Ecuador

Afroecuatorianos construyendo su destino

Jesús Chucho García

07/09/2012

Opinión

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Este fin de semana se está realizando el II Congreso Unitario del Pueblo Afroecuatoriano en la populosa ciudad salsera de Guayaquil, Ecuador, donde se han dado cita para revisar y construir sus agendas para el presente y futuro inmediato desde sus necesidades propiamente sentidas y aspiraciones de soberanía en el marco del Estado pluralista ecuatoriano.

Una larga trayectoria de lucha

En varias oportunidades he podido compartir en asambleas, conferencias y hasta movilizaciones con nuestros hermanos ancestrales afroecuatorianos desde finales del siglo XX y en la primera década del siglo XXI. Con ellos he aprendido la solidaridad, resolución de conflictos, relaciones interétnicas con nuestros hermanos indígenas y sobre todo el complejo abordaje del relacionamiento Estado-Partido-Gobierno y Movimientos sociales con sus saldos positivos y negativos.

Tenemos vinculaciones históricas inobjetables. La primera vinculación es la referida a nuestra raíces africanas subsaharianas, expresada en nuestros componentes étnicos común como la civilización Congo, expresada en la Marimba, originaria de antiguo reino de Kongo Dia Ntotela y hoy es una de las máximas expresiones tradicionales ecuatorianas con su máxima expresión con Papa Roncón o Limber Valencia. Por otro lado la diversidad polirrítmica encabezado por el tambor Kununo. Aun en el valle del Chota existen apellido Congo, y otros etnónimos como Luango y Ambuila. En Ecuador se daría en el campo de la ética libertaria la unidad afroindígena con el líder africano en el siglo XVI, llamado Illezca, quien construyó una zona liberada en la zona de lo que es hoy la provincia de Esmeraldas.

La segunda vinculación viene dada por el proceso histórico bolivariano del siglo XIX, donde afroecuatorianos y afrovenezolanos participaron en nuestra guerra de independencia para la liberación de cinco naciones. La gloriosa Batalla de Pichincha, bajo la dirección del venezolano Mariscal Antonio José de Sucre es un ejemplo de ello. Fue en Ecuador donde Bolívar hizo su deliro en el Chimborazo donde expresó…..” y el tiempo no ha podido detener la marcha de la libertad”. Pero algo que no menciona la historia oficial fue la participación numérica y decisiva de los africanos y sus descendientes en marcha hacia la libertad. Los afroecuatorianos tuvieron que esperar 186 años (2008) para que por primera vez se reconociera en la Constitución Bolivariana en sus articulos 56 y 60 a las y los afroecuatorianos, como parte de la reforma constitucional ecuatoriana que liderizó el actual presidente Rafael Correa y el empuje del pueblo afrodescendiente de ese país, no regalado fue peleado, ojo pela'o.

La tercera vinculación es la lucha contemporánea contra cualquier forma de dependencia y neocolonialismo que llevan en conjunto Venezuela, Bolivia y Ecuador, y que en la actualidad son motores de la nueva integración.

De la revolución ciudadana al encocado de marisco

Hemos resumido algunos antecedentes históricos de la afroecuatorianidad, como resultado de una toma de conciencia crítica en la autovaloración esperanzada que continúa en su lucha incesante para ecualizar “el buen vivir” planteado en la constitución del 2008. Los afroecuatorianos en sus puntos de mayor presencia demográfica, desde Guayaquil a Esmeraldas, no han dejado de luchar ante gobiernos que no han comprendido sus necesidades. Han visto desfilar a finales del siglo pasado desde Bucaram a Jamil Mahuad, pasando por Noboa y Lucio Gutiérrez, algunos más que otros presidentes de acercaron al pueblo afroecuatoriano con trompetas y etnopopulismo que no reflejaban el sentir de sus necesidades básicas insatisfechas tanto materiales como espirituales. Estos presidentes llegaron hasta crear políticas públicas y financiamiento de la Banca internacional que en poco o casi nada contribuyeron al fortalecimiento de su desarrollo.

Con la llegada del presidente Correa se ha venido dando un acercamiento complejo, no ha sido fácil, donde por la experiencia acumulada, se insiste más en la autonomía y no la utilización coyuntural. Dice Correa que la revolución ciudadana se entiende ”como un proceso de transformación en todos los niveles que va desde lo cultural hasta lo ético”. Interpretaríamos este enunciado como un “encocado de marisco” donde los diferentes componentes deben estar en su punto para lograr el equilibrio del buen gusto, en otras palabras se trata de la búsqueda de una integración que permitiría ir avanzando hacia la erradicación de la desigualdad regional de las comunidades afro en el sector rural y urbano, así como la afirmación participación política afroecuatoriana en las circunscripciones electorales con miras a las elecciones del año 2013.

La comunidad afroecuatoriana, según el último censo del año 2010, constituye más del 7,2% de la población, y están ubicados en sitios geoestratégicos como Esmeraldas donde está la refinería de petróleo que produce el 40% de petróleo que consume el país, la producción de pescado, cacao (unos de los mejores del mundo), la producción bananera (con elevada producción mundial) o los obreros portuarios de Guayaquil que mueve el 70% de la economía del país, evidentemente que constituye una fuerza decisiva para profundizar la transformación social y política de Ecuador, que se suma a los procesos progresistas de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia. El Movimiento afroecuatoriano en alianza estrategia con su gobierno debe exigir y avanzar hacia la integración afrodescendiente en espacios como el Alba, Celac y Unasur, donde Ecuador juega un papel decisivo. Saludamos con orgullo y fortaleza este segundo congreso del pueblo afroecuatoriano, ejemplo para todos los pueblos de la diáspora africana planetaria.

- Jesús "Chucho" García. Barlovento, La voz de Afroamérica (Venezuela).

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