México

En la adversidad: ¡Hora es cuando chile verde le haz de dar sabor al caldo!

Gaspar Morquecho

05/06/2012

Opinión

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Convencido que sólo un milagro puede evitar que Salinas - Enrique Peña Nieto recuperen el poder político en México, también es cierto que el estúpido desplante diazordacista de Peña Nieto en la Ibero, modificó el escenario político nacional y el curso de la contienda electoral.

Surgió un fresco, alegre, creativo y novedoso movimiento estudiantil #YoSoy132,el cual se proyecta como nacional y más allá del proceso electoral. Con sus movilizaciones las/os #YoSoy132 miles, lograron que las preferencias electorales cambiaran: el candidato priísta bajó en las encuestas, AM-LOVE se fue al segundo lugar y la abandonada candidata panista al tercero.

La caída de Peña Nieto puede significar que los priístas no consigan la mayoría absoluta en las Cámaras. De lograrlo, sería desastroso para el país pues, Salinas-Peña Nieto estarían en condiciones de realizar las “reformas estructurales” que se les ocurran. La posibilidad de que los priístas no logren esa mayoría es nuestra primera deuda con los jóvenes.

Esos cambios crearon, también, la ilusión de triunfo en las filas de Morena. Además que el oportunismo dentro del PRD florezca. Ahora todas las estructuras partidistas y las personalidades han “cerrado filas” en torno a la candidatura de AM-LOVE que, a su vez, ha endurecido el tono de su discurso cuasi amoroso. De risa es la disputa de Camacho Solís por una plurinominal al Senado asignada, por estatutos, a los jóvenes.

Con una muy probable derrota, el triunfalismo en las filas de la izquierda institucional puede traer graves consecuencias en sus filas y en el ánimo y deseos de la población que los ve con esperanza.

Es inimaginable el aparato y el menú de maniobras políticas que se han puesto en marcha para que Salinas-Peña Nieto lleguen al poder político en menos de un mes. En el campo, el priísmo relanzó a la golpeadora Antorcha Campesina de manufactura salinista, además la nefasta corriente guarda una relación estrecha con las organizaciones y asociaciones que cohabitan en el Congreso Agrario Permanente. Por su parte, las asociaciones patronales y estructuras del charrismo sindicales en el Congreso del Trabajo reviven el voto cautivo. Los jefes de las fuerzas armadas tienen bajo su control a miles de subordinados. En el ámbito del Estado paralelo, las “empresas radicales” y sus fuerzas armadas (popularmente conocida como Delincuencia Organizada), Salinas - Peña Nieto deben haber tendido, al menos, los puentes y establecido la alianza para la coyuntura. Quadri, el peón del salinismo puede declinar a favor de Peña Nieto y, la demoníaca Elba Esther, vender carísimo el voto panalero-magisterial. No está demás señalar las caricaturescas adhesiones al priísmo de Rosario Robles, Espino y Fox. A eso y más, súmenle el voto duro de los mexicanos priístas de coraza. ¡Ah!, las televisoras siguen actuando. Tal es el estado de la cuestión (je)que AM-LOVE resultaría ser quién engorda el caldo. Por esas cosas y muchas más, la situación es y puede ser más complicada.

Frente a ese horrible escenario, la remota posibilidad del milagro puede estar en una cabronada, es decir, en la amorosa declinación de La Chepina a favor de AM-LOVE y que AM-LOVE amorosamente la aceptara. Al fin y al cabo están, en el horizonte, los gobiernos de coalición promovidos por Manlio, Fernández de Cevallos y Camacho Solís. Sin embargo, la alianza y la guerra sucia es del PRIAN contra el amoroso voluble deAM-LOVE.

En esta coyuntura, el proceso del movimiento #YoSoy132 se ha ido definiendo y estructurando. En su última asamblea del 5 de junio en el auditorio de Arquitectura -UNAM, se asumieron como un movimiento autónomo, independiente de cualquier partido político y antineoliberal. Acordaron que su máximo órgano de decisión será la Asamblea Universitaria General y transitaron del, al sufragio crítico e informado. Quizás está implícita la consigna de “Ni un voto al PRI ni un voto al PAN” y #YoSoy132 o puede resultar en el “Voto Nulo y el NO Voto”.

Y… ¿El chile? Y ¿El caldo?

Además de la grata aparición del #YoSoy132, de su incidencia en la coyuntura política nacional y lo que resulte del “sufragio crítico e informado”, la promesa está en su carácter autónomo, independiente de cualquier partido político y en la lucha antineoliberal que puede emprender al lado de los movimientos sociales que luchan en defensa de su tierra y el territorio. Contra la “acumulación por despojo”, es decir, en oposición de los megaproyectos extractivos y para la obtención de fuentes de energía (presas, pozos petróleo, minería) y turísticos (complejos y carreteras). De las luchas que emprenden los campesinos en diversas regiones del país en contra de la violencia del “crimen organizado” que los asesina y despoja de su territorio y recursos (bosques). De los indígenas por su autonomía. Al lado del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, del EZLN y pueblos zapatistas que, a lo largo de los últimos 18 años, se mantienen en resistencia luchando por: Democracia, Justicia, Libertad, Independencia y Paz.

¿Será posible que la construcción de puentes que realizan todos esos movimientos y la reconstrucción de otros se concrete, al menos, en un saludo fraterno o en un guiño de vamonos encontrando para darle sabor al caldo? En la adversidad, me parece que los vientos son favorables, tanto que, después de la contienda electoral es posible caminar con las y los compañeros de Morena y López Obrador – si no se va a la chingada –, en la lucha por la democratización del país. Capaz que podemos llenar de piedritas el zapato.

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