAHserá registrado en la historia como la prueba más evidente de la complicidad de los gobiernos del hemisferio en la violación de la soberanía y la integridad de esa nación. Su finalidad formal era apoyar la gobernabilidad en Haití, establecer “control” y consecuencias positivas en los ámbitos políticos, económicos y sociales y, para conseguirlo, se ha utilizado la fuerza. 
 
A raíz de los últimos acontecimientos en Haití, el gobierno de los EEUU se sintió una vez más en el derecho de actuar por encima de la voluntad de los habitantes de ese pueblo, utilizando el nombre ya desacreditado de las Naciones Unidas, invadiendo, y generando un estado de caos que sirviera de acicate al gobierno para pedir el auxilio. Todo el andamiaje desplegado por los medios de comunicación se monto para explicar a la opinión publica que la ingobernabilidad generaría un holocausto mayor y por ende, la intervención estaba  justificada. Se repite la historia de Irak, Afganistán, como antes se justificó Granada, o Panamá, o Santo Domingo y tantos otros países que están en la lista de las intervenciones unilaterales de EEUU en el hemisferio y el mundo.[9]
 
Didier Dominque, dirigente de la asociación de sindicatos Batay Ouvriye, señala: “Haití está siendo destruido por intención explícita de quienes construyen paulatinamente un bolsón de mano de obra barata para sus propósitos capitalistas. El estado de severa destrucción social habilita el argumento de la ayuda de la comunidad internacional desde parámetros hegemónicos que solapan un proyecto de explotación como son las zonas francas y su conjunto de maquiladoras”. [10] Haití no es un estado fallido. Todo ha sido articulado para justificar las acciones que lo obliguen a cumplir el papel que le ha asignado la potencia a la que esta subordinado.
 
Tercera Lección: el predominio de intereses geoestratégicos de las principales potencias mundiales  en la Cuenca del Caribe ha impedido la conformación de un proyecto autónomo, tanto individual como del área regional en su conjunto.  
 
Como hace 200 años las grandes potencias siguen tratando de controlar Cuba, Jamaica, La Española  (Haití y Rep. Dominicana) y Puerto Rico.   ¿Por qué se está desplegando esta ofensiva? El asunto es de trascendencia extraordinaria. Estamos asistiendo a la formación de un protectorado en nombre de la urgencia que genera la asistencia para la recuperación del país. 
 
¿Qué factores políticos están determinando esta actuación? Pudiera pensarse en la necesidad de las fuerzas ocupantes de asegurar el control sobre el ordenamiento político que emerja en Haití después del caos. La compleja situación política interna derivada del agudizamiento de las condiciones de sobrevivencia y las coexistencia de distintos actores foráneos que están presentes en Haití pudieran derivar en una situación de inestabilidad que no resulta aceptable a sus potencias vecinas. La posibilidad de oleadas migratorias, son razones o excusas suficientes a su patrón analítico para justificar una intromisión en los asuntos internos de otros estados. Por otra parte, la mayor potencia del hemisferio necesita contener el avance de las ideas de otras fuerzas que se levantan en el continente ejemplo del cual es el proyecto ALBA y la influencia humanista cubana por compartir su dolor cotidiano a través de los médicos que los han asistido y forman parte ya de su geografía social. 
 
¿Cuáles son los factores económicos que compulsan a ejercer un control de esta naturaleza? Valdría destacar, en este contexto, que mantener el control sobre los recursos naturales, minerales y agrícolas así como de la producción textil y cuero, que es el 85% de las exportaciones haitianas es un factor a considerar, de indudable valía. La inclusión de la mano de obra barata en condiciones precarias en las cadenas productivas que reclaman fuerza de trabajo no calificada es un requisito para obtener una alta productividad. Los altos niveles de desempleo de esta isla, la hacen ocupar un lugar preferencial para este tipo de inversiones.  Ese es el papel que le ha sido asignado a Haití por las cadenas productivas en las que participa. Estos acontecimientos han tenido los mismos resultados que la invasión a Irak, Afganistán, así como otras zonas que cuentan con recursos estratégicos. Mantener el control sobre los recursos naturales para su explotación en el momento conveniente.
 
¿Cuáles otros factores de seguridad podrían están presentes? La preservación del control sobre el Paso de los Vientos que permite la entrada al Mediterráneo caribeño y la necesidad de controlar el tránsito naval y aéreo entre el Atlántico y el Pacífico no resulta negociable para la primera potencia del hemisferio, teniendo en cuenta que es parte de lo que siempre ha considerado la jurisdicción sobre su frontera. No es menos relevante, el papel que tiene esta isla en el cordón militar que ha ido fortaleciéndose alrededor de la Circunvalación de la Cuenca del Caribe. Ese control ha sido declarado necesario para múltiples fines que van desde la prevención de oleada de refugiados hacia EEUU; la lucha contra el terrorismo, incluido el tráfico de drogas y de armas; la prevención de cualquier agresión real o imaginaria que resulte funcional a los intereses de los distintos actores. 
 
Estamos presenciando una nueva era de gobierno hemisférico de EEUU que pretende consolidar la nueva administración de ese país. Se trata de la primera intervención de envergadura de la IV Flota, desde su restablecimiento poco tiempo atrás. Es una fuerza militar experimentada y preparada para intervenciones “humanitarias”. Esta ocupación ha sido apoyada por otros que han olvidado su contribución a la independencia del continente. Haití pues no es la excepción sino el primer capítulo de una nueva serie pautada por el posicionamiento militar en toda la región. Como hace dos siglos, las potencias centrales se sienten en el derecho de asegurar su hegemonía política y económica con su dominación militar.
 
Cuarta Lección: No hay acciones previsoras para garantizar la sobrevivencia de la humanidad, especialmente la que vive en el área subdesarrollada del planeta, cuando los eventos extremos serán la variable más importante en las próximas décadas.   La cadena de acontecimientos similares en varios puntos del planeta y del hemisferio en particular nos anuncia que estamos apenas en el inicio de una nueva realidad climatológica con la cual deberemos aprender a vivir y el terremoto de Haití es una demostración.
 
Muchos análisis realizados sobre las características de los subsuelos del área caribeña han indicado la posibilidad de accidentes de diversa índole. En virtud de ello, han sido ofrecidas diversas explicaciones acerca de la naturaleza del fenómeno que aconteció y había sido alertada la eventualidad de los acontecimientos ocurridos. No se debieran ignorar las características de la naturaleza cuando se deciden, proyectan, se fortalecen o permiten los asientos poblacionales. No esta incorporada en la práctica cotidiana de nuestras poblaciones ni en la acción de los gobiernos, la prevención de estas catástrofes a pesar de que los estudios de los expertos indican el agravamiento que estos eventos extremos ha ido teniendo en nuestras áreas. En el 2004 miles de personas perdieron la vida en una tormenta en Haití, de la misma forma en las dos tormentas del 2007 y en los cuatro huracanes del 2008 cientos de personas han recibido el dolor y la muerte. Pero esto también ha tenido lugar en otras islas del Caribe y en territorios continentales como Centroamérica.  
 
Según distintos medios, se ha señalado para el año 2020 - 2025, una parte significativa de la población global tendrá problemas para acceder al agua potable.  El cambio climático, el calentamiento global; el incremento del nivel de los mares, de los fenómenos como los terremotos que están teniendo lugar, producto en una apreciable medida por las agresiones contra la naturaleza, presenta graves afectaciones para la sobrevivencia de millones de seres que viven hoy en islas o cercanos a las costas. 
 
No se trata de oleadas de migraciones o de refugiados, se trata de millones de seres errantes porque se quedaron sin hogar, sin nación, sin país. La falta de previsión en casos reiterados se ve reflejada en el abandono de millones de seres humanos a su suerte. En esas condiciones, los gobiernos del orbe demuestran una evidente incapacidad para atender las necesidades de la civilización humana cuando en Copenhague no lograron un entendimiento mínimo para poder contener las consecuencias de las actitudes irresponsables contra la propia civilización. 
 
Quinta Lección: el multilateralismo contemporáneo está demostrando incapacidad para atender las grandes urgencias de la humanidad.  La desconexión y descoordinación en la atención al desastre ocurrido en Haití, pone en evidencia las dificultades que enfrentan el diálogo y la concertación internacional.
 
El diálogo del sistema mundial intergubernamental necesita ser repensado y redimensionado en sus prácticas. Las decisiones que adoptan no tienen carácter vinculante, o sea no son de obligatorio cumplimiento con lo cual no hace más que producir pronunciamientos generales con un relativo valor político y de escaso respeto por los propios participantes. La supremacía de las grandes potencias mundiales en los debates y decisiones de los foros y su capacidad de veto en el consejo de seguridad, ha ido descalificando y deslegitimando esa instancia de negociación. Copenhague y las negociaciones sobre el medio ambiente y el cambio climático es una demostración de la incapacidad del multilateralismo contemporáneo para atender las necesidades de la civilización humana. Las fuerzas del MINUSTAH[11], formadas al amparo de la resolución 1542 emitida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 30 de abril de 2004, operan en Haití, sin que haya podido cambiar el escenario de esa nación, entre otros motivos porque no está en su mandato ni en su capacidad erradicar las causas que las provocan.
 
De la misma manera, la Ronda de Doha, auto titulada “Ronda del Desarrollo” no ha podido mostrar resultados en dialogar acerca del ordenamiento del comercio internacional y los principios elementales que lo deben regir. Otro ejemplo que constata ese hecho se refiere a que, en un mundo cada vez más interconectado y con una alta capacidad de transferencia de los efectos en los mercados volátiles, las instituciones multilaterales financieras no pudieron prever la crisis sistémica que tiene hundidas a las economías del mundo.
 
Por otra parte, en la actualidad se ha ido gestando un multilateralismo paralelo al sistema de las Naciones Unidas y es el formado por el gran capital. Davos y sus similares han ido fortaleciendo un sistema multilateral privado y con capacidades de accionar en lo que al comportamiento de los mercados se refiere porque asumen consensos en virtud de los intereses de las mega-corporaciones, presentes en el foro. En este contexto, los determinantes del pensamiento son diferentes por lo que será más difícil encontrar rasgos de responsabilidad frente a acontecimientos como los ocurridos en Haití.  
 
Haití nació a la independencia endeudado. Ese compromiso fue concebido para "compensar" a Francia por la pérdida de sus esclavos, los nuevos ciudadanos de la primera república libre en el hemisferio occidental y la primera república negra en el mundo. Haití comenzó a pagar en 1825 y no terminó de saldar esta deuda hasta 1947. De todo eso ha sido cómplice el sistema multilateral intergubernamental.
 
Sexta lección. Hay que reinstaurar la cooperación para el desarrollo y no el asistencialismo. La asistencia no es justicia.
 
Hoy se necesita de un nuevo sentido de la cooperación, sin lo cual Haití, o África o cualquier país pobre y subdesarrollado no podrán enfrentar su pobreza ancestral y ponerse en condiciones de ofrecer a su sociedad el disfrute de sus riquezas. Hoy como nunca antes se necesita de una cooperación creativa, de nuevo tipo que permita potenciar y desarrollar las fuerzas de cada país. No se trata por tanto de producir sólo una asistencia humanitaria de urgencia,  sino contribuir a crear y restablecer capacidades productivas generadoras de fortalezas endógenas y que den sostenibilidad a su modelo de crecimiento y desarrollo económico y social.
 
Haití necesita la solidaridad de toda la comunidad internacional pero no se trata de que Haití retorne a su estatus antes del terremoto. Se trata de contribuir con la sociedad haitiana a refundar su economía, su estructura productiva, su infraestructura de salud, educación, ciencia. “El respaldo internacional es esencial para impulsar a Haití hacia un nuevo patrón de desarrollo real, pero el gobierno y el pueblo haitiano deberán ser los mayores protagonistas de la reconstrucción de su país y de sus destinos”.[12]La larga historia de intervenciones y ayuda externa no ha resultado en avances de bienestar para sus pueblos.
 
Según diversas fuentes, el gobierno haitiano ha estimado que serán necesario 11.5 mmm de usd para la reconstrucción del país. 50% de los recursos deberán ser destinados al programa social, 17% a la infraestructura y 15% al medio ambiente y al manejo de desastres naturales. Téngase en cuenta que aunque los números no son iguales en todas las fuentes, se estima que las pérdidas se encuentran en el orden de 7.9 mmm USD y representa el 120% del PIB haitiano. 
 
Un elemento de singular relevancia ha sido el llamado a la condonación de la deuda haitiana por parte de sus acreedores. Hablamos de un gesto político de perfil divulgativo y de significación contable porque limpia las cuentas de los acreedores de una deuda que objetivamente no pueden seguir cobrando. A eso habría que añadir la legitimidad de esa deuda debido a que tanto por el momento del otorgamiento como por el destino que tuvo no aportó nada a esa sociedad que ha debido asumir los compromisos de los gobernantes que saquearon sus riquezas. En cualquier caso, de todas formas, ese gesto permitiría a Haití que sus cuentas también sean oficialmente saneadas y ser formalmente sujeto de crédito.
 
Partiendo de la premisa de que no es el capital el que gesta el trabajo sino el trabajo el que genera la riqueza, dos componentes de la estrategia económica de la reconstrucción seguramente deberán tener una amplia prioridad. Ellos son la inversión productiva y el empleo. Tal y como han planteado diversos expertos, entre los sectores prioritarios que pueden producir mayor aceleración del movimiento productivo y consecuentemente en la acumulación están la agricultura, la reforestación, la manufactura ligera y los servicios, además de la reconstrucción de las viviendas que son actividades productivas que aportan al crecimiento económico, generan puestos de trabajo y encauzan la construcción del capital social. Tal y como señala Ethan Katz no se trata de gestar empleo de mano de obra barata, que ha perjudicado históricamente a Haití, ha estratificado la sociedad y ha reproducido la difícil situación de pobreza en la que se ha perpetuado.[13]
 
LOS AMBITOS DE LA CULTURA. Entre los lugares más afectados se encuentran escuelas, universidades, bibliotecas, galerías, archivos que requieren una urgente reconstrucción para lograr que el patrimonio cultural sea preservado.  Las autoridades haitianas han identificado entre los sectores claves para el proceso de recuperación, a la cultura en general y las artes visuales y las artesanías en particular.  Eso hace situar la atención en una esfera que tradicionalmente se ha visto como un gasto y no como una inversión productiva dinámica que otorga rápida recuperación a la economía.     
 
La producción de bienes y servicios cul­turales es un sector económico en el mun­do, en el hemisferio americano, en la región latinoamericana y en Haití. Según estadísticas del Centro de Comercio Internacional el mercado mundial de bienes y servicios culturales en general y de artesanía en particular mueve cifras del orden de varias decenas de miles de millones de dólares y según diversas fuentes, es uno de los sectores más dinámicos de la economía mundial. Por ello esta llamada a ser una de sus grandes fuentes de energía renovadora y para ello es necesario poner en juego el entramado integral y multidimensional que asegure el ciclo de su reproducción que va desde la creación hasta el consumo. 
 
La cultura haitiana, expresada en su artesanía, su literatura, su música, su plástica, su cine es de una fuerza tal que ha logrado reconocimiento internacional en todos los continentes. De ello hablan los Festivales de Cine Haitiano en Montreal, la presencia de importantes artistas plásticos de esa nación en exposiciones y galerías de rango mundial. La artesanía haitiana, tanto utilitaria como ornamental participa en el mercado mundial de exportaciones de estos bienes con alta calidad y rigurosidad profesional en su producción.  
 
Pascual Buleon destaca este hecho en el Atlas del Caribe cuando señala: “De todas las pinturas del Caribe, la haitiana es, sin duda, la más conocida en el mundo. Es una pintura reconocida y emblemática en gran parte de la región. En ella se distinguen diferentes escuelas, estilos, y casi los maestros. El pueblo humilde de Haití, tantas veces maltratado, se reconoce en ella y en las otras islas disciernen situaciones y paisajes. Un cuadro de Préfete-Duffaut, de Hector Hyppolyte o de Petion Savain puede alcanzar una cotización muy elevada en las salas de ventas de Nueva York, Paris o Londres.”[14]
 
Con toda razón, la UNESCO ha planteado enfáticamente su preocupación por el saqueo de arte haitiano que estaba teniendo lugar luego del terremoto y ha llamado a todas las instancias para que impulsen acciones que impida la pérdida de esa riqueza. También están teniendo lugar otras acciones, tales como el Proyecto Arte por Haití y Chile donde se subastan obras donadas por pintores para los recursos lleguen a Haití.[15] Otros movimientos han impulsado los aportes para la reconstrucción de la Fábrica social, cultural e intelectual de Haití, anunciada desde la UNESCO. 
 
Teniendo en cuenta que la pintura haitiana ha ganado un prestigio internacional y ocupa lugar destacado en galerías europeas y estadounidense, así como una producción artesanal tanto ornamental como utilitaria, de excelencia reconocida por la UNESCO, además de una producción audiovisual destacada, tal vez sería posible impulsar con el patrocinio de la UNESCO, en colaboración con IFACCA y otras organizaciones internacionales y con la participación directa de sus creadores y de la diáspora caribeña en todo el mundo, un movimiento mundial en Pro del arte haitiano que permita generar ingresos para la reconstrucción del país, especialmente de la salvaguardia del patrimonio, los centros de enseñanza artística y de la cultura popular tradicional. Un movimiento de solidaridad con la cultura haitiana que reditúe a su pueblo y que haga reconocer el valor cultural y económico de su creación artística y literaria. Las subastas, las galerías, las feria exposiciones, todos los centros de comercialización del mercado del arte pudieran demostrar por esta vía de forma concreta su solidaridad y compromiso con lo mejor del arte universal.
 
El potencial turístico y el potencial cultural son los recursos del Caribe más recientes, extendiendo sus marcas en casi todos los países de la zona, como lo hizo en su tiempo la “edad del azúcar”.[16]  Haití no solo no es una excepción, sino es una muestra fehaciente de esa realidad.
 
PARA CUBA………
 
La solidaridad, la cooperación y la complementariedad constituyen principios de las relaciones políticas, económicas y sociales de la nación cubana. Su vocación latinoamericanista y caribeña esta por fuera de toda duda. Así lo ha demostrado a lo largo de su historia y su práctica cotidiana en los últimos 50 años, basada en el respeto mutuo a la soberanía, la independencia y la integridad territorial. Haití ha estado siempre en el centro de la cooperación Sur-Sur cubana y lo ha demostrado antes, durante y con posterioridad al terremoto que lo asolara.Este país ocupa un lugar privilegiado en el historial de relaciones de colaboración y solidaridad que por más de 33 años ha desarrollado hacia los pueblos del Caribe.
 
Un resumen apretado de la colaboración de Cuba con Haití [17] destaca que el 4 de diciembre de 1998, por solicitud del Gobierno haitiano y debido a las devastadoras consecuencias del paso por ese país del huracán George comienzan a arribar a Haití los primeros médicos cubanos. Una rápida revisión de las estadísticas de los programas de cooperación que la Mayor de las Antillas opera en la nación haitiana refleja el interés del Gobierno cubano porque la colaboración entre los dos países se acelere y sea cada vez más fructífera.  Así tenemos que en materia de programas de salud y educación, las cifras son realmente impactantes:
 
-          de un total de 1359 colaboradores cubanos en el Caribe, el mayor número está en Haití , son 648, que se desglosan de la siguiente manera: 481 en programas de la salud, 21 en educación, 18 en la construcción, 14 en la agricultura, 30 en la industria azucarera, 78 en la industria básica y 5 de la industria siderometalúrgica
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-          desde 1961 se han graduado en Cuba 2 418 jóvenes del Caribe, hasta el curso 2005 -2006 la cifra más alta de graduados es para Haití con 584, 16 en el nivel de técnico medio y 568 en el superior, significándose que junto con las brigadas médicas cubanas laboraban en septiembre de 2007, un total de 266 médicos haitianos graduados en la Mayor de las Antillas
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-          actualmente estudian en Cuba 3 070 jóvenes caribeños, de nuevo Haití ocupa el primer lugar de procedencia de estos estudiantes, con 780 y de ellos 574 estudian Medicina , 17 carreras relacionadas con la salud y los restantes 189 otras especialidades
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-          en lo relativo a Enfermería hay actualmente 480 estudiantes del Caribe, y de ellos solo 7 proceden de Haití
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-          está propuesta la creación de 10 Centros de Diagnóstico Integral (CDI), sólo uno está funcionando, y se trabaja en la localización de otras 9 instalaciones para su habilitación
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-          se han dado más de 12 millones de consultas, fueron vacunadas casi un millón de personas y se han salvado más de 220 000 vidas humanas, se han hecho más de 95 000 partos y casi 190 000 operaciones quirúrgicas
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-          como parte de la Operación Milagro se han realizado en el Caribe, 30 098 operaciones y de ellas, el mayor número corresponde a Haití, donde hasta marzo de 2008 se han operado 17 499 pacientes, de ellos 921 en Cuba y los restantes 16 578 en dos centros oftalmológicos y un punto móvil 7 172
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-          en lo referente al programa de alfabetización Yo sí puedo, creado por la profesora cubana Leonela Inés Relys Díaz que posibilita que los iletrados aprendan a leer y escribir en 65 días se plantea que en el caso de Haití, este programa tiene como objetivo enseñar a leer y a escribir a un aproximado de 3 millones de haitianos en edades entre 14 y 50 años, lo que representa el 49 % de la población.
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El año 2007 finalizó con 109 972 alfabetizados por radio y más de 49 296 de forma semi-presencial para un total de 159 268. 19 asesores cubanos se ocupan del proceso de implementación del programa y el costo aproximado de la campaña de 2007 -2010 es de 180 millones de dólares. Y finalmente en el programa de la llamada revolución energética, específicamente en el cambio de las lámparas por los llamados bombillos ahorradores hasta marzo de 2008 han sido contactadas 1 029 464 viviendas, instalándose 2 863 678 bombillos incandescentes lo que ha implicado un considerable ahorro de reducción del consumo eléctrico
 
Y en eso llegó el ALBA.
 
El ALBA es un mecanismo integracionista en la que participan siete países, sin embargo, a su amparo y filosofía se han desarrollado proyectos de cooperación de alta significación para los países del Caribe y otros. La conformación de la red de acuerdos en materia energética y de salud ha resultado de suma importancia para los países participantes, sean o no miembros del esquema de integración.   Toda la actividad de cooperación y de ayuda que brinda Cuba al noble pueblo haitiano ha sido potenciada por el surgimiento y desarrollo del ALBA.  Acorde a sus documentos fundacionales, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) se basa en la creación de mecanismos para implementar ventajas cooperativas entre las naciones que permitan compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio.  Es una propuesta para construir consensos que reconsideren los acuerdos de integración con el fin de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida en los pueblos.
 
En este entendido y amén de las buenas relaciones entre Venezuela, Haití y Cuba,  se ha ido conformando un triángulo de cooperación Cuba-Venezuela-Haití, para lo cual el gobierno bolivariano otorgó a Haití, un fondo de ayuda humanitaria de 20 millones de dólares para proyectos de cooperación en salud, educación, electricidad, agua potable, seguridad alimenticia y combustibles.  La tercera Cumbre Presidencial de PETROCARIBE, celebrada en Caracas del 10 al 11de agosto de 2007, y a la que también asistió el presidente Preval materializó el ingreso formal de Haití en ese pacto energético que, como se conoce, es una iniciativa liderada por Venezuela, creada el 29 de junio de 2005 y que consiste en el suministro de casi 200 000 barriles diarios de petróleo a 13 países del Caribe mediante formas de pago altamente preferenciales y que ha reportado a los países del Caribe que en ella participan un ahorro de unos 450 millones de dólares.
 
La cooperación con Haití con posterioridad al terremoto ha sido destacada. Los médicos cubanos que estaban trabajando en Haití se incorporaron de inmediato a las labores de atención médica y de rescate.  Como señalaran Norman Girvan y John y Emely Kirk[18]  el objetivo de la contribución de Cuba es reconstruir completamente el sistema de atención sanitaria de Haití – y hacerlo de manera sustentable. El nuevo sistema se basará en el modelo cubano, incluyendo atención sanitaria primaria, secundaria y terciaria, aparte del entrenamiento de más doctores haitianos en Cuba.  En resumen:
 
  • El nivel primario incluirá 101 clínicas para tratar anualmente a unos 2,8 millones de pacientes, realizar 1,3 millones de operaciones de emergencia, asistir el nacimiento de 168.000 bebés, y suministrar 3 millones de vacunas.
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  • El nivel secundario será suministrado por 30 hospitales comunitarios. Tendrán la capacidad de tratar a 2,1 millones de pacientes por año, y suministrarán 1 millón de operaciones de emergencia, 54.000 operaciones, 276.000 electrocardiogramas, 107.000 exámenes dentales, 144.000 ultrasonidos diagnósticos, y 487.000 exámenes de laboratorio. Además, debido a la gran cantidad de pacientes politraumatizados, 30 salas de rehabilitación serán incluidas en todo el país y suministrarán 2,4 millones de tratamientos terapéuticos para unos 520.000 pacientes.
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  • El nivel terciario de atención sanitaria será asegurado por el Hospital Haitiano de Especialidades, que tendrá 80 especialistas cubanos. Contendrá varios departamentos clínicos, y será utilizado para la investigación y la enseñanza, así como para la capacitación ulterior de profesionales haitianos que reemplazarán gradualmente a los profesionales cubanos.
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  • Finalmente, se suministrarán 312 becas médicas adicionales para que estudiantes haitianos estudien en Cuba.[19]
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El objetivo de Cuba es contribuir a la creación de un sistema de atención sanitaria autosustentable y para ello participa también en la preparación del personal médico y de asistencia que cumplirá esas misiones.
 
A decir del Honorable Percival Patterson: “La madre naturaleza ha hablado alto y claro.  Reconstruir no puede significar un retorno de Haití al punto en que existía. Debemos construir un nuevo y mejor Haití. Hemos sido convocados a la creación de un nuevo Haití, sustentable, justo y equitativo, un nuevo Haití que es capaz de encontrar los sueños y aspiraciones de su pueblo. Un renacer de Haití que permita realizar la visión por la cual ellos lucharon y murieron para ganar su libertad y quienes abrieron las puertas de la libertad y la justicia para todos los que creemos en la equidad de toda la raza humana”[20].
 
- Dra. Tania García Lorenzo es Vice-presidenta de la CEC-UH; Msc. 
   Milagros Martínez Reinosa Investigadora y Secretaria Ejecutiva de la CEC-UH.
 
 
 
 


[1] The Haitian Times para IPS Tomado del servicio mundial de noticias de IPS en www.IPSnoticias.net
[2] Percival Patterson, Intervencion en marzo 30 2010. www.caricom.org  
[3] Cálculos de la autora a partir de www.investmenmap.org País Haití. Ver: filiales, IED y Overview Información del sistema de comercio internacional.
[4] Gotson Pierre. periodista haitiano, es Director de Alterpress  Transmitido a AlterPresse el 9 de julio de 2007. Presentación, realizada el 27 de junio de 2007, constituye una introducción al tema de la migración en Haití, para favorecer un debate en el taller sobre políticas públicas y migración, organizado por el Instituto de las Américas, en La Jolla, California, del 24 al 29 de junio de 2007. http://alainet.org/active/18549%E2%8C%A9=es Incorporado a sugerencia de y facilitado por Lázaro Mora, Vicepresidente de la SEAP C. Habana, Cuba  
[5] Tendencias y patrones de la migración internacional en América Latina y el Caribe. Miguel Villa y Jorge Martínez Pizarro. (CEPAL/CELADE). Mimeo.
[6] Gotson Pierre, ob cit.
[7] Juan Bosch “De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe Frontera Imperial” Editorial Ciencias Sociales. 2007. página 3
[8] “La dependencia de Celso Furtado” www.Rebelión.org Contribución a un libro en homenaje a Celso Furtado, compilado por Theotonio Dos Santos para Reggen en Rio de Janeiro, Brasil, Octubre del 2003. 
[9] Luis Suarez Salazar. Las agresiones de EEUU contra América Latina y el Caribe: fuente constante del terrorismo de estado en el hemisferio occidental.   www.terrorfileonline.org 
[10] Raúl Zibechi, periodista uruguayo,  Emergencia en Haití: http://alainet.org/active/23400
[11] MINUSTAH (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití), sigla en inglés.
[12] Percival Patterson. Ob cit. www.caricom.org 
[13] Ver Justice for Haití. Beyond Aid and Debt Forgiveness. Por COHA. Investigador Asociado Ethan Katz www.coha.org.
[14]Pascal Buleon. Atlas del Caribe. Una edad a otra. Centro León/ Consejo Regional de Martinica/ Asociación de Investigaciones y estudios del Caribe. Universidad de Caen Basse – Normandie.
[16]Idem.
[17]Milagros Martínez, Investigadora y Secretaria Ejecutiva de la Cátedra de Estudios Caribeños de la Universidad de la Habana. “Las relaciones entre Cuba y Haití: Un modelo ejemplar de cooperación Sur-Sur”. Ponencia presentada en la CSA 2008.
[18]Emily J. Kirk, John M. Kirk y Norman Girvan “La reciente cobertura de Cuba en los medios. Elogios selectivos, indignación selectiva”.Cuba-L Analysis. También publicado en TT Express el 22/4/2010. Traducido del inglés para www.rebelion.org por German Leyens.
[19]“Pledge Statements”. Detalles de la declaración del Canciller Cubano, Bruno Rodríguez, en la Conferencia de Donantes, 6 de abril de 2010: http://www.haiticonference.org/pledges-statements.html
[20]Haití la llegada del renacimiento. Discurso del Most Hon. P.J.Patterson. Representante especial de los jefes de gobierno de la Comunidad del Caribe sobre Haití. Martes 30 de marzo del 2010.
https://www.alainet.org/es/active/40377
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