Encrucijadas de abril

08/04/2012
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Abril puede terminar siendo, políticamente, el mes más caliente de un verano que no se va. Varios y contradictorios elementos así lo anuncian.
 
Hace apenas unos días, el presidente Humala anunció un hecho estratégico para el desarrollo nacional y especialmente para la región macrosur: la recuperación del total de las reservas del Lote 88 para el consumo nacional, liberando una parte de estas que garantizaban la exportación de gas a México que el Consorcio Camisea tiene contratado. Ello configura un nuevo escenario y cumple un compromiso electoral de Gana Perú.
 
Ahora ya está asegurado el gas suficiente, sumando el total del Lote 88 y otros yacimientos como los de Petrobrás, para que sea viable la construcción del oleoducto y la implementación de la industria petroquímica en el sur. Ello abaratará, en tanto vaya implementándose, la energía para la industria, el agro y el transporte, a la vez que permitirá el uso de gas natural barato en los hogares. Petroperú ya está preparando el envío de gas más barato por camiones especiales al macrosur para que reciban beneficio a corto plazo de un recurso natural que está allá pero no usufructúan.
A su vez, el ducto del sur le quita el monopolio en este aspecto al Consorcio Camisea con un nuevo operador y transformador del gas (petroquímica) brasileño-peruano con intervención del Estado a través de Petroperú. Esta batalla aún no ha terminado, pues dentro del propio gobierno hay quienes se oponen a una presencia estatal vía Petroperú y hacen campaña a través de medios de comunicación y de antiguos lobbistas como los que están asociados a la hermana del mismo ministro de Economía. Quieren toda la carnecita para el sector privado y no quieren a Petroperú ni en el gas ni en la explotación directa de yacimientos petroleros.
 
Pero junto a estos aspectos positivos –quizás los más importantes de la gestión hasta ahora– se abren varios escenarios conflictivos.
 
Por un lado, destaca el anuncio de la entrega del informe de los técnicos contratados por decisión exclusiva de la PCM para evaluar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Conga y “mitigar” los efectos del cuestionado proyecto de Yanacocha en Cajamarca. El rechazo al proyecto, que ha provocado ya intensas movilizaciones, anuncia una nueva en 48 horas, así como un posible paro regional. Conga puede convertirse, según se maneje el gobierno, en un importante parte-aguas con significativos sectores sociales movilizados alrededor de conflictos medioambientales que explican cerca del 60% de los conflictos activos en el país. El despliegue de más de 1.300 soldados y policías a Cajamarca parece querer repetir el esquema anterior, pero las condiciones son distintas y delicadas.
 
Conga se vincula con otros frentes abiertos. El Reglamento de la Ley de Consulta Previa, que ha sido objeto de múltiples críticas (siendo una de las centrales el que no establece que la consulta rige desde 1995, año en que el Perú asumió el Convenio 169 de la OIT, y excluye de consulta los proyectos concesionados desde entonces) y puede terminar legalizando cantidad de arbitrariedades ya en curso. Por otro lado, el tono confrontacional con los gobiernos regionales a cuyos presidentes no solo quieren quitarles el nombre para denominarlos gobernadores (un tema semántico que en realidad busca hacer agachar la cabeza a quienes algunos congresistas llamaron “reyezuelos” en el debate) sino recortarles atribuciones o amedrentarlos vía otros proyectos de ley.
 
Pero también están en el fuego otros asuntos. Desde el caso Doe Run, su pretensión de imponerle al Estado condiciones inaceptables para reabrir sin haber cumplido con el PAMA y los conflictos sociales abiertos, sin que el Estado defina alternativas, hasta numerosas demandas laborales que vuelven a atizar al movimiento laboral, así como a los contratados por la modalidad CAS que no se ha eliminado sino atenuado en sus abusos.
 
Si a ello sumáramos el coqueteo fujimorista en el ámbito político y el malestar entre bases sociales comprometidas con el cambio que sienten lejos lo comprometido, pues el presidente deberá desanudar bastante más que el nudo del Lote 88.
 
Abril puede terminar siendo, políticamente, el mes más caliente de un verano que no se va. Varios y contradictorios elementos así lo anuncian.
 
Hace apenas unos días, el presidente Humala anunció un hecho estratégico para el desarrollo nacional y especialmente para la región macrosur: la recuperación del total de las reservas del Lote 88 para el consumo nacional, liberando una parte de estas que garantizaban la exportación de gas a México que el Consorcio Camisea tiene contratado. Ello configura un nuevo escenario y cumple un compromiso electoral de Gana Perú.
 
Ahora ya está asegurado el gas suficiente, sumando el total del Lote 88 y otros yacimientos como los de Petrobrás, para que sea viable la construcción del oleoducto y la implementación de la industria petroquímica en el sur. Ello abaratará, en tanto vaya implementándose, la energía para la industria, el agro y el transporte, a la vez que permitirá el uso de gas natural barato en los hogares. Petroperú ya está preparando el envío de gas más barato por camiones especiales al macrosur para que reciban beneficio a corto plazo de un recurso natural que está allá pero no usufructúan.
A su vez, el ducto del sur le quita el monopolio en este aspecto al Consorcio Camisea con un nuevo operador y transformador del gas (petroquímica) brasileño-peruano con intervención del Estado a través de Petroperú. Esta batalla aún no ha terminado, pues dentro del propio gobierno hay quienes se oponen a una presencia estatal vía Petroperú y hacen campaña a través de medios de comunicación y de antiguos lobbistas como los que están asociados a la hermana del mismo ministro de Economía. Quieren toda la carnecita para el sector privado y no quieren a Petroperú ni en el gas ni en la explotación directa de yacimientos petroleros.
 
Pero junto a estos aspectos positivos –quizás los más importantes de la gestión hasta ahora– se abren varios escenarios conflictivos.
 
Por un lado, destaca el anuncio de la entrega del informe de los técnicos contratados por decisión exclusiva de la PCM para evaluar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Conga y “mitigar” los efectos del cuestionado proyecto de Yanacocha en Cajamarca. El rechazo al proyecto, que ha provocado ya intensas movilizaciones, anuncia una nueva en 48 horas, así como un posible paro regional. Conga puede convertirse, según se maneje el gobierno, en un importante parte-aguas con significativos sectores sociales movilizados alrededor de conflictos medioambientales que explican cerca del 60% de los conflictos activos en el país. El despliegue de más de 1.300 soldados y policías a Cajamarca parece querer repetir el esquema anterior, pero las condiciones son distintas y delicadas.
Conga se vincula con otros frentes abiertos. El Reglamento de la Ley de Consulta Previa, que ha sido objeto de múltiples críticas (siendo una de las centrales el que no establece que la consulta rige desde 1995, año en que el Perú asumió el Convenio 169 de la OIT, y excluye de consulta los proyectos concesionados desde entonces) y puede terminar legalizando cantidad de arbitrariedades ya en curso. Por otro lado, el tono confrontacional con los gobiernos regionales a cuyos presidentes no solo quieren quitarles el nombre para denominarlos gobernadores (un tema semántico que en realidad busca hacer agachar la cabeza a quienes algunos congresistas llamaron “reyezuelos” en el debate) sino recortarles atribuciones o amedrentarlos vía otros proyectos de ley.
 
Pero también están en el fuego otros asuntos. Desde el caso Doe Run, su pretensión de imponerle al Estado condiciones inaceptables para reabrir sin haber cumplido con el PAMA y los conflictos sociales abiertos, sin que el Estado defina alternativas, hasta numerosas demandas laborales que vuelven a atizar al movimiento laboral, así como a los contratados por la modalidad CAS que no se ha eliminado sino atenuado en sus abusos.
 
Si a ello sumáramos el coqueteo fujimorista en el ámbito político y el malestar entre bases sociales comprometidas con el cambio que sienten lejos lo comprometido, pues el presidente deberá desanudar bastante más que el nudo del Lote 88.
 
Diario La República, 09 de abril de 2012
 
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