Salida al mar

30/12/2003
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La pérdida de soberanía a manos de las transnacionales es el problema central que obstaculiza el diálogo con Bolivia. Con el modelo neoliberal iniciado por el gobierno militar, y perfeccionado por la Concertación, Chile renuncia a su soberanía con un radical programa de privatizaciones o venta del patrimonio nacional a las transnacionales, en sectores claves de la economía: cobre, energía, agua, minería, puertos. Agreguemos, otros casos de pérdida de soberanía, por una parte la Ley Minera 18097 (1982) y por otra el Tratado de Integración Minera de la República de Argentina y de la República de Chile (2001). La opción por las transnacionales impide ver la opción por América Latina. La diplomacia chilena, no ve o no quiere ver que la mediterraneidad de Bolivia es parte de un contexto de integración subregional, MERCOSUR, entre otros, donde el acceso a ambos océanos, Pacífico y Atlántico, es condición necesaria y eficiente para alcanzar nuevos estadios de desarrollo e integración. La salida al mar de Bolivia, mediante el canje de una franja territorial al norte de Arica por un área equivalente en territorio boliviano (propuesta de Pinochet a Bánzer en 1975), es una alternativa posible de reeditar hoy en día. Siete años atrás, el canciller Valdés Subercaseaux, en negociaciones secretas con su homólogo de La Paz, Guevara Arce (1968), había propuesto la fórmula de un "enclave costero" con soberanía compartida y asociada a una industria petroquímica tripartita (Chile, Perú, Bolivia) que sería alimentada con crudo boliviano. Esta solución concuerda con la segunda preferencia expresada por Bolivia, durante las negociaciones Pinochet-Bánzer. Por lo tanto, una salida al Pacífico con un enclave territorial soberano en Patillos, no tendría ninguna novedad. Como en la propuesta Valdés, en dicho enclave se refinarían el crudo boliviano, agregándose el gas, según proyectos ya existentes. Considerando los costos financieros, basados fundamentalmente en el riesgo país, la negociación ameritaría un proyecto conjunto entre los gobiernos de Chile y Bolivia. Recíprocamente, en nuestra propuesta alternativa, Chile tendría una salida al Atlántico a través de Brasil. Para lo cual, en territorio boliviano se constituiría un enclave chileno soberano, de las mismas dimensiones que el enclave boliviano en territorio chileno. El enclave estaría situado frente a Corumbá. Los accesos a ambos enclaves estarían solemnemente garantizados según leyes aprobadas en ambos parlamentos. El proyecto de corredor de transportes bioceánico del grupo GEICOS (1974), que reúne empresarios de Chile, Argentina, Bolivia, Paraguay y Perú plantea la comunicación entre puertos del Pacífico del norte de Chile con los puertos del Atlántico de Brasil y toda la región del centro-oeste de Sudamérica. Concluimos. La salida al mar de Bolivia es un tema propio del continente latinoamericano integrado al estilo europeo. La opción no es, metros cuadrados ganados y canjeados, sino la posibilidad cierta de reafirmar la soberanía de los pueblos sobre sus recursos, frente al avance neoliberal que ha representado el comercio de las transnacionales en los continentes de África, Asia y América Latina. * Héctor Donoso, Ingeniero Civil Químico, Ex Gerente General de ENAP Héctor Vega, Abogado y Doctor de Estado en Ciencias, Económicas (Francia). Profesor del Doctorado, Universidad Arcis
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