La campaña electoral venezolana
Mediatización de la salud
12/03/2012
- Opinión
Hugo Chávez se encuentra en La Habana recuperándose tras su tercera intervención quirúrgica. A pocos meses de las elecciones presidenciales, la derecha venezolana y los medios hegemónicos intentan convalidar los rumores lanzados por sus médicos cómplices sobre el estado de salud del mandatario.
“Sigo recuperándome”, aseguró Hugo Chávez, desde La Habana, durante un contacto telefónico que el líder venezolano mantuvo en las últimas horas con el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Así, a través de declaraciones en VTV, o con la utilización de las redes sociales -Twiter, específicamente-, el presidente bolivariano intenta llevar tranquilidad al pueblo venezolano -y al latinoamericano- con respecto a su estado de su salud.
En junio de 2011, Chávez fue operado de un absceso pélvico y, poco después, de un tumor maligno en la misma zona. Tras cuatro sesiones de quimioterapia, la última aplicada en septiembre, se anunció que no quedaban rastros de cáncer.
Tras la primera operación del mandatario en La Habana, los ataques por parte de los medios opositores no se hicieron esperar. “Un líder enfermo y la economía en crisis”, se tituló, el 3 de julio del 2011 en el periódico venezolano El Universal, una nota de Roberto Deniz.
Ese mismo día, también en El Universal, Joseph Poliszuk y Francisco Olivares firmaron la nota “No hay relevo”, en la que señalaban que “estos 12 años (de presidencia de Chávez) han mostrado un desfile de ministros, gobernadores, diputados y demás colaboradores recibiendo regaños, asumiendo culpas y sintiendo el peso del dedo acusador del líder”.
En octubre del año pasado, El Universal redobló la apuesta con un título catástrofe: "Hugo Chávez. Expectativa de vida: dos años”. En el cuerpo de la nota, el ex médico de Chávez, Salvador Navarrete, señalaba que “el Presidente sufre de un agresivo tumor maligno de origen muscular alojado en la pelvis. La expectativa de vida en esos casos puede ser de hasta dos años”.
“La información que yo tengo de la familia es que él tiene un sarcoma, un tumor muy agresivo de muy mal pronóstico y estoy casi seguro que esa es la realidad”, concluía Navarrete.
De esta manera, El Universal le había puesto fecha de vencimiento a la vida de Hugo Chávez, basado en las suposiciones y los pronósticos de Salvador Navarrete. Así, la salud de Chávez había dado comienzo a la campaña proselitista, con miras a las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012.
Sin embargo, tras la última sesión de quimioterapia, y el posterior anuncio de la desaparición de vestigios de cáncer en el cuerpo del mandatario, tanto los medios de comunicación hegemónicos como los partidos opositores, se dedicaron de lleno a fogonear las elecciones internas de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que dejó como resultado la candidatura presidencial de Henrique Capriles.
Con Capriles, la derecha venezolana -mediática y partidaria- encontró su candidato ideal. Antecedente: en abril de 2002, en pleno golpe de Estado, el actual aspirante al Palacio de Miraflores fue quien invadió la embajada de Cuba en Venezuela.
Pero la derecha más rancia, esa que no tiene ningún inconveniente en gritar a viva voz "Viva el cáncer”, encontró un nuevo aliado con vistas al 7 de octubre: a mediados de febrero de este 2012, a Chávez se le detectó una “lesión” en la misma zona donde en junio le extirparon el tumor.
Luego del anuncio del jefe de Estado respecto de su situación, la derecha mediatizada se relamió. Y la arremetida de los medios hegemónicos recobró fuerzas de manera feroz, cargando todas sus tintas contra el estado de salud del presidente y poniendo en duda, no solo su participación en los próximos comicios, sino también su expectativa de vida, repetición de lo que ocurrió el año pasado.
Si bien Chávez fue operado por tercera vez el 28 de febrero, cuatro días después ya había entablado un contacto telefónico con VTV; pero para la derecha y los medios hegemónicos esto no es suficiente para destacar la evolución del mandatario.
“Dudan que el presidente Chávez tenga la capacidad para llevar a cabo una campaña electoral”, tituló el 5 de marzo El Nacional, basándose en lo que denominaron una fuente médica familiarizada con el diagnóstico de Chávez.
Además, en la nota se intenta establecer que el presidente le miente al pueblo sobre el estado de su salud. Ha “aumentado el escepticismo sobre la salud del mandatario que durante meses aseguró que había vencido la enfermedad”.
En “La culpa del silencio”, una editorial del mismo periódico, se señala: “Se niega a los ciudadanos de este país lo que ya circula secretamente (la salud de Chávez) en las valijas diplomáticas entre los países de la Alba, de los rusos, los chinos, los brasileños y los peronistas argentinos”. Más claro, imposible.
Pero todo lo que se sabe, o mejor dicho, lo que los medios hegemónicos venezolanos y americanos se han encargado de difundir y dar entidad, se basa en rumores.
Estos medios intentan desacreditar las comunicaciones y los “Tweets” que Chávez da a conocer casi a diario, para convalidar los rumores y versiones de médicos ajenos al tratamiento del venezolano.
Por ejemplo, el diario argentino Clarín, en su edición del 2 de marzo, tituló “Los `partes paralelos ya hablan de tumor maligno”. Entre quienes se encargan de difundir estos “partes paralelos” se encuentra “el médico venezolano que vive en Estados Unidos, José Rafael Marquina”, quien también es citado como una de las fuentes más destacada por La Nación (Argentina) y El Universal (Venezuela), entre otros medios hegemónicos.
El médico Marquina cuenta con un vasto currículum vitae; además de contar con cuatro especialidades, se desempeña, entre otras cosas, como director del área de rehabilitación pulmonar del Naples Comunity Hospital.
Pero lo que los medios hegemónicos no aclaran de Marquina es que es miembro delGrupo 400 + (G 400 +), cuyo principal objetivo es “promover acciones destinadas a defender la democracia venezolana”. Además, uno de los coordinadores del grupo es el General Francisco Usón Ramírez, “quien fuera preso político del régimen del teniente coronel Hugo Chávez”.
El 10 de febrero de 2011, el G 400 + felicitó al parlamento paraguayo por oponerse al ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur). “El día que nuestro país recupere su plena libertad todos nos sumaremos a apoyar el ingreso de Venezuela al bloque regional” expresaron.
José Rafael Marquina no es un simple médico, sino que tiene razones de sobra para convertirse en un operador político, función que viene desempeñando con el beneplácito de los medios hegemónicos.
Por el accionar demostrado por la reacción venezolana, aunque Hugo Chávez regrese pronto a su país y se muestre en buen estado de salud, la derecha rancia y sus medios se seguirán manejando con los rumores de sus “médicos amigos”, con el afán de intentar erosionar la imagen de un presidente que se encamina a prolongar, una vez más a través del apoyo popular en las urnas, su estadía en el Palacio de Miraflores.
APAS | Agencia Periodística de América del Sur | www.prensamercosur.com.ar
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
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