Etapa decisiva hasta fin de año

Nuestro enemigo principal es el latifundio, no Lula»

27/07/2003
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Entrevista con João Paulo Rodrigues Chaves, miembro de la coordinación nacional del MST La dinámica política de Latinoamérica no da tregua y los ojos de adentro y de afuera se precipitan hacia esta nueva « experiencia a la brasilera ». Pasados sólo siete meses de la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva al gobierno del más grande de los países del continente, el debate está abierto. La lucha explícita del obrero- presidente contra el hambre, por ejemplo, hace ya parte de la retórica programática en su país e incluso se perfila como nuevo eje reivindicativo internacional. Recortes sociales, parecen contradecir, sin embargo, la sensibilidad social del gobernante Partido de los Trabajadores (PT). Las huelgas de funcionarios públicos adquirieron. En el campo, la pugna entre el Movimiento sin Tierra (MST) y los terratenientes y su creciente militarización presagia chubascos o incluso tormenta. Joào Paulo de la Coordinación Nacional del Movimiento Sin Tierra (MST), una de las organizaciones campesinas más importantes del planeta, analiza en esta entrevista exclusiva el complejo presente de su país y anticipa ineludibles desafíos a corto plazo. P: Por primera vez desde su elección en enero el presidente Lula recibió a los dirigentes del Movimiento Sin Tierra a inicios de julio en la casa de gobierno de Brasilia ¿ Cuál es el balance de ese primer encuentro *oficial*? R: La audiencia con el presidente Lula fue muy productiva. Porque reafirmó el sentimiento y la evaluación política que tenía ya antes el MST. Nuestras conclusiones: primero, el de Lula es un gobierno elegido por los trabajadores, es un presidente elegido por el MST. En segundo lugar, el presidente va a implementar la reforma agraria. Y tercero, la certeza de que hay un compromiso histórico de Lula y del Partido de los Trabajadores de implementar transformaciones sociales. Esto fue reafirmado por él en esta audiencia. Y quedó claro, a nivel del diálogo, que nuestra principal tarea en cuanto movimiento social es la de organizar a los pobres del campo. EL RIESGO DEL CHOQUE EN EL CAMPO P: Mientras ustedes hablaban con Lula los grandes terratenientes se oponen más que nunca a un cambio de lógica de propiedad en el campo... R: Brasil es un país muy rico en cuanto a la existencia de abundantes tierras. Se podría implementar sin problema la reforma agraria. Pero nunca los gobernantes anteriores se preocuparon seriamente de aplicar un programa de distribución del latifundio. En un momento en que tenemos un gobierno electo por los trabajadores y que anuncia su decisión de hacer la reforma agraria, es automático que del otro lado, los grandes hacendados, se arman para intentar masacrar a los movimientos sociales a través de una creciente militarización. Hay muchos indicios de grupos armados en el campo. Nos preocupa muchísimo. El MST asume el desafío de no caer en la provocación ante esas milicias. Somos conscientes que el gobierno va a tener muchas dificultades para desmilitarizar el campo. Las señales de los últimos días comprueban el verdadero peso de los grandes propietarios terratenientes. P: ¿El tema de la militarización de los terratenientes fue también analizado en la audiencia con Lula? R: Sí. Pedimos que el presidente oriente al Ministerio de Justicia y a la policía federal para que siga de cerca el proceso de la formación de esas milicias. ¡No queremos que se repita otra masacre como la que ocurrió en 1996 en El Dorado de Carajá! Esa posibilidad nos preocupa mucho. Traería profundas consecuencias políticas para Brasil y para el gobierno. POCOS AVANCES CONCRETOS HASTA AHORA P: El ministro de la reforma agraria es Miguel Rossetto. Un militante histórico del PT con una línea progresista. ¿ Es esta decisión del gobierno una señal política para los *sin tierra*? R: Sin duda alguna. Tenemos el sentimiento que el gobierno va a avanzar con la reforma agraria y hemos fortalecido al ministro Miguel Rossetto, por entender que es un dirigente de izquierda, con una historia en el movimiento sindical. Es real que él no conocía en detalle la problemática de la reforma agraria. Pero tiene la voluntad política para que la misma se ejecute, sea pacífica pero masiva, y de calidad. P: ¿ En estos siete primeros meses de Lula hubo avances concretos de la reforma agraria? R: Muy poco en cuanto a la cantidad de familias beneficiadas. Brasil, como todos saben, pasa por una crisis económica profunda. El presidente Lula heredó un gobierno totalmente quebrado. Con consecuencias obvias en cuanto al presupuesto destinado para la reforma agraria. Sin embargo existe el compromiso gubernamental de avanzar en el programa de reforma agraria con más decisión de aquí a fin de año. P: Teniendo en cuenta esos plazos y la expectativa por lo que puede pasar en el segundo semestre del año, ¿ se podría entender que el MST ha decretado una especie de *tregua política* con el gobierno del PT? R: El concepto de tregua política no cabe en este contexto porque el MST no está en la oposición. Hay un entendimiento político entre el presidente y el movimiento social para fortalecer el gobierno sin perder la perspectiva que nos toca a nosotros fortalecer también el movimiento social. Fortalecer el MST en base a la organización de los trabajadores en el campo. Es evidente que nuestro enemigo principal y nuestro combate es contra el latifundio y no contra Lula. P: El MST sigue ocupando tierras. ¿Eso significa que existe la decisión política de apoyar al gobierno pero sin cambiar los métodos históricos de lucha? R: Entendemos nuestras ocupaciones como un ejercicio democrático y no para atentar contra el gobierno. Por eso estamos convencidos de seguir con las tomas. Continúan y seguirán continuando en tanto no se implemente a fondo la reforma agracia en Brasil. P: ¿ Y cuándo será ese momento? R: (risas)¡...Nosotros también quisiéramos saberlo! Es la gran pregunta del pueblo brasilero. HUELGAS POR DERECHOS, NO CONTRA LULA P: ¿ Se han producido ya importantes huelgas de trabajadores y funcionarios públicos en las últimas semanas. ¿Qué piensa el MST con respecto a esta medida de fuerza? R: Respetamos la huelga, la apoyamos y expresamos toda nuestra solidaridad. El presidente Lula propone una reforma de la previsión social que es muy complicada y hay una tentativa de sectores políticos por limitar los derechos sociales de los trabajadores. Por eso nos solidarizamos. Entendemos la huelga como justa y legítima. P: ¿ No significa una contradicción del MST y del movimiento social, de apoyar tan claramente al gobierno y al mismo tiempo sostener una huelga que afecta proyectos de gobierno? R: La huelga no es contra el gobierno. Es para defender derechos adquiridos, contra el recorte de derechos sociales. Son contradicciones que siempre van a existir en un proceso y con un gobierno democrático. Por otra parte hay que entender que el pueblo debe movilzarse para asegurar que el gobierno permanezca a la izquierda. Nuestra tarea es asegurar que se continúe luchando por el derecho a la tierra, al trabajo, a la dignidad. P: ¿Cómo evalúa el MST el hecho que el gobierno siga cumpliendo con los compromisos con el FMI y las instituciones internacionales? R: El gobierno vive una transición. No creemos que esté totalmente definido. Hay acuerdos que no puede dejar de cumplir... Pero también creemos que con urgencia tiene que implementar un cambio del modelo económico que rige en el país. P: ¿ Cuándo dice que hay que cambiar el modelo significa que para el MST la actual política económica gubernamental es insuficiente? ¿ No están satisfechos con lo que se hizo en este primer semestre? R: No estamos contentos porque es un modelo continuista de lo que hizo Fernando Henrique Cardoso (ndr: presidente anterior de Brasil). Comprendemos lo que pasó este primer semestre, entendemos la estrategia que definió el gobierno para esta primera etapa, pero sólo se puede justificar si concluidos los primeros seis meses se empiezan a implementar cambios reales. P: ¿ Quiere decir que el período que resta hasta fines del 2003 va a ser decisivo, en términos políticos, en cuanto a la tendencia gubernamental y del futuro del país? R: Ciertamente. Es nuestra posición. Sin duda alguna. El gobierno tiene hasta fin del año para mostrar el rumbo. P: Etapa política muy desafiante para todas las partes... R: En efecto...para todos. P: Quisiera concluir preguntándole cómo interpreta el MST las contradicciones al interior del PT. Ha habido sectores partidarios, por ejemplo, que se han opuesto públicamente a las reformas que se quieren aplicar en cuanto a la pensión.. R: Prefiero no comentar. El PT tiene su autonomía y su legitimidad. Y el MST evita entrar en los problemas internos del partido. Sin embargo siento que el PT va a tener grandes dificultades en continuar organizando a los trabajadores y al mismo tiempo ser gobierno. P: ¿ Alguna reflexión adicional del MST? R: Primero, reafirmar el compromiso político del MST por la reforma agraria. Segundo, nuestra lucha abierta contra el hambre y la miseria en nuestro país. Por último, pedir apoyo a la comunidad internacional para que pueda acompañar al Brasil especialmente en lo que respecta a los derechos humanos. Tenemos una gran preocupación por la persecución política contra los dirigentes de los movimientos sociales. En lo que va del 2003 ya fueron asesinados 15 dirigentes sociales en el campo. El poder económico en el Brasil es muy conservador. No tengo ninguna duda que la comunidad internacional seguirá expresando su solidaridad con los movimientos sociales en general y el MST en particular.
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