Oligarquía hondureña preocupada con el triunfo de Ollanta en Perú

09/06/2011
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El triunfo en el Perú del candidato nacionalista, Ollanta Humala, demuestra que el poder de la oligarquía está reduciéndose a la mínima expresión en América Latina, dejando en evidencia que los pueblos cuando deciden realizar transformaciones sociales no hay obstáculo invencible.
 
A los incrédulos en política en Honduras, principalmente quienes continúan con el discurso rayado de que es una ingenuidad arrebatarle el poder a la oligarquía a través de las urnas, precisamente Humala les demostró en la práctica que aún contra el poder mediático y económico se puede vencer a la burguesía.
 
Como el triunfo del candidato de Gana Perú es un golpe en el hígado a la oligarquía latinoamericana, ahora sólo quedan en el poder de la derecha en esta región los gobiernos de Chile, Colombia, México y Panamá, en Honduras la ultraderecha ha quedado enmudecida, pues escucha pasos irreversibles del cambio social en nuestra patria.
 
Con lo acontecido en Perú podemos afirmar categóricamente que estamos a las puertas de derrotar a la oligarquía en las elecciones del 2013 si seguimos con el proyecto político de un Frente Amplio, esbozado por el ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, tras su retorno a la Patria el pasado 28 de mayo.
 
 No es un acto emotivo, es producto de que en Honduras tenemos las condiciones objetivas y subjetivas para conducir a la refundación del país, a fin de que el bipartidismo, representado por los partidos Liberal y Nacionalista, no vuelva a dirigir el Estado.
 
Tanto es el repudio a la oligarquía en nuestra Patria que el pueblo cuando aparece su líder refundacional reúne a más de un millón y medio de personas, como aconteció en su recibimiento en el aeropuerto Toncontín el 28 de mayo, tras su retorno por el golpe de Estado en su exilio de 16 meses en la República Dominicana.
 
A esta masa presencial habrá que agregarle a por lo menos 2 personas más por cada uno de los familiares y amigos que por diversas razones no acudieron a tal recibimiento, significa un compromiso político anti oligárquico de más de 4 millones de personas.
 
Sin pensar en un caciquismo, se colige que Mel Zelaya, después de identificarse en las causas del pueblo que originó que los militares lo derrocarán por órdenes de la oligarquía el 28 de junio de 2009, es un fenómeno político que hasta el momento nadie puede disputarle ese poder de convocatoria.
 
Precisamente el ex mandatario con un pensamiento coherente a la realidad nacional ha planteado que él piensa que para arrebatarle el poder a la ultraderecha en Honduras es mediante un Frente Amplio, donde todas las fuerzas sociales, políticas y culturales participen mediante un programa de gobierno que resuelva los principales problemas de las grandes mayorías de Honduras.
 
 
 
No hay vuelta de hoja, tampoco de cuestionar a quienes afirman que pensar en un proceso electoral es un irrespeto a los caídos después del golpe de Estado. Vale recordar en el conflicto bélico en El Salvador, un comandante guerrillero, cuando negociaban el proceso de paz, manifestó nuestros muertos jamás los olvidaremos, pero lamentablemente no los podemos revivir.
 
Cuál es el mensaje, el Frente Nacional de Resistencia Popular, sólo alcanzando el poder político podrá redimir a los mártires asesinados por los golpistas, igualmente castigar a los criminales y recuperar los bienes multimillonarios robados por la oligarquía.
 
Sería una traición a nuestra patria que nuestro pueblo no participe en el próximo proceso electoral porque dejaríamos a los explotadores continuar controlando El Estado, mientras el pueblo seguiríamos con las elucubraciones bizantinas de continuar agudizando las contradicciones de clase, en tanto, la oligarquía muy bien gracias, el cuento de nunca acabar.
 
Mel Zelaya, siendo un aglutinador de nuestro pueblo, ha sido bien claro, está con el proyecto político electoral, los opuestos se van a quedar solos, la inmensa mayoría de Honduras lo apoyará, ojalá rectifiquen para trabajar con una masa humana indetenible para derrotar a la oligarquía.
 
El tiempo es indetenible, en los próximos meses habrá que conformarse bien organizado el Frente Amplio, esperamos que sin dogmatismos, arribismos y vanguardismos, sigamos al máximo líder de la Resistencia, Mel Zelaya, él nos enseñó el camino para derrotar a los explotadores de Honduras, quitarnos la venda de la influencia política del bipartidismo, aprovechemos esta coyuntura, no permitamos ni un día más en el gobierno a la burguesía.
 
Al vencer a la ultraderecha, tenemos un compromiso con nuestros muertos, llevaremos a la cárcel a sus asesinos, al aeropuerto Toncontín le pondremos "Isis Obed", al boulevard de las Fuerzas Armadas se llamará Mártires del Golpe de Estado, tendremos una fundación para ayudar a los hijos e hijas, esposas de los caídos, son algunas situaciones que estamos en deuda con nuestro pueblo.
 
Debemos continuar luchando por el cumplimiento de los acuerdos contraídos en Cartagena de Indias, en Colombia, entre lo que destaca la Asamblea Nacional Constituyente y el Respeto a los Derechos Humanos, como parte del proceso de refundar nuestra patria, ante el Estado fallido en que vivimos.
 
- Alejandro Casco es periodista.
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