Trincheras de ideas
14 de abril: de nuevo el reto de 10 millones de votos
01/04/2013
- Opinión
Los lamentables sucesos acaecidos en Venezuela por el fallecimiento de nuestro querido Comandante en Jefe Hugo Chávez Frías el 5 de marzo pasado cambiaron en buena medida el cuadro político del país, en primer lugar al plantearse cumplir lo establecido por la Constitución Bolivariana de convocar un nuevo proceso electoral, ante la falta absoluta del presidente Chávez, en el lapso de un mes como en efecto lo hizo el CNE, estableciéndose como fecha tope el 14 de abril de 2013.
El tiempo de campaña, en rigor, es bastante corto, diez días apenas para las movilizaciones de los candidatos y la búsqueda del voto en los 24 Estados que conforman el país. ¿Quién, de las opciones, tiene mayores fortalezas para alcanzar el triunfo presidencial, Nicolás Maduro o Capriles Radonski?
En el campo de la revolución, del bolivarianismo, del chavismo no era posible pensar ni por un instante que Hugo Chávez no superara la enfermedad, menos después de verlo en la campaña electoral presidencial de julio a octubre de 2012, 3 meses de intensa actividad donde dio evidentes muestras de fortalezas físicas, emparamarse incluso, mojarse durante varias horas aquel 4 de octubre en la mega concentración de las 8 avenidas rojas rojitas.
De manera que eso no se planteaba; quizás cuando el propio comandante planteó volver a Cuba, él mismo debió plantearle a la dirección política y militar de la revolución la posibilidad de ser sustituido, creo que la decisión de proponer a Maduro el 8 de diciembre debió ser anteriormente consultada y debatida políticamente. Ya ese 8 presentía su muerte, pero él era un estratega, un visionario y lo dijo, la revolución no puede depender de un solo hombre, de un solo líder, se abría el mandato de un liderazgo colectivo.
Aún así nadie se planteaba la posibilidad de la muerte del jefe de la revolución, sólo la muerte del comandante nos introdujo esa nueva realidad y asumimos el reto con hidalguía y decisión de triunfo. Ya en diciembre, estando ausente el comandante por primera vez de un proceso electoral, el movimiento revolucionario, el Psuv, las fuerzas políticas que integran el Gran Polo Patriótico logramos la victoria en 20 Estados y nos alzamos con las 20 gobernaciones. Esa fue una importante experiencia que aún está montada.
En el campo de la extrema derecha, a pesar de que parecía esperar el fatal desenlace, incluso Capriles tuvo veleidades en ese sentido no hay dudas de que la muerte de Chávez –al que sin dudas odiaban y trataron de destruirlo a él como persona y a su obra redentora– afectó sensiblemente a la derecha, al menos a un sector importante de ésta. Pese a la canallesca y miserable actitud de Radonski, que con su artero ataque al Chávez aún no enterrado, en capilla ardiente, con el llanto y el dolor de nuestro pueblo a flor de piel, se descubrió como el más miserable de los seres, ¿por qué lo hizo? Porque aún yacente Chávez en su ataúd, estaba irradiando vida; aún cerrados sus ojos convocaba a millones de venezolanos y eso el Radonski oligarca, el favorito del imperio, no se lo perdonaba. Con aquel ataque artero al Presidente quería matarle el alma, y prohibirle a sectores sensibles de la derecha que expresaran su dolor.
Pero la derecha, ni sus amos imperialistas ni lo oligarburgueses vende patria, estaban preparados para esa campaña. Capriles venía de una estruendosa derrota donde Chávez le sacó la ventaja de 1.5999.828 votos que fue el 55,07% de todos los votos de esas elecciones. Esa derrota pesa mucho y lo precipitado de los acontecimientos, un mes escaso de precampaña y de campaña indican que, pese al poderío mediático con que cuenta Radonski –su mayor fortaleza– no le sirve de mucho, tiene plomos en los pies, los números de todas las encuestas serias, incluso las de ellos, lo dan como perdedor. ¿Qué producto van a vender, qué jabón, qué champú, que perfume baratón que ya no se haya devaluado en el más incapaz de los candidatos de toda la historia electoral de Venezuela?
Por su lado, ¿cuáles son las fortalezas de la Revolución y del camarada Nicolás Maduro?
La victoria clamorosa y rotunda del 7 de octubre pasado donde Chávez y revolución volvieron a ganar, están muy frescas. Claro ahora él no está físicamente, pero ¿hay dudas de que se ha multiplicado y absolutamente todo el chavismo, es decir, millones de venezolanos se sienten Chávez?
¿Qué mayor demostración de conciencia revolucionaria que lo ocurrido a raíz de la muerte de Chávez, la movilización más impresionante de masas que recuerde nuestra historia?
Aquella fue una reafirmación de afecto, de amor hacia el más grande y mejor amigo, pero igualmente fue una movilización de reafirmación revolucionaria, de conciencia revolucionaria, de que el chavismo no moría, estaba vivo e iba a continuar.
¿Podrá la revolución, con la conducción de Nicolás, lograr no ya el triunfo, que ya está asegurado, sino alcanzar la ansiada y no lograda meta de los diez millones de votos?
En octubre Chávez obtuvo 8.191.132 votos, cifra nada despreciable, que si la volvemos a alcanzar es buena porque amarraríamos el triunfo.
Pero el cuadro político es otro, ya lo dijimos. ¿Conservará Radonski los 6 y medio millones de votos que sacó en octubre?
Creemos que no, el cuadro político cambió para ellos. No es nada descartable que en la masa derechista se produzca una significativa abstención. La brutal precampaña electoral de Radonski, torpe hasta lo indecible de atacar una persona que acaba de fallecer, ofender a su familia, sin duda hirió a muchos opositores que ven en el candidato de la MUD un ser desalmado, insensible, atrozmente inmaduro que no tiene condiciones para dirigir el país.
Por lo menos millón y medio de votantes que sufragaron en octubre por Radonski ya no lo harán, una inmensa cantidad de esos votos eran chavistas y sufragarán por Maduro.
Los bajos porcentajes de Capriles en las encuestas hablan de la votación que probablemente tendrá, quizás 4 millones, como mucho 5 millones. Funcionará la economía del voto, aquella que da la certeza de que Maduro es inderrotable. A la pregunta de las encuestas que independientemente de su preferencia electoral ¿quién cree que ganará el 14 de abril? La respuesta invariable del 62 ó 65% de los encuestados es que ganará Maduro.
Hacia esos sectores populares y medios, que la muerte de Chávez los ha hecho reflexionar, también los errores de Capriles y de la derecha injusticiera, mudista, hay que llevar el Programa de la Patria. Pero también al sector juvenil que vota por primera vez o que votaron en octubre y no quedaron satisfechos ni claros políticamente.
Los diez millones de votos son en verdad un reto, no imposible de alcanzar si todas las fuerzas unidas del chavismo, del bolivarianismo, del socialismo van férreamente unidas al encuentro con el pueblo votante.
Hay una logística, una organización política y social de los procesos electorales de octubre y diciembre que está montada. Los defensores del voto, los miembros de mesas, el pueblo en la calle allí va a radicar el triunfo del 14 de abril y la elección de Nicolás Maduro.
@hgcaracola
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