VI Cumbre de las Américas

La última de los mohicanos

14/04/2012
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El encuentro de mandatarios en Cartagena de Indias fue, quizás, más amigable para el presidente de Estados Unidos que lo vivido por Bush en 2005 con el “No al ALCA”. Sin embargo, 2012 parece marcar una actitud inflexible de los mandatarios de nuestra Región respecto de los caprichos de excluir a Cuba de las cumbres continentales.
 
En la apertura de la reunión de presidentes y presidentas de casi toda América, el mandatario anfitrión, Juan Manuel Santos, aseguró que la ausencia de Cuba en otro encuentro continental "sería inaceptable”.
 
Sí, podríamos arriesgarnos a pensar: “¡Si hasta Santos lo dice, que no es lo que se conoce como un amante de las ideas socialistas!”. A favor de esta suposición, podemos agregar que el mandatario colombiano, en el mismo discurso inaugural, también aclaró: "no debemos ser indiferentes sobre los cambios que se están generando en Cuba". Y así quedó salvado del barro revolucionario, pero a la vez tocó la misma cuerda que sus colegas latinoamericanos y caribeños.
 
En efecto, la gran discusión que atravesó las semanas –y meses- previos a la VI Cumbre de las Américas, celebrada en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, giró en gran medida en torno a la participación de la República de Cuba.
 
Los países que constituyen la Alianza Bolivariana para los Países de Nuestra América (ALBA), en sus encuentros previos, manifestaron que si Estados Unidos no permitía la participación de la Isla se ponía en serio riesgo la legitimidad y continuidad de la instancia continental.
 
Tras afirmarse la negativa de Washington para incorporar a Cuba en la Cumbre, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció que no participaría. El resto de los países de la región que se declaran y actúan abiertamente como naciones amigas de la Isla, repudiaron la actitud y adelantaron que sería un tema de alta tensión durante la Cumbre.
 
Así fue, en efecto, y el encuentro culminó sin un documento conjunto, consensuado y firmado por los mandatarios y mandatarias. El motivo: Estados Unidos se rehusó a rubricar el punto en el cual se estipulaba que Cuba participaría de las Cumbres de las Américas venideras. Canadá también.
 
Los párrafos vetados fueron los número 17 y 18, referidos tanto a la inclusión de Cuba en futuras cumbres como a la necesidad de poner fin al bloqueo comercial a la isla.
 
Del arduo debate que supuso el tema, y de la caída del documento conjunto final, surge que esta sexta edición debiera ser la última en la que el bloqueo y exclusión estadounidense sobre el país que gobierna Raúl Castro prime por sobre el ansia democrática y plural de la mayoría de nuestros países.
 
Otro tema fuerte y que no logró tampoco consensos totales fueron la despenalización del consumo de drogas como método de refrenar el narcotráfico organizado.
 
Sobre el tema, Santos dijo en el discurso de apertura que debía discutirse "sin ideologías ni posturas políticas" la lucha contra el narcotráfico y señaló como "víctimas" a los consumidores que están presos y llamó a "combatir el crimen organizado".
 
Temas generales y más ecuménicos como la pobreza y la desigualdad, cuestiones relativas a seguridad, acceso a las tecnologías, integración física, desastres naturales y medioambiente alcanzaron mayores niveles de acuerdo, pero la ausencia de documento final conjunto no permitió plasmarlo.
 
Sobre el desarrollo de la Cumbre, hubo algunos puntos considerados como saldo positivo. El más importante para Argentina fue el “apoyo masivo de los países a los derechos argentinos sobre Malvinas”.
 
Funcionarios argentinos también destacaron que, pese a los disensos, persistió “el diálogo sincero, abierto y franco” entre los representantes de los países participantes. Por ese motivo, expresaron que “seguiremos hablando y trabajando juntos”, y coincidieron con la visión de José Mujica, presidente de Uruguay, respecto de que “fue muy valiente la actitud del presidente estadounidense Barack Obama, al venir a escuchar los problemas y planteos de los distintos países”.
 
El titular de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, se mostró optimista respecto de las próximas Cumbres: “tenemos cuatro años por delante para trabajar, dialogar y finalmente incorporar a Cuba a estos encuentros” y reafiró que “Argentina espera que el próximo encuentro continental incluya a todos los países de América”.
 
Al momento de tomar la palabra durante las deliberaciones cerradas entre mandatarios, la Jefa de Estado argentina agradeció el respaldo y la solidaridad de más de 30 países a la causa Malvinas y afirmó que debe ser la última reunión sin la presencia de Cuba.
 
Cristina Fernández también insistió en la necesidad de trabajar por una mayor apertura económica en el marco de la integración de la región, e hizo un pedido especial para que "todos los presentes recemos y pidamos por la salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez".
 
Por su parte, el presidente boliviano Evo Morales expresó que lo que se vivió durante la VI Cumbre fueron muestras de que existe una "rebelión de América Latina contra Estados Unidos" por el "veto" que ese país mantiene frente a la exigencia "generalizada" de integrar a Cuba a estas citas. También confirmó que los países del ALBA no participarán en otra Cumbre de las Américas si no se integra a Cuba.
 
"Todos los países de América Latina quieren que esté Cuba, pero hay una imposición, una dictadura que no lo acepta", denunció Morales en conferencia de prensa, según destaca la agencia EFE. 
 
El presidente boliviano agregó que "no es posible ni democrático" que "un país o un país y medio" –en referencia a Estados Unidos y Canadá- nieguen el reclamo de la mayoría de las naciones de América Latina.
 
Según Morales, sus palabras también fueron refrendadas por las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Argentina, Cristina Fernández. La síntesis de lo expresado por jefes y jefas de Estado latinoamericanos es que "esta será la última Cumbre sin Cuba".
 
Además, Morales recordó que "en la última cumbre -2009 en Trinidad y Tobago- Obama expresó que “quería ser nuestro socio, pero ha sido todo lo contrario". También lamentó "la decisión" del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de que la primera plenaria no fuera transmitida por televisión.
 
Una postal mediática que tocó también a Obama
 
El canciller argentino dio a conocer que el presidente de Estados Unidos se sorprendió al ser víctima de la prensa hegemónica argentina; la misma que, tal como afirma Diego Ghersi en su artículo “Pesadilla siniestra” en esta misma edición, defendió, entre líneas, horas antes de la Cumbre. Hay países en los que “se ataca a la libertad de prensa y se cuestiona a la justicia”, dijo Obama.
 
Héctor Timerman declaró a la prensa que hubo “sorpresa” por parte de Barak Obama al enterarse que los diarios Clarín y La Nación mencionaron en sus crónicas supuestas “trabas comerciales” como eje de la reunión bilateral que mantuvo con la presidenta Cristina Fernández.
 
El funcionario aclaró también que “el presidente Obama le dijo el sábado 14 de abril a Cristina Fernández que quería que figurara en actas que en la reunión bilateral no se habían tratado temas en los que Estados Unidos se haya quejado o hecho alguna imposición o demanda”.
 
Timerman, junto al secretario de Comunicación Pública de Argentina, Alfredo Scoccimarro, narraron a la prensa cómo se desarrolló el encuentro de los mandatarios y que Obama le dijo a Cristina Fernández: ”No puedo creerlo, yo lo dije on the record; lo lamento profundamente y por favor diga que eso es falso y que nunca las palabras trabas comerciales estuvo presente en nuestro diálogo”.
 
Esa reunión bilateral se realizó antes de la denominada "foto de familia" en la que posaron los 34 presidentes y presidentas asistentes a la VI Cumbre de las Américas.
 
APAS | Agencia Periodística de América del Sur | www.prensamercosur.com.ar
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
 
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