Desde el Cumbe de El Guapo-Barlovento

¿Por qué asumo el término “afrodescendiente” y no el término “negro?

07/08/2011
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Coincidiendo con quienes afirman que “… los problemas de la racialidad son construcciones culturales y de clase complejas...” es preciso superar la visión unilateral de considerar el problema del racismo sólo desde el polo del rechazo de unos grupos humanos por otros, a partir de determinadas tipologías físicas, y penetrar en procesos profundos de subjetivación de tales prácticas que implican también al discriminado. Si bien el racismo es entendido como una práctica ideológica que sustenta la superioridad de un grupo sobre otros a partir de criterios raciales, el problema ha llegado a ser más profundo. Pensarlo en relación con el endorracismo, significa avanzar en una dirección que pretende acorralar problemas de amplio contenido simbólico que no deben ser tratados con ligereza, dado su arraigo en las interioridades de los pueblos y sus prácticas culturales. Hernández, R. (2002).

Con respecto al endorracismo, Romany y Stavenhagen (2001), hablan de que la realidad de discriminación y segregación, así como el cuadro de marginación social y económica desata el endorracismo que consiste en la internalización y el reforzamiento del maltrato recibido mediante la reproducción de las conductas discriminatorias contra sí mismo/a” y asumiendo la asimilación: el emblanquecimiento y la europeización.

En el marco de la revolución bolivariana, una estrategia cultural bien encaminada –incluidas las lecturas de la historia- debería orientarse a la identificación y discusión de problemas de fondo, sin cuyo conocimiento puede ser muy difícil vislumbrar soluciones radicales y duraderas. De allí que considerando el enorme reto de transformar una sociedad heredera de una estructura colonial y de una deformación social tras varios siglos de dominio.

En la actual lucha contra el dominio imperial del capital, necesitamos tener muy claro ¿cuál es el adversario? y ¿cuáles son sus armas? Por ello debemos escuchar cuando nos advierten que:

… El neoliberalismo es debatido y confrontado como una teoría económica, cuando en realidad debe ser comprendido como el discurso hegemónico de un modelo civilizatorio, esto es, como una extraordinaria síntesis de los supuestos y valores básicos de la sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la naturaleza, la historia, el progreso, el conocimiento y la buena vida… Lander (2005).

En tal sentido la eficacia de ese modelo se ha probado en el grado en que ha logrado penetrar al sentido común y convertir su ideología en hegemónica. Asimismo las posturas racistas y xenófobas forman parte de ese modelo que establece jerarquías no solo económicas o políticas, sino también físicas, y culturales. Por ello el proceso de su reivindicación debe ser integral: reivindicación económica, ideologica, también simbólica.

Si bien… La esclavitud es un fenómeno universal. … la trata transatlántica de negros tuvo tres peculiaridades: su duración (unos cuatro siglos), su carácter racial (el negro africano como arquetipo del esclavo) y su organización jurídica (los códigos negros). Por esa razón provoca un rechazo profundo, tanto en la historia como en el inconsciente de los pueblos afectados… (Diene 2001).

Cabe destacar que esto generó que se “naturalizara” una actitud discriminatoria ante los africanos y sus descendientes, - enclavado en rasgos étnicos a nivel visible, y socioeconómicos en lo profundo- y también un afán de “blanqueamiento” de estos para elevarse en la jerarquía social, es decir, renegar de la ancestralidad africana biológica y cultural. Por eso el racismo y el endorracismo son dos fenómenos que se condicionan mutuamente. Por lo demás es necesario hacer justicia con el problema de los afrodescendientes como víctimas del cruel episodio de la esclavitud y la llamada trata “negrera”.

Al análisis precedente Diene (2001), sostiene que en la historia universal de la esclavitud, la trata transatlántica reviste una triple singularidad: su duración de casi cuatro siglos; la especificidad de sus víctimas: el niño, la mujer, los hombres “negros” africanos; y su legitimación intelectual: la denigración cultural de África y del “Negro”, la construcción de la ideología del racismo contra “el negro” y su organización jurídica, el Código Negro. Pero esta tragedia curiosamente está ausente de los libros de historia y, por tanto, de la memoria de la humanidad.

Ahora bien, Por qué se asume el término “afrodescendiente” y no el término “negro” para referirse a nosotros los discriminados, invisibilizados y visibilizados negativamente. Esto se debe a que muchos/as en nuestra comunidad funcional, resistente al término, expresan con “patriotismo” que ellas/os son solamente venezolanos/as. Decir esto es asumir con mucha ligereza que todos somos iguales, cuestión que no es así. Si en realidad lo somos, por ejemplo ¿Por qué nos invisibilizan en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV 1999) y en el Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007 – 2013) o visibilizan negativamente en otros espacios de la vida cotidiana?

Por lo expuesto, es necesario ir aclarando desde nuestras luchas como nos identificamos y auto reconocemos. Porque somos afrodescendientes:

Primero; no puede ser que después de haber satanizado y asociado a lo impuro y asqueroso, el término “negro”, en casi todo el quehacer social, concreta y subjetivamente, también se le denomine a un ser humano con dicho adjetivo-sustantivo.

Segundo; El término “negro” no es en sí lo que se refuta, porque fácilmente se podría asumir que negro es un color, si fuese así no habría problema. Lo que sucede es que la esencia, lo que no se ve, cuando alguien te lo dice, dista más allá de lo fenotípico. En efecto lo que está detrás del sustantivo, son los epítetos descalificativos construidos por las castas colonialistas que nos hace ver negativamente en cuanto a la inteligencia, adaptabilidad, capacidades creativas, condiciones económicas, políticas, culturales entre otras. Negar esto es negar la valides de los métodos hermenéuticos y fenomenológicos los cuales permiten interpretar expresiones de discriminación subjetivas que a veces no son de manera directa y descifrar fenómenos ocultos en la comunicación. Llega a un restauran donde solo van ellos y me dices después como te ven, intuyó que dicen-¿Qué hace ese negrrro aquí?-

En consecuencia, Afrodescendientes no es un concepto en abstracto como dicen muchos: todos somos afrodescendientes porque la humanidad nació en África. Esta expresión, trata más bien de confundir al pueblo y sentar base para meternos a todos en el concepto de la cultura única, ahistórica como dice Saúl Rivas, nos referimos a aquellos que fueron secuestrados de África subsariana al sur del desierto de Sahara trasladados a la América y el Caribe Convertidos en “negros y esclavos “ Garcías,2008)

Tercero; El término Afrodescendiente fue consagrado el mes de diciembre del año 2000 en la Conferencia Ciudadana contra el Racismo, la Discriminación racial, la Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia y la Conferencia Regional Intergubernamental de las Américas en Santiago de Chile. Soy Afrodescendiente… ¿y tú? . Sin embargo ya los investigadores, Juan Pablo Sojo (de Curiepe), Miguel Acosta Saignes (se crio en Rio Chico), Siso Martínez entre otros, habían utilizado este término al referirse a los descendientes de africanos y africanas.

El doctor Miguel Acosta Saigne (1986) deslastrándose de la influencia racista se refiere al tema de la manera siguiente:

El término “Negro” ha de ser objeto de las distinciones indispensable para la correcta ubicación histórica de sus connotaciones. Para nosotros significa, en general, “los africanos y sus descendientes”, con las distinciones que implican las diferentes estructuras sociales que han existido y existen en América Latina.

El encomillado es del autor, se observa un signo de perspicacia científica y antirracista claramente definido y un indicador de el cómo se venía pensando en un término reivindicador para referirse a nuestra comunidad.

Cuarto; ¿Es que acaso no tenemos derecho de determinar cómo nos queremos llamar? ¿Será que además de la invisibilización de la cual somos víctimas, también se nos quiere negar ese derecho? ¿O es que todavía persiste la creencia de que los afrodescendientes no pensamos, no poseemos una concepción del mundo, de la sociedad donde vivimos, de la injusticia social, de concepción política, entre otras categorías del pensamiento? Me auto reconozco como Afrodescendiente… ¿y tú?

De allí pues que en la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, celebrada en Durban (Sudáfrica), del 31 de agosto al 7 de septiembre de 2001, se utilizó el término Afrodescendiente 23 veces, para designar a todas las personas que somos víctimas de la discriminación y nos auto reconocemos como descendientes de las y los africanos traídos forzosamente al continente americano y el Caribe.

Por otro lado en el proceso de divulgación y utilización de la expresión afrodescendiente en contraposición del término negro, debemos señalar que el poder de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la informática son utilizadas para imponer patrones de conductas, siendo unas de las tantas herramientas que el capitalismo utiliza para imponer anti valores éticos y estéticos en la sociedad, los cuales, distorsionan el autorreconocimiento de nuestra identidad. Al respecto Saldivia (2008) refiere:

Aquellos que manipulan el mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible, que es el verdadero poder que gobierna nuestro país. Somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas mayormente por hombres de los que nunca hemos oído hablar.

Evidentemente en Venezuela, cuna de la esperanza del mundo de hoy hacia otro mundo posible, también recibió el impacto del flagelo esclavista. Sin embargo, el problema de la discriminación social asociado a la pigmentación de la piel y la cultura, en los afrodescendientes en nuestro país es un tema poco abordado y a veces negado.

Asimismo, se asume que en el proceso de construcción del socialismo del siglo XXI, es necesario extirpar este “cáncer social” en todas sus manifestaciones

Sucede pues que existen muchos factores y dentro de estos cabe mencionar la manera que consciente o inconscientemente, entre los mismos habitantes, utilizan expresiones de visibilización negativa, invisibilización y discriminación, que comprobadamente fueron asumidas del lenguaje y la lengua del esclavizador, las cuales, en este momento se siguen repitiendo, debido a la influencia ideológica de las clases dominantes, a través de instituciones y el avance tecnológico de la información.

Ante este fenómeno, es necesaria la concientización del pueblo para contrarrestar esta práctica endorracista que obstaculiza la liberación integral del individuo. En todo caso son expresiones de uso cotidiano que parecen “inocentes” pero llevan una carga discriminatoria muy sutil y en algunas ocasiones muy definidos o expresos, pero su uso ha quedado en el imaginario social como “normales”. Como diría Edgardo Lander, se han “naturalizado”.

Para ilustrar lo antes dicho Frantz Fanon señala:

...los subyugados tratan de superar su condición asumiendo el bagaje cultural de los subyugadores, especialmente el lenguaje (…) pero al hacer esto, absorben normas que son inherentemente discriminatorias o; en su caso, racistas; lo que a su vez lleva a sentimientos profundos de inseguridad e inferioridad.

Tenemos pues que los y las afrodescendientes, repetimos y reconstruimos anti valores verbales, de rechazo y auto rechazo a sus congéneres, producto de la absorción cultural y los “misiles mediáticos.” De hecho la lengua y el lenguaje impuesto por el colonizador, construyó un discurso hegemónico que hoy es repetido por muchos afrodescendientes, quienes inconscientemente se discriminan, ubicándose, jactante y orgullosamente, al lado de la cultura hegemónica y racista, enajenado en esos conceptos que les impuso el invasor. No obstante la discriminación en Venezuela no es espontánea, o innata, es un constructo social. En todo caso es una actitud manipulada e irracional, como producto de la enajenación del ser humano, quien vive en una rutina de represión y consumo irracional de conceptos y de opiniones preconcebidas, lo cual, se comparte en la interacción social y dentro de estas opiniones está el considerar que el término negro es una expresión inofensiva, natural y sin ningún tipo de intención. De este modo junto a la alienación religiosa, económica y social existen otros mecanismos complementarios. Existe en el imaginario colectivo la idea del significado del color construida culturalmente, asignándosele a cada uno, una sensación y condicionándose una reacción según estas referencias impuestas. Por consiguiente al color blanco se le relaciona con la pureza, la paz, lo limpio, lo hermoso, la calma; mientras que al color negro se le asocia con la impureza, lo grotesco, lo feo, la muerte. Así pues en ello se basa la Psicología del Color, que señala lo siguiente:

El color desprende diferentes expresiones del ambiente, que pueden transmitirnos la sensación de calma, plenitud, alegría, violencia, maldad, etc.

La psicología de los colores fue estudiada por grandes maestros a lo largo de nuestra historia, como por ejemplo Goethe y Kandinsky.

Se ha establecido a nivel de sentido común, que el color blanco es: (…) el símbolo de lo absoluto, de la unidad y de la inocencia, significa paz o rendición. Mezclado con cualquier color reduce su croma y cambia sus potencias psíquicas, la del blanco es siempre positiva y afirmativa. Los cuerpos blancos nos dan la idea de pureza y modestia. El blanco crea una impresión luminosa de vacío, positivo infinito.

El color Negro Símbolo del error, del mal, el misterio y en ocasiones simbólica algo impuro y maligno. Es la muerte, es la ausencia del color. También transmite nobleza y elegancia. http://www.fotonostra.com/grafico/psicologiacolor.htm (2008).

En efecto, la realidad observada desde este paradigma es la aparente, objetiva, la que veo, observo y acepto, a través, de los sentidos, la promulgada por los científicos, la realidad positivista. En cambio la realidad holística, se nutre de varios niveles, la aparente y lo esencial, esta realidad no se vé no es medible o cuantificable, pero es fundamental. Así, no es casual que el rojo sea considerado el color de la alegría y el festejo en la subregión de Barlovento, y por el contrario signifique duelo y luto en el vaticano cuando fallece un papa. Del mismo modo el término “negro”, para referirse a nosotros/as no implica solo un color, implica un “status” en la sociedad, es decir, cada contexto y momento histórico, construye y reconstruye sus signos, símbolos y valores, ya que, es la realidad la que me da el concepto y no a la inversa.

Por lo demás, el sentido común funciona desde estos imperativos, así la debacle económica de 1929 en Estados Unidos; la devaluación del bolívar en el mando de Luis Herrera Cámpins en Venezuela; la voladura de las Torres Gemelas y la debacle de la banca norteamericana en este momento, son asociadas al color negro: “septiembre negro”, “viernes negros” y otros calificativos.

No es casual y es bueno recordar que en este proceso político que vive El País se haya removido todo el quehacer humano, y falta por remover. Nososotr@s l@s Afrodescendientes no somos la excepción, también nos estamos moviendo. Ha habido unos cambios de terminología que antes nos parecían naturales, normales, pero que llevaban el aguijón de la segregación y la mentalidad sumisa. ¿Qué estamos haciendo? construyendo y reconstruyendo signos, símbolos y valores acorde a la realidad.

Fijémonos en estos detalles que nos dicen y muestran el valor de la palabra al designar con nombres emblemáticos a misiones educativas, tales como: Robinson, Sucre y Ribas. Asimismo ya se están dando nombres a instituciones importantes donde resurgen l@s héroes afrodescendientes tales como Miguel, Andresote, Guillermo, Guacamaya, José Leonardo, Juana la Avanzadora, Eulalia, Hipólita. ¿Con qué propósito? Construir la identidad, sentido de pertenencia; el nombre de la República, ahora se llama, REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA; los ministerios llevan antes de su categoría, Ministerio para el Poder Popular de la…. ¿Es casual?

Se cambió del término politécnico, instituto por aldea para ser honor a la organización social de nuestros pueblos originarios; a nuestros estudiantes no lo llamamos alumn@ por que significa sin luz, hoy en día sabemos que el niño y la niña no son recipientes que llenamos de información porque traen experiencia y mucho mas un adulto a quienes denominamos Triunfadores y Activadores en nuestras misiones educativas

Igualmente se acuña la palabra comuna y mas tarde acuñaremos cumbes palenques como símbolo de libertad y lucha de l@s afrodescendientes; Waraira repano al cerro, mal llamado Ávila, porque así lo llamaban nuestros pueblos originario.

En la Medicina se habla de Barrio Adentro, centro de atención integral (CDI), en vez de medicatura hospital, donde se toma en cuenta el contexto y la situación socioeconómica de l@s camarada atendidos.

Creación de las Unidades de producción socialista UPS de producción agrícola, el termino te crea la idea del trabajo en grupo; cooperativas que antes eran fundos, fincas de unos privilegiados.

En vez de RCTV, dueña de un grupo de casta, hoy se llama Televisora venezolana social, Tves ¿Te dicen algo estos nombres?

Por último, el presidente acaba de cambiar la consigna que identificaba la revolución venezolana, por muchos factores, lo que si es verdad que estamos en otro momento histórico y hay que ir cambiando hasta los decires, se deja a un lado el término “muerte” por “viviremos y venceremos”, es otra cosa, vislumbra un país de felicidad, vida paz entre otras imagines y sentimientos es la esencia, lo que no se ve, pero se mueve.

Debemos salirle al paso a los términos que nos degradan, porque quieras o no, la palabra se hace carne, se objetiviza, guarda una imagen, un mensaje, una emoción, pasión, no son inocentes, aunque sea dicha con un supuesto cariño.

Afrodescendientes, no es un término yanqui, porque ya nuestros investigadores nombrados, lo habían creado este, pero llegándose al caso, si lo fuera y es liberador, bienvenido.

Como se dijo anteriormente; es necesario identificar al enemigo, develarlo y derrotarlo, no son las personas que fueron al VI encuentro de Afrodescendientes en Caracas en el mes de junio pasado, los enemigos fueron y son los que apoyan el pensamiento único, la cultura única, la operacionalizaiòn del neoliberalismo. Sigamos con CHAVEZ, tenemos alguna fallas, pero este camino no lo para nadie¡¡No puede ser que después de tanta discriminación y racismo naturalizado en la sociedad, producto de la alienación e imposición cultural, a l@s que tratamos de señalar quienes fuimos los maltratad@s, como lo han hecho y como lo siguen haciendo, nos digan que queremos dividir la sociedad porque nos autodenominemos AFRODESCENDIENTES. ¡Gua gua gua !!!!!!

Víctor “Papiro” Armas
victorarmas55@hotmail.com
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