No hay soluciones sin un cambio de fondo en el campo
13/11/2003
- Opinión
«La mayor victoria es la derrota electoral de Rios Montt»
Diálogo con dos representantes de la Pastoral de la
Tierra
El electorado guatemalteco concurrió a las urnas el 9 de
noviembre para elegir un nuevo presidente. Como ninguno
de los candidatos en disputa obtuvo la mayoría absoluta,
los dos mejores votados se enfrentarán nuevamente el 28
de diciembre. Pocas horas después del primer turno, dos
coordinadoras de la Pastoral de la Tierra evalúan la
coyuntura electoral y la situación en el campo.
El primer turno de las elecciones presidenciales que se
realizó el pasado domingo 9 en Guatemala aporta, a
primera vista, «dos conclusiones positivas».
Por una parte, «el ex-dictador y candidato Efraín Ríos
Montt fue sancionado y quedó relegado al tercer puesto.
Es la victoria de la memoria colectiva, contra el miedo y
el olvido». Por otra parte, «Oscar Berger, representante
de la rica oligarquía terrateniente, no pudo ganar en la
primera vuelta a pesar de haber obtenido la mayor
cantidad de votos».
Tal el análisis de Ursula Roldán, asistente social y una
de las responsables de la comisión de la Pastoral de la
Tierra de la Conferencia de Obispos católicos del país
centroamericano.
Roldán realiza una gira europea junto con su colega
Ingrid Urizar, abogada y animadora de la misma Pastoral.
Llegaron a la capital helvética invitadas por Amnistía
Internacional, la Red Guatemala de Berna, Grupo
Solidaridad Latinoamericana, Acción contra la Tortura y
OEME (organización de solidaridad de las iglesias
protestantes de Berna-Jura- Solothurn)
«Dado que ninguno de los candidatos logró la mayoría
absoluta, habrá una segunda vuelta electoral el próximo
28 de diciembre» explicó Urizar. Anticipando las «buenas
posibilidades electorales de Alvaro Colom, segundo
candidato mejor votado» que esgrime una posición
centrista y de apertura a alianzas políticas.
Sea cual fuere el resultado de ese segundo turno, los
graves problemas estructurales que atraviesa la nación
centroamericana exigen cambios profundos y respuestas
sociales inminentes, sentenciaron las dirigentes laicas.
El 75% de la población campesina, especialmente la
mujeres, viven en situación de pobreza, precisó Roldán.
Reactivar el campo
El campo guatemalteco vive una real crisis estructural,
agravada estos últimos años con la caída de los precios
internacionales del café, producto del cual la economía
chapina depende desde hace un siglo, explican.
«Ese colapso está marcado por la concentración de la
tierra; el abandono productivo y la crisis creciente del
desempleo» enfatiza Ursula Roldán.
Luego del diagnóstico pesimista emanan los ejes
optimistas del trabajo concreto de la Pastoral de la
Tierra junto con las organizaciones campesinas , tales
como la Coordinadora Nacional (CNOC) y la Coordinación de
ONGs y Cooperativas (CONGCOOP).
«Una primera esfera de nuestro trabajo es la defensa y la
promoción de los derechos agrarios y laborales» , señala
Ingrid Urízar. Un segundo énfasis está puesto en
«asegurar el acceso a la justicia a todos aquellos que no
pueden pagarse un abogado...Estamos convencidos que hay
que utilizar todos los mecanismos legales al alcance
cuando se trata de despidos masivos o del no respeto de
los derechos básicos por parte de los grandes
propietarios terratenientes»
Además, sigue enumerando Urízar, es también esencial el
acompañamiento a diferentes grupos para que accedan a las
tierras. En muchos casos se trata de campesinos que han
sido despojados de sus propiedades.
«Y, adicionalmente, el apoyo a las organizaciones de
pequeños productores para que mejoren su acceso al
mercado justo y profundicen sus culturas orgánicas»,
completa Roldán.
No hay solución política sin solución en el campo
Un reciente estudio del Instituto de Nutrición de
Centroamérica y Panamá (INCAP) señala que la crisis
alimentaria y la desnutrición afectan a la mayor parte de
la población del área rural, que constituye cerca del 60
% de los 12 millones de habitantes del país. Más de 3
millones de personas viven con menos de un dólar diario.
Realidad dramática que obligará, gane quien gane la
presidencia, a encontrar soluciones especialmente en el
campo, según enfatizan las dos activistas de la Pastoral
de la Tierra.
«Con el apoyo decidido de la iglesia católica,
organizaciones campesinas, entidades de derechos humanos
y de otros movimientos sociales estamos impulsando una
Plataforma Agraria que es un esfuerzo propositivo y de
alianza estratégica» explica Ingrid Urizar.
«El tema de la reforma agraria está en el centro del
debate de fondo en el campo», y por lo tanto de las
soluciones nacionales concluye Roldán»
«En última, de lo que se trata es de intentar de mejorar
la calidad de vida de los que trabajan el campo y de
revalorizar la importancia de la economía campesina, que,
nos consta, es mucho más eficiente que la economía del
latifundio», concluye.
https://www.alainet.org/es/active/4969
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