Caracas.- "En nombre de nuestra madre tierra pedimos al espíritu de nuestros ancestros para que la fuerza, la perseverancia y la madurez guíen nuestros actos". Con estas palabras pronunciadas por un shamán indígena venezolano se inició el "Encuentro internacional de resistencia y solidaridad de los pueblos indígenas y campesinos" el que contó, en su sesión inaugural, con la presencia del presidente venezolano Hugo Chávez.

 Por la mañana de este 11 de octubre de 2003, los delegados de organizaciones campesinas e indígenas del continente se congregaron en el Panteón Nacional para rendir homenaje al libertador Simón Bolívar, al héroe indígena venezolano Huaycapuro y a José Leonardo Chirino, el zambo que a finales del siglo XVIII encabezó la resistencia a la Corona española.

Luego de recorrer las calles de Caracas, las delegaciones se dirigieron al Teatro Municipal, en donde siete shamanes, invocando a las fuerzas del fuego, el agua, el viento y la tierra, llamaron a que los indígenas salgan fortalecidos de este evento y recordaron que el objetivo principal del mismo es hacer realidad el derecho a la vida y el derecho al territorio.

Los (as) delegados (as) de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas, CLOC, sección regional del movimiento mundial Vía Campesina, desarrollaron, por su lado, una ceremonia denominada "mística campesina", a través de la cual recordaron que para desarrollar la vida hay tres elementos fundamentales: la tierra, el agua, las semillas que son patrimonio de la humanidad y no deben ser convertidas en mercancías y privatizadas.

Momentos antes de la ceremonia, el hondureño Rafael Alegría, coordinador de Vía Campesina, dijo que en este encuentro se conjugan dos elementos fundamentales. El primero es que, luego de la Campaña de Resistencia Indígena, Negra y Popular que se desarrolló a principios de los noventa, éste es el primer encuentro continental campesino indígena, que pretende articular a estas dos fuerzas sociales a escala internacional. El segundo es que, el hecho de realizarse en Venezuela tiene su trascendencia, pues en este país se impulsa un proceso revolucionario bolivariano que recoge los pensamientos de héroes importantes como Morazán, Sandino, Martí y otros héroes de América Latina y que en el mismo, se está realizando procesos de reforma agraria y programas de alfabetización muy importantes, que benefician y dignifican a los indígenas y campesinos.

El guatemalteco Juan Tiney, coordinador de la CLOC, dijo que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio y las transnacionales debe saber que sus proyectos neoliberales encontraran férrea resistencia de nuestros pueblos, y que este encuentro debe fortalecer nuestras luchas, nuestros movimientos y nuestros proyectos alternativos. "Ahora quieren quitarnos la vida patentando nuestras semillas y nuestras medicinas, quieren monopolizar la agricultura, las semillas y los alimentos, por eso insistimos en continuar la campaña de boicot a la Coca Cola, la Shell, la Texaco y la Nestle", agregó.

El presidente Hugo Chávez, luego de dar agradecer los gestos de solidaridad con la revolución bolivariana, centró su discurso de más de una hora en la historia de resistencia de los pueblos indígenas y en algunas acciones sociales que desarrolla su gobierno.

Chávez recordó que la conquista de América por parte de los españoles, portugueses e ingleses constituyó uno de los más grandes genocidios que se conoce la historia. Citando al historiador brasileño Darcy Ribeiro recordó que cuando llegaron estos genocidas al continente, la población indígena estaba conformada por 90 millones de aztecas, mayas, incas, caribes, etc. y un siglo y medio después, quedaron poco más de 3 millones de personas, casi todos sometidos a la esclavitud y a la servidumbre. Luego de esto, nos vendieron las tesis de la conquista, la colonización y la evangelización para tapar el genocidio y ocultar y borrar las gestas gloriosas y la heroicidad de nuestros hermanos aborígenes que resistieron. Y no solo eso, sino que convirtieron en héroes a los asesinos como Diego de Lozada en Caracas, y elevaron estatuas a Hernán Cortés y Pizarro. Reivindicó a los verdaderos héroes de la resistencia indígena como Guaná en Cuba, Enriquillo en República Dominicana, Unaca en Panamá, Nicaraguán en Nicaragua Cautémoc en México, Lempira en Honduras, Huaycapuro en Venezuela, Rumiñahui en Ecuador, Túpac Amaru en Perú, Lautaro y Caupolicán en Chile y Toro Sentado en Estados Unidos.

"Sé que algunos se molestarán en Europa por estas palabras, pero no importa que se molesten en Europa si lo único que estamos diciendo es la verdad", agregó el presidente, en medio del aplauso de los asistentes.

Cabe recordar que el 10 de octubre de 2002, el presidente Chávez, mediante decreto, derogó la celebración del "Día de la Raza", estableciendo la conmemoración del 12 de octubre de cada año como el "Día de la resistencia indígena".

 Pese a las dificultades que atraviesa la revolución bolivariana, recordó que hay razones para sentirse optimista y que el proceso seguirá avanzando contra viento y marea.

Señaló que en la campaña de alfabetización –denominada Operación Robinson- en los últimos tres meses se han incorporado 300.000 personas y que la meta del programa es alfabetizar 1 millón de personas hasta fines de año. Los programas de salud - que se llaman Misión Barrio Adentro- continúan pese a la oposición de ciertos sectores, proporcionando a la población pobre servicios médicos y medicinas a cualquier hora y gratis.

De la misma forma, avanza el proceso de reforma agraria la cual no solo contempla la entrega de tierras sino de crédito, maquinaria y servicios básicos, acotó. A propósito de la reforma agraria, Braulio Álvarez, miembro de la Coordinación Agraria Nacional Ezequiel Zamora, recordó que desde el pasado 4 de febrero hasta ahora, se ha entregado en Venezuela más un millón 627 mil hectáreas y que la meta es la entrega de 10 millones de hectáreas para asegurar el plan alimentario del país.

En Venezuela la propiedad de la tierra aún está muy concentrada, de un total de 30 millones de hectáreas, el 75 % está en manos de un 3% de los terratenientes, que siguen defendiendo sus privilegios a sangre y fuego. En este último año han asesinado a 30 campesinos, pero el total de campesinos muertos a manos de sicarios y paramilitares es de 150, recordó Álvarez.