Qué tiene MEL que la historia está con él

30/05/2011
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Uno de los grandes acontecimientos que el pueblo ha protagonizado a raíz del golpe de estado del año 2009, es la recuperación del sentido de la historia a través de dos sucesos, sólo por nombrar un par: la reacción masiva del pueblo en resistencia airada contra el golpe violento y fascista y el liderazgo político del Presidente José Manuel Zelaya Rosales (Mel) ante una fuerza política sin precedentes en la historia nacional, una fuerza de masas que no registra la historia probablemente desde la huelga de 1954..
 
Veamos este concepto del sentido de la historia.
 
Por una parte el concepto de sentido está relacionado con el entendimiento o la razón que permite el discernimiento sobre las cosas, el modo particular de entender algo, la inteligencia o conocimiento con que se ejecuta algo, también sentido se puede concebir como la razón de ser hacia la finalidad de algo, y finalmente y con mayor precisión la significación cabal de un hecho o un acontecimiento.
 
Pero, es el materialismo histórico quien en definitiva nos plantea que la Historia, no es la suma de acontecimientos, ni la datación de los mismos lo que configura el ser de la historia, cuando se trata de visualizar la enseñanza del pasado, su compresión en el presente y la posibilidad de prever los sucesos con base en el análisis crítico e ideológico del pasado.
 
Es precisamente el principio de la concatenación universal el que permite comprender la interdependencia y la interacción de los hechos que la realidad produce en su continuo movimiento. Esa concatenación se contrapone al pensamiento idealista que asume los hechos como circunstancias aisladas, desconectadas de una causa o de un efecto.
 
La historia en este caso deberá pensarse, en la nueva visión de la misma como un proceso que obedece a la objetividad de los acontecimientos que se deben interpretar como fenómenos generados a partir de la acción directa del hombre colectivo sobre su entorno y sus semejantes.
 
La inter-relación de las fuerzas colectivas y del individuo imprimen un sello especial al proceso histórico en el cual el pueblo es el creador principal, el sujeto real de la historia.
 
Esta perspectiva entonces nos arroja la siguiente hipótesis, son exactamente cuatro momentos de la historia nacional en donde el pueblo ha sido el protagonista de su propio destino: la resistencia indígena contra el invasor español, la resistencia morazanista contra la oligarquía colonial, la huelga de 1954 contra las transnacionales y sus títeres oligarcas, y la resistencia contra el golpe de Estado del año 2009 y la oligarquía neoliberal.
 
Este sentido de la historia es el que ha recuperado Mel Zelaya para reinterpretar la historia nacional, misma que ha sido castrada, ocultada y arrinconada en los textos académicos tradicionales capitalistas, en los cuales la figuras de los caudillos liberales han sido propuestos como modelos morales y políticos para el desarrollo de la nacionalidad.
 
Mel al introducir por vez primera en las masas hondureñas la idea de establecer una Asamblea Nacional Constituyente de tipo popular, plena de democracia participativa y fundamentalmente soberana y liberadora, de pronto puso la historia contemporánea al frente de la conciencia social de las masas populares.
 
Y de hecho la resistencia nacional nació no del golpe de estado como tal, sino de la necesidad de justicia, equidad y soberanía que el pueblo asumió en su enfrentamiento contra las fuerzas oligárquicas de todo tipo. Ya entendimos entonces que hubo una resistencia indígena que luchó contra los españoles y que fue sometida a sangre y fuego, también entendimos que Morazán como líder absoluto de la independencia centroamericana combatió las huestes conservadoras que finalmente lo asesinaron en San José de Costa rica, y además comprendimos que la Huelga del año 54, fue una lucha obrera y campesina contra las transnacionales y sus gobiernos títeres, pero, los procesos reformistas oligárquicos fueron atenuando el alcance de aquellas conquistas que debieron profundizarse; medio siglo más tarde, otro acontecimiento en donde el pueblo es el protagonista de su propio destino, surgió en el año 2009 cuando nació el Frente Nacional de Resistencia Popular.
 
Mel Zelaya entonces junto a los líderes y el pleno de las asambleas populares definieron la nueva historia que habrá de describirse para la toma de conciencia que corresponde.
 
La historia de la lucha de clases, la historia del pueblo combativo, la historia de las aldeas, caseríos y ciudades que en este proceso de resistencia popular toman los hechos políticos de antaño y hogaño para establecer una nueva agenda de movilización sin perder de vista la Constituyente y las elecciones para erigir el nuevo poder popular.
 
Mel nos propone entonces la re-escritura de la historia nacional, en donde como dicen los manuales educativos liberadores, el pueblo constituya el creador principal del sujeto real que jalona la historia de las clases desposeídas. He aquí entonces que pueblo y nación se re-encuentran, ya que en la historia reciénte, el pueblo era un ser marginado y la nación una propiedad de la oligarquía, estamos ante las puertas de unir pueblo y nación.
 
Y es que en una nueva conceptualización de la historia, nos permite reconstruir con verdadera visión popular el desarrollo de la lucha de clases en Honduras.
 
Bajo este concepto entonces habría que admitir lo siguiente:
 
a. El núcleo de variabilidad histórica son las masas trabajadoras que producen los bienes materiales de la sociedad.
 
b. La mayoría de la población está opuesta a la élite explotadora de la sociedad.
 
c. Todos los sectores progresistas de la sociedad contribuyen en su momento a avanzar hacia del desarrollo equitativo, pero, en esa lucha de contrarios, los oligarcas se oponen y ser opondrán en todo momento a tal posibilidad histórica.
 
En este período cuarto de la resistencia histórica nacional, la historia deberá resolverla el pueblo.
 
Mel Zelaya ha demostrado entonces ante propios y extraños que la historia está con él, en la medida en que bajo tales dimensiones dialécticas es posible construir la gran alianza de las fuerzas populares con los sectores progresistas de la nación, para alcanzar la satisfacción de las necesidades históricas hondureñas.
 
Y es que también está claro que las fuerzas que determinan el desarrollo social son las fuerzas motrices del desarrollo histórico, y estas fuerzas están determinadas por las masas populares que exigen en este momento crucial esa concatenación indispensable para luchar por la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, paso obligado antes de llegar a las elecciones generales.
 
En la medida en que la dirigencia del Frente Nacional de Resistencia Popular comprenda cuál su rol en esta etapa histórica, y revisando la teoría y doctrina que corresponde, podrá ver con mayor claridad que los principios aquí esgrimidos son el sustento de una posibilidad que se concretiza en aquel aforismo el ser social determina la conciencia histórica.
 
De modo que Mel tiene en sus manos una tarea histórica, una meta nacional, un reto popular. Que no lo traicionen los cuadros liberales cercanos a él, si tratan de sacarlo del carril que ha emprendido. Ya que en el fondo, siguen apegados a la visión burguesa de la historia, en la cual, la misma la construyen los individuos, los caudillos, no las masas populares, ni el pueblo.
 
Por eso el estribillo: QUE TIENE MEL QUE LA HISTORIA ESTÁ CON ÉL, implica una visión de clase muy bien definida y la historia de la resistencia nacional está clara en tales dimensiones.
 
Seguir a contra-corriente un acto político de tal catadura es el suicidio ideológico y la muerte de la esperanza.
 
La expectativa de esa construir esa esperanza es el reto que el pueblo tiene que satisfacer: más pronto que tarde, más cercano del hoy que del mañana.
 
- Galel Cárdenas, Unión de Escritores y Artistas de Honduras
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