La caricatura de las Aguas Afrodescendientes y la polémica en Venezuela
23/04/2012
- Opinión
Venezuela es, de América Latina, el país donde quedan pocos rastros de lo que se conoció en el Siglo XX como discriminación racial. Pero como la sociedad venezolana inició un proceso declarado por el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías: La Revolución Bolivariana hacia el Socialismo del Siglo XXI, y se está estudiando en la Asamblea Nacional, la promulgación de una Ley Habilitante contra todo tipo de Discriminación Racial o Social, me parece interesante lanzar una flecha en contravía de la opinión general, ahora que una caricatura publicada por los intelectuales del diario Tal Cual… han provocado una serie de comentarios polémicos al respecto…
La famosa caricatura es una versión grosera de aquel chistoso barloventeño que se pregunta si es cierto o no, que ahora con la Ley contra la Discriminación Racial… se deben cambiar los versos que maravillosamente canta Mercedes Sosa de aquella canción de cuna venezolana (Duerme Negrito), pues ahora, cuando se reglamente la Ley deberán pasar, según los entendidos humoristas, a la versión:
¡Duerme, duerme afrodescendientico
Que tu mama tá en el campo… afrodescendienticoooo!
Tengo el pálpito de que en Venezuela ninguno de los luchadores más acérrimos por las reivindicaciones de los descendientes de esclavizados, se haya detenido siquiera un instante a pensar que esa ley marcha en el sentido contrario de la realidad, y por lo tanto es, no solamente inconveniente, sino innecesaria... es incluso nociva para los intereses de aquellas personas de la humanidad que no solamente creen, sino que hacen todo lo posible por vivir en armonía democrática.
La Ley es una trampa ideológica (igual a las Resoluciones Humanitarias de las Naciones Unidas que ordenan bloquear, invadir y bombardear a los países), pero como trae la careta de una supuesta construcción de buena fe para reivindicar y hacer justicia a favor de los marginados… sus defensores… picaron el anzuelo.
Un activista rara vez tiene el tiempo suficiente para pensar, por eso Gandhi solía decir que agradecía mucho cada vez que sus enemigos lo enviaban a la cárcel… porque de allí salía cada vez más fuerte y con mejores argumentos… eso lo comprenden muy bien líderes como Fidel Castro, Nelson Mandela y Hugo Chávez Frías.
Se supone, o se espera, que un pueblo revolucionario resuelva los asuntos de esta índole de manera revolucionaria y no apelando a los viejos esquemas de castigo que han demostrado hasta la saciedad que no sirven para nada.
Nunca me he considerado un revolucionario. Revolucionarios: Cristo, El Che, Camilo Torres Restrepo, Jorge Eliecer Gaitán, por eso me cuesta muchísimo entender cómo es que un juez sería capaz de interpretar un hecho subjetivo y decidir que alguien debe ir a la cárcel por imbécil.
Quizás ese Juez también debería ser enviado a prisión a hacerle compañía al infractor… y ambos recibir la visita obligatoria del ofendido o los ofendidos.
En una sociedad Revolucionaria, como la venezolana, bastaría con que los ministros, los maestros, los artistas y todos los interesados en vivir en armonía, se dedicaran a acentuar los programas culturales y pedagógicos, (que persiguen el mismo fin), hacia el reconocimiento de la nación pluriétnica y multicultural reconocida en el Pacto Constitucional que tanta sangre costó.
En Venezuela, si vemos con la suficiente atención los efectos del mestizaje, nos daremos cuenta que los negros afrodescendientes y los indígenas, le han aportado una cuota genética a la venezolanidad descomunal, del mismo modo ha sido inmensa su contribución cultural a aquello que los venezolanos son, piensan que son, e inclusive dicen que son.
Para decirlo con un ejemplo, en las líneas del árbol genealógico del Presidente Hugo Chávez hay una abuela indígena y un negro afrodescendiente al que llamaban “El Africano”. Es posible que a la mayoría de los venezolanos les haya ocurrido lo mismo después del terremoto de 1812. Y esa guerra espantosa que tantas vidas costó a los venezolanos dispuestos a librarse de la opresión española al precio que fuera necesario.
Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Simón Rodríguez, Manuela Sáenz y todos aquellos hombres y mujeres que participaron en las gesta por la Independencia de España, (“Un ejercito de negros contra un ejercito de blancos”) se encargaron de enterrar para siempre la discriminación racial; pero el capitalismo que se desarrolló en el Siglo XX, se encargó de crear una discriminación social por razones económicas, que superpuso los rezagos del racismo ideológico contra las mayorías de negros afrodescendientes e indígenas, excluidos de todos los circuitos creados por la empresa cultural de su industria ideológica, y por los cuales… circula el capital.
Hace poco más de doscientos años en su Ensayo El Espíritu de las Leyes, publicado en 1748, Montesquieu reveló genialmente cómo se manifestaba ese racismo ideológico en el lenguaje y en el comportamiento de las llamadas clases dominantes, y nosotros podemos ver, con solo echar un vistazo a los periódicos y noticieros, cómo es que sigue manifestándose este racismo en el comportamiento en un grupo muy pequeño de sus descendientes… que siendo minorías… forman un “bochinche” de grandes dimensiones porque sus medios de comunicación lo amplifican.
Así que, en Venezuela, pero también en toda América Latina, coincide perfectamente el hecho de que, aquellos que no tienen capital porque trabajan haciendo riquezas para otros, son esas mismas mayorías que nacieron con el color negro en la piel y que, además, son negros afro descendientes o negros afro venezolanos hijos he hijas de aquellas mujeres y hombres que trabajaban gratuitamente para que otros se enriquecieran durante 400 años con la acumulación del plusvalor… las ganancias.
Todos fueron excluidos, además, de los procesos educativos y de todos aquellos procesos en los que poseer Capital, inmediatamente convierte a las personas en beneficiarias de todos los productos necesarios para la existencia libre y digna. “Malandro” es la palabra más común y aquella con la que los capitalistas, la policía, los jueces y todos los que responden a esa ideología “ubican”, para luego identificar plenamente a los pobres, a los negros y a los chavistas.
Es asombrosa la montaña de pruebas que la vida cotidiana nos ofrece en Venezuela y en todo el continente en esta materia, donde una palabra tan sencilla es capaz de generar tanto daño en las relaciones sociales.
Pero con la llegada al poder por votaciones libres y democráticas del nieto de la indígena y “El Africano”, todo empieza a cambiar… es eso lo que les causa tanta angustia.
Las manifestaciones racistas en los medios de comunicación, contra el presidente son francamente increíbles e insoportables… lo dicen los intelectuales Eduardo Galeano y Luis Britto García… y cualquiera puede enterarse por la Red Global.
El Capital Destructivo por intermedio de su mejor arma ideológica pretende “demostrar” que en Venezuela efectivamente hay racismo… y que todo aquel mulato que se atreva a imitar al Presidente recibirá el mismo o peor trato… si se mete en la política.
La cultura venezolana, esencialmente en la mayoría del pueblo no es ni racista ni es discriminadora…solamente aquellos que buscan sacar algún provecho de tal afirmación son capaces de defender esa marca ideológica…para ellos no faltará ocasión para demostrar que sí hay racismo.
No es cierto. No hay Racismo. Solo se trata de una campaña orquestada a través de los medios de comunicación… es decir… el dueño de un periódico le ordena a un caricaturista que utilice “su inteligencia” para reproducir millones de veces un mensaje- idea que solamente se encuentra metido en la cabeza de ellos dos y otros cuantos.
Solo se trata de manifestaciones racistas de unos pocos intelectuales que trabajan para la, con mayúscula: Empresa Cultural de la Industria Ideológica del Capital Imperialismo Destructivo, como acaba de suceder con la famosa caricatura… donde un “artista” Tal por Cual, para burlarse de las discusiones sobre la Ley Contra el Racismo, hace un juego de palabras para explicar que en Venezuela ya no estará bien decir aguas negras… sino que por culpa de “esa Ley” se deberá decir entonces: aguas afrodescendientes… el dibujo alude sin sutilezas “al Dictador” Presidente de la Republica… quien ha venido a cambiarlo todo… empezando por el lenguaje… es decir… pretenden que la mayoría de sus lectores se hagan la pregunta: ¿Y es sólo porque al dictador se le ocurre que no lo digamos más, ya no vamos a poder decir aguas negras?... Si es que siempre lo dijeron nuestros abuelos, lo dicen nuestros padres y lo dirán nuestros hijos…
Sin duda la caricatura racista provocó la reacción airada de muchos intelectuales y la de los integrantes del Polo Patriótico, del PSUV, quienes manifestaron públicamente su respaldo al Presidente (Aquellas son las fuerzas políticas más numerosas y significativas del país porque sus votos eligen a la mayoría de los diputados y han elegido y reelegido durante los últimos doce años al Presidente de la República).
Estas expresiones, creo, dan sentido a nuestra observación, cuando afirmamos por vía de la experiencia personal que en Venezuela NO HAY RACISMO… hay exclusión y discriminación por razones económicas, que es algo muy distinto…
La caricatura produjo, como era de esperarse un rechazo general y la sociedad venezolana se dio la oportunidad de indiscutiblemente manifestar a los cuatro vientos NO ser racista y no estar de acuerdo con ese tipo de mensajes difundidos en el periódico de Teodoro Petkoff, un “intelectual de avanzada de la tradicional izquierda venezolana”, dirigente de una corriente que en el pasado se llamó Movimiento al Socialismo y que hoy sus adversarios consideran, por los hechos, como una invitación a dar “Muerte al Socialismo”. Veamos la situación en el siguiente ejemplo:
Asistimos en Caracas, a un Seminario con el Profesor de Economía Política, Jorge Veraza quien expondría su tesis de la “Subsunción real del Consumo al Capital”, en la Facultad de Economía Política en Universidad Bolivariana de Venezuela. A la salida de la ultima exposición magistral, le pregunté a un negro afrodescendiente venezolano, profesor de esa universidad, si él considera o no, que haya manifestaciones concretas de racismo en Venezuela; a lo que me respondió mientras nos subíamos a su automóvil último modelo camino a la Casa del Artista, con el propósito de asistir a la presentación de un grupo folclórico del pueblo Saharaui:
_“Durante la Cuarta Republica* aquí mismo, en este edificio funcionó una empresa petrolera norteamericana. Yo soy ingeniero de petróleos y vine durante seis años seguidos a presentarles mi hoja de vida… pero nunca me permitieron pasar de la puerta”.
“Yo entregaba la carpeta a los hombres de la Seguridad quienes, todas las veces y con el mismo gesto amable la depositaban en un buzón, pero luego me despedían despectivamente. Siempre me sentí amenazado por unos perros gigantes. Jamás me llamaron… ni logré conocer por dentro las oficinas de este edificio, hoy convertidas en aulas de clases y donde ahora, gracias a Dios y a Chaves, trabajo como profesor”.
No voy a abundar en argumentos ni en descripciones parecidas, porque verdaderamente, lo que me interesa compartir con los lectores y lectoras de este medio es esta convicción: El Capital Imperialismo Destructivo pretende escapar de sus responsabilidades históricas, por el daño que le ocasionó a la humanidad. Fueron excesivos y crueles los efectos provocados por sus ambiciones económicas, al haber tratado de extirpar de la memoria de unos pueblos africanos y latinoamericanos cualquier vestigio de sus culturas milenarias…
Por medio de su patrón ideológico, creado por aquella empresa cultural en la que trabajaron filósofos, científicos, religiosos, juristas, educadores y gobernantes, primero tuvo la desfachatez de llamarlos “negros animales”; pero ahora pretende obligarlos a que lo olviden y que lo mejor es que se llamen afrodescendientes, desde Durban en adelante y mucho antes. Pretende que hoy, quienes lo llevan encima, nieguen el negro color de su piel, lo cual no es malo, ni es bueno, pero si es muy cierto. Somos negros de aquí al África.
El color nada le quita o le agrega a la condición humana del ciudadano o de las gentes o a ídolos como Pelé, Michael Jackson, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, Martin Luther King Jr., Bob Marley, Nelson Mandela, las Hermanas Williams etc… y que es por ello mismo, por el color negro oscuro de su piel, que se les puede y deberá llamar negros como siempre se les ha llamado.
Nadie debería sentirse mal o avergonzado porque la naturaleza, Dios… o sus dioses le dieron ese color tan bello como la noche… que permite apreciar en contraste la luz de la luna…
Quien se moleste, aquella o aquel que se incomode por ser negra y que la llamen negra y se disguste por eso, porque todos los días que se mira en los espejos y en las vitrinas, estos le recuerdan silenciosamente el origen de sus rasgos físicos, si se disgusta es porque seguramente se trata de una persona tonto o tonta; o es un imbécil o no conoce ni reconoce la historia de toda su familia. Tracy Chapman y Ángela Davis jamás se enfurecerían si alguien tiene la capacidad amorosa de llamarlas Negras.
Quien se siente mal porque le dicen que viene del continente negro africano, es porque está respondiendo a un programa ideológico impuesto por “su amo” a través del lenguaje que le fue incorporado y que no es el mismo idioma materno que hablaban sus primeros ancestros… hablan y entienden en las palabras de un idioma que les fue impuesto con todos sus valores y en los cuales ser negro… significa… ser esclavo… cada vez que se abre un libro de historia. Sufren pues un bloqueo provocado por ese mismo programa que diseñó el colonizador que está agazapado en su “conciencia” o en su forma de pensar y decir…
No habrá leído a Frantz Fanon y tal vez no le haga falta. Seguro que desconocerá la obra de los poetas Aimé Cesaire, Leopold Sedar Senghor y su propuesta de asumir la Negritud con esa misma tranquilidad con la cual la pantera salta con la agilidad de su negrura en la noche profunda de todos los milenios; o tal vez esa sencillez con la que el tigre carga su “tigritud” en medio de la pradera, como lo sugiere el nigeriano Wole Soyinka, Premio Nobel de Literatura en 1986…
Pero esas ideas pueden parecerle cosa de los años 60´s y 80´s que ya perdieron su vigencia… además… ya no son los tiempos para leer a Nicolás Guillen y a Manuel Zapata Olivella… el Capital Destructivo quiere eso… espera que olvidemos pronto, la historia es aburrida según él… (No deberían discutirse ya en el Siglo XXI cosas como estas, pero que le vamos a hacer, si apenas un lustro de Siglos la ideología del Capital Destructivo se ocupó en marcarlos con el mismo hierro candente que marcaba sus reses.
Los secuestró, les colocó unas cadenas y violó a las muchachas y los esclavizó por millones… desconociendo que esos hombres y mujeres crearon las primeras herramientas y articularon las primeras palabras.
Del África venimos todos, se dice, y todavía no hay prueba en contrario. Así que decir hombre de color Negro o la mujer de piel negra… es lo mismo que apuntar una flecha con dirección al corazón de África… lugar de donde vienen los negros y las negras guerreras defensoras de la Libertad por el amor a la vida…
Pero ahora muy alegremente el Capital Imperialismo Destructivo propone que se les diga afrodescendientes y propone, además, leyes contra la discriminación racial donde no se hable de su negrura…
Así que seamos claros…: Aquel negro que le sigue la corriente a las propuestas ideológicas del Capital Imperialismo Destructivo, ese mismo que destruyó en apenas 35 años la mitad de la población indígena en América, es lo que se llama en Venezuela: “un negro(a) parejero que habla pistoladas”…
De África viene la Negra Asunción homenajeada en este Galerón Llanero, por el Gran Aquiles Nazoa, (1920-1976), el poeta de raíces populares más profundas de Venezuela y a quien sólo le brotaban de la pluma muchos versos llenos de amor y humor:
Desde Guacara al Cajón,/ de Cazorla a Palo Santo,
no hay negra que baile tanto/como mi negra Asunción
cuando empieza el galerón/ y entra mi negra en pelea,
todo el mundo la rodea/ como hormiguero a huesito
¡Porque hay que ver lo bonito/que esa negra joropea!
Que esa negra joropea/bien lo sabe el que la saca
que la compara a su hamaca/cuando hay calor, y ventea
¡así es que se escobillea!_le dice algún mocetón
y en su honor hace Asunción/una figura tan buena,
que como flor de Cayena/se le esponja el camisón.
Se le esponja el camisón,/y el mozo que la ha floreado
Salta:_ ¡Permiso, cuñao,/ que es conmigo la cuestión!
Luego se ajusta el calzón,/la engarza por la cintura
Y con tanta donosura/se le mueve y la maneja
Que la negra lo festeja/con una nueva figura.
Con una nueva figura/en que ella se le encabrita
Como gallina chiquita/cuando el gallo la procura
_ ¡Venga a verla, don Ventura!/grita alguno en el corral,
Y desde allí el caporal/dice con cara risueña:
Baila bien esa trigueña/Yo la he visto en Guayabal.
Yo la he visto en Guyabal/y también en San Fernando.
Yo vengo el llano cruzando/de paso para El Yagual,
Y aunque decirlo esté mal,/por parecer pretensión,
Desde Guacara al Cajón/ de Cazorla a Palo Santo,
no hay negra que baile tanto/como mi negra Asunción…
*La Cuarta República… los gobiernos de los partidos tradicionales de Venezuela que firmaron el Pacto de Punto Fijo en 1958… y que en Colombia seria algo similar al pacto que dio origen al Frente Nacional, tras el asesinato del Líder Liberal Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de Abril de 1948.
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