El mensaje del Presidente

10/11/2003
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El cambio político que acaba de producirse en Bolivia con la renuncia del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y la sucesión constitucional en la persona del historiador y periodista Carlos Mesa Gisbert, no sólo mantuvo la expectativa e interés latinoamericano sino que hizo conocer la personalidad del hombre excepcional que tomó el poder, hecho que nos lleva a pensar que hay seres a quienes sólo hace falta que se les dé la oportunidad para mostrar sus cualidades. Impactó, en quienes escuchamos, la brillantez de la palabra del nuevo Primer Magistrado, su serenidad, equilibrio y objetividad. Esa mente clara que supo armar un discurso formal y sustancioso en una improvisación talentosa, coherente y lógica para el momento actual de Bolivia. En él supo puntualizar los principios fundamentales que cumplirá su gestión transitoria hasta el año 2007. El primero, "la unidad en la diversidad", es decir, la necesidad de que la sociedad boliviana, aceptándose como es, propenda a la unidad nacional para salvarse de una crisis que no quisieran los protagonistas que se repita. El segundo, la convocatoria de una Asamblea Constituyente para que los bolivianos "diseñen el país que queremos" con las reformas de la Constitución que consideren pertinentes. El tercero, utilizar la consulta y el consenso para salir del empantanamiento en que ha caído Bolivia con la forma de exportar el gas que explota y que fue el detonante de la rebelión vivida. La Temporalidad de su mandato fue una cuarta y delicada preocupación que dejó en claro el espacio de tiempo que estará a cargo del gobierno, según sus expresiones,"el constitucional necesario y básico para enrumbar a una nación que casi ha perdido su rumbo". Aclaró como quinto planteamiento, que gobernará prescindiendo de los partidos políticos para darles oportunidad de que" se reestructuren y reencuentren" para que sea positivo el papel que les atañe en un estado democrático. Los asuntos prioritarios de su gestión los resumió en "el combate a la corrupción", que ha destruido los valores de la sociedad y que se le asignó como tarea en el rol de Vicepresidente y que no fue exitosa por haber sido torpedeada varias veces desde el mismo Ejecutivo para proteger a funcionarios del círculo presidencial .El siguiente: "la práctica de la austeridad" en el manejo de los bienes públicos, para contribuir a la reflotación de la economía. Y fue también placentero escucharle ese criterio tan particular sobre el ejercicio de un Mandato: "ser el primer servidor del Estado y jamás servirse del país para sus fines personales"; mantener relaciones cordiales con todos los sectores de su sociedad y los países de la región y del mundo. No debe haber sido difícil para este personaje formular tales planteamientos ya que su vida ha estado consagrada a la investigación y a la reflexión, a la producción de una decena de libros y el ejercicio periodístico en un canal de televisión de su propiedad que lo ha constituido en líder de opinión muy respetado. El conocimiento profundo de un país sobre el que ha emitido sus juicios y sus propuestas, su posición de auténtica independencia y libertad frente a las estructuras políticas, ese pensamiento progresista que emana naturalmente de sus pensamientos y consideraciones van a favorecer su gestión. Creemos que la grave crisis política vivida por Bolivia, con la presencia aguerrida y combativa de los cocaleros de Evo Morales que defienden su actividad como único medio de subsistencia, la recesión y el desempleo como males endémicos y el proyecto de transportar el gas por territorios chilenos que se consideran un despojo de guerra en l879, tejen un panorama complejo y un gran desafío para un líder que se perfila seguro, meridiano y ecléctico.
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