Salarios mínimos y relaciones laborales

27/05/2012
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  • Opinión
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Acaba de realizarse el Vº Encuentro Sindical Nuestra América, ESNA, entre el 21 y 23 de mayo pasado en la Ciudad de México. En el cónclave participaron las principales centrales sindicales de la región, con más de 400 delegados mexicanos y otros 200 representando a 20 países. Los debates concluyeron en la Plaza del monumento a la Revolución, con 5.000 participantes que siguieron con atención reflexiones de representantes de varios países de la región y especialmente de Piedad Córdoba, la senadora del pueblo de Colombia, despojada institucionalmente y perseguida por el régimen político de ese país.

Uno de los temas más destacado y celebrado en las deliberaciones fue la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo, LOT, en Venezuela, por tratarse de un instrumento que marcha a contramano de las regresivas reformas laborales instrumentadas en las últimas dos décadas en nuestros países.

Tabla 1 – Evolución de los Salarios Mínimos en u$s PPA

Puesto

País

Salario mínimo en u$s PPA 2011

Salario mínimo en u$s PPA 2010

Salario mínimo en u$s PPA 2009

Salario mínimo en u$s PPA 2008

Salario mínimo en u$s PPA 2007

1

Argentina

 792

694

 676

716

611

2

 Paraguay

 681

 619

 592

597

567

 3

 Ecuador

 489

 448

 417

432

394

 4

 Chile

 484

 445

446

455

433

 5

 Colombia

 457

 448

 452

455

437

 6

 Perú

 439

 356

 356

355

321

 7

 Venezuela

 348

 370

 377

426

384

 8

 Brasil

 341

 327

310

295

274

 9

 Uruguay

 285

 289

283

282

230

 10

 Bolivia

249

 214

 212

 212

 209

 

Es relevante el asunto, ya que en el último lustro han mejorado relativamente los salarios del sector “regular” en el mercado laboral, y muy especialmente los salarios mínimos. Resulta de interés discutir ambas realidades y sus vinculaciones recíprocas. Es cierto que han mejorado los indicadores de ingresos de los trabajadores del sector regular, y especialmente del salario mínimo, pero sin modificar la reaccionaria legislación establecida en tiempos de ofensiva neoliberal en los 80´ y en los 90´.

Argentina  tiene el mayor poder adquisitivo medido en dólares respecto de los salarios mínimos de 10 países de la región para el 2011(Tabla 1)[i], y seguido del Paraguay, aunque en la relación 2011-2007 ha sido el Perú el que encabeza la recuperación del salario mínimo, con un 36,73%, seguido de Argentina con 29,62% (Tabla 2). Al final de la Tabla 2 aparece Colombia con una recuperación del 4,63% y el único con valores negativos es Venezuela con un registro de -9,31%, o sea, pérdida de más del 9% de la capacidad de compra respecto de los últimos años.

Tabla 2 – Variación anuales y totales de los Salarios Mínimos en u$s PPA

Puesto

País

Variación 2011-2007

Variación 2011-2010

Variación 2010-2009

Variación 2009-2008

Variación 2008-2007

1

Perú

36,73%

23,13%

0,13%

0,28%

10,59%

 2

 Argentina

29,62%

14,07%

2,71%

-5,59%

17,18%

 3

Brasil

24,50%

4,35%

5,46%

5,08%

 7,66%

 4

Ecuador

24,00%

9,11%

7,38%

-3,47%

9,64%

 5

Uruguay

23,83%

-1,34%

2,01%

0,35%

 22,61%

 6

Paraguay

20,05%

9,99%

4,55%

-0,84%

5,29%

 7

 Bolivia

19,00%

16,21%

0,96%

0,00%

1,44%

 8

 Chile

10,76%

8,77%

-0,22%

-1,98%

5,08%

 9

 Colombia

4,63%

2,14%

-0,96%

-0,66%

4,12%

 10

 Venezuela

-9,31%

-5,96%

-1,77%

-11,50

10,59%

 

Son interesantes los datos que presentan ambas Tablas para países con diferente orientación de política económica. Lo que pretendemos, es llamar la atención sobre algunas cuestiones estructurales relativo al empleo y a la relación salarial en el capitalismo en la región. Hemos mencionado el caso de la reciente aprobación de la LOT, Ley Orgánica del Trabajo en Venezuela, porque este país aparece último y con registro negativo en la evolución del salario mínimo. La LOT establece la reducción de la semana laboral de 44 a 40 hs, con 8 hs diarias y dos días de descanso; la extensión del permiso postnatal de 12 a 20 semanas; la inamovilidad de dos años para ambos padres después del parto; pago doble de prestaciones por despido injustificado; elimina los contratos de “outsourcing” (tercerización) entre otras cuestiones relevantes. Existe un debate sobre la práctica de gestión de los trabajadores en las empresas venezolanas, participación estatal mediante, que renueva la discusión sobre las relaciones laborales en el capitalismo, máxime en un país que se propone el tránsito al socialismo.

Los indicadores presentados dan cuenta de un incremento en los salarios mínimos entre 2007 y 2011, claro que es una conclusión válida para los trabajadores registrados, que como sabemos, en la coyuntura del desarrollo capitalista contemporáneo, son la minoría. La mayoría de los trabajadores pertenecen al sector informal o no regularizado, sin seguridad social, que en muchos casos perciben ingresos por debajo del mínimo. Son entonces, dos aspectos a considerar. Por un lado el crecimiento de los mínimos salariales, que aun cuando se trata de una minoría indica una pauta del piso de ingreso de los trabajadores. Para muchos es un objetivo o una referencia, aún siendo insuficiente para resolver la canasta familiar de los trabajadores. La otra cuestión es que el mínimo, por mucho que crezca no destaca lo principal, ni de los ingresos del conjunto de los trabajadores, ni de la relación de los trabajadores con el capital actuante en cada país.

El salario mínimo es una referencia importante, sí, pero necesita relacionarse con otras variables. Una es la evolución de los precios de los productos y servicios que realmente adquiere la familia del trabajador, más allá de los índices oficiales de inflación. Es relevante el tema en el caso argentino ante la manipulación de los datos del INDEC, con una inflación real que discute las recuperaciones del poder de compra. Otra variable son las ganancias empresarias, las que definen la brecha en la división funcional del ingreso y que responden a una creciente concentración y centralización del capital. En definitiva, no solo se trata de los ingresos, sino de los derechos de los trabajadores y su lugar en la producción material de bienes y servicios, lo que define su capacidad de consumo y posibilidad de emancipación social.

Buenos Aires, 26 de mayo de 2012

https://www.alainet.org/es/active/55168
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