Corrupción, cambios y vértigo

20/09/2012
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San Juan, 21 de septiembre de 2012 (NCM) – El Partido Independentista Puertorriqueño volvió a saltar al centro protagónico cuando su comisionado electoral en el precinto siete de Guaynabo, Luis F. Abreu Elías, denunció una intentona de fraude electoral institucionalizado que incluye poner a votar a pacientes avanzados de alzheimer mediante un esquema de firmas y formularios falsificados.
 
La noticia fue difundida en el programa “Si no lo digo reviento” de la periodista Inés Quiles, por la cadena nacional “Radio Isla”, pero a pesar de su gravedad tuvo de inmediato un impacto casi inexistente en los demás medios noticiosos.
 
Copia del extenso memorial de Abreu Elías, quien además es uno de los abogados criminalistas más famosos del país, fue obtenida por NCM Noticias. En el documento de tres partes se detallan, con nombres, apellidos, direcciones y demás señas, los casos encontrados y los funcionarios del gobierno municipal de esa ciudad metropolitana –afiliados al oficialista Partido Nuevo Progresista- que están involucrados activamente en el esquema de fraude para los comicios generales y el plebiscito sobre la condición política de Puerto Rico, ambos pautados para el 6 de noviembre.
 
Se conoce también detalles de periodistas y medios noticiosos que han recibido aviso de la escandalosa denuncia, pero todos parecen estar mirando en otras direcciones.
 
El caso denunciado por Abreu Elías, que incluye falsificaciones de documentos públicos y otros delitos graves, vuelve a traer el tema del intento masivo de fraude electoral de marzo pasado, cuando la Comisión Estatal de Elecciones detectó e invalidó decenas de miles de votos imaginarios producidos en por lo menos 66 de los 78 municipios del país en las primarias de los dos partidos pro Estados Unidos. En el caso particular de Guaynabo, en marzo fue escenario de una operación que todavía está bajo investigación de las autoridades por la participación de policías municipales que presuntamente se inscribieron con direcciones falsas para poder votar fraudulentamente.
 
El uso de funcionarios del gobierno para trucar las listas de electores podría afectar la confiabilidad del proceso en el que, esta vez, además de la elección regular, tiene la particularidad de ser la primera ocasión en que habrá la oportunidad oficial de consentir o negar su consentimiento a la condición de colonia de EEUU.
 
Una de las nociones generalizadas en diversos sectores políticos y que ha sido planteada ante las Naciones Unidas y foros internacionales es que el plebiscito no tendrá utilidad para resolver la condición política de Puerto Rico. En la otra cara de la moneda está el impacto que pueda tener la votación de Puerto Rico en el proceso de reorganización de las demás colonias en el estratégico archipiélago a la entrada marítima de América Latina, que ya se están organizando en un frente común para coordinar sus acciones frente a la Unión Europea.
 
En los pasados años –y en especial en los últimos meses- los cambios se van acelerando en esta pequeña nación isleña, ubicada equidistante de Guantánamo y de Caracas en el vértice noreste de un triángulo de gran importancia geopolítica. Algunos de esos cambios tienen que ver con la reubicación de fuerzas de izquierda que durante decenios se caracterizaban por el enfrentamiento frontal público a EEUU y ahora promueven partidos de frentes amplios que convoquen a independentistas, autonomistas y anexionistas para atender de inmediato asuntos puramente locales y postergar el tema de la situación colonial para una fecha futura indeterminada.
 
La traslación de los ejes políticos en ocasiones produce chirridos estridentes, entre ellos denuncias contra figuras independentistas o nacionalistas, difusión de mano en mano de documentos fechados hace décadas y que consignan que fueron conocidos por activistas de Puerto Rico, Chicago y otros puntos. También se han producido llamados formales a investigaciones policiales por violencia política, lo que constituye una invitación a las divisiones de inteligencia de la Policía nacional y el Buró Federal de Investigaciones para que entren en la escena.
 
Un efecto colateral ha sido que el Partido Independentista Puertorriqueño y su candidato a gobernador, Juan Dalmau, fueron los únicos que aceptaron compartir tribuna con nacionalistas en la conmemoración del Grito de Lares, que recuerda el alzamiento contra el dominio español en 1868. Mientras tanto, otras organizaciones iniciaron un movimiento junto con uno de los sectores nacionalistas para denunciar lo que consideran es la usurpación y falta de unidad.
 
Pero ese movimiento en los ejes políticos, con sus consecuencias un tanto tensas, no se limita a los sectores de izquierda.
 
En el oficialismo anexionista se desarrolla una intensa campaña para convencer a sus simpatizantes a que no tengan miedo y voten en rechazo a la condición colonial como paso ineludible para que Puerto Rico se convierta en estado de EEUU. Eso incluye llamados propagandísticos que aseguran que la bandera de Puerto Rico no cambiará, pero la que tendrá que cambiar será la de EEUU –en todas las oficinas oficiales y todas las embajadas en el mundo- al tener que incluir la estrella puertorriqueña.
 
Sin embargo, cuando se le llamó la atención al Gobernador, Luis Fortuño, de que el voto No a la colonia requeriría además que el Departamento de Estado de EEUU cambiara la posición sobre Puerto Rico que difunde a través de todas las embajadas, admitió que no se ha iniciado la consulta y el diálogo al respecto con el organismo rector de la diplomacia estadounidense. El Comisionado en Washington, Jorge Pierluisi, dijo que se descansaba en que la Secretaria de Estado Hillary Clinton es persona que conoce bien a Puerto Rico y al movimiento anexionista.
 
En el otro lado de la contradicción, influyentes comentaristas del anexionismo advierten que todo el proceso puede ser una trampa tendida hábilmente por los independentistas.
 
En junio pasado, comentando las perspectivas de roces e inestabilidad entre partidos nuevos, el profesor Félix Córdova, ahora candidato a Comisionado en Washington por el Partido del Pueblo Trabajador, advertía que si se producían tales choques “en la anchura de ese espacio, es porque todavía llevan la pequeñez dibujada en la piel”.
https://www.alainet.org/es/active/58104
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