La luz de Chávez
07/01/2013
- Opinión
Cuando un ser humano abraza con pasión y coraje la causa de la Patria, se llena de una luz interior que trasciende y comienza a iluminar su camino, con mayor razón si liga o vincula su lucha a los anhelos de justicia, equidad y libertad de los sectores más humildes, preteridos, excluidos y marginados de la sociedad.
Los conductores de las gestas transformadoras, revolucionarias, no requirieron de otro impulso que el de su propia fuerza interior para seguir marchando siempre hacia adelante, orientando y conduciendo a quienes se sienten atraídos por la transparencia de su voz, de sus ideas, de sus acciones, de su propia luz.
Con las debidas distancias de realidades y circunstancias históricas, sociales y políticas distintas, que además les otorga sus propias personalidades a los procesos libertarios y revolucionarios: así emergieron los verdaderos y auténticos caudillos, entre otros, como Bolívar, San Martin, Zapata, Sandino, Martí, Alfaro; y más contemporáneamente, Fidel, Che, Gaitán, Camilo Torres, Allende y, desde luego, Hugo Chávez.
En sus 15 años de lucha hasta llegar a la Presidencia demostró que su fuerza moral combativa lo sacaba victorioso de todas sus batallas, siendo la última elección la que proyectó internacionalmente su figura a un liderazgo continental.
Estuvo a punto de ser asesinado hace 10 años cuando se fraguo un golpe de estado con ayuda internacional, pero el pueblo venezolano lo rescató con gran firmeza.
Acaba de obtener una gran victoria electoral que conmovió a la humanidad entera, puesto que las fuerzas económicas y mediáticas de la reacción internacional, en forma descarada se mostraron de cuerpo entero, tratando de torcer el destino de ese noble pueblo hermano.
Hoy, una adversidad que afecta su salud, lo pone a prueba con otra batalla al líder venezolano, que la enfrenta con la decisión que lo caracteriza, mientras un pueblo entero, en su mayoría creyente, eleva sus oraciones solidarias para rogar por su recuperación.
Y, como no puede ser de otra manera, los que son derrotados en las urnas no cesan de destilar odio rencoroso contra quien ha levantado la conciencia y la dignidad de toda la Nación.
La luz del líder latinoamericano ya ilumina el territorio continental por donde camina eternamente la espada de Bolívar para afirmar la Segunda y definitiva Independencia.-
- Alfredo Vera, escritor, periodista ecuatoriano, ex ministro de Educación
Publicado en El Telégrafo, lunes 7 de enero 2013.
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