Sistema de AFPS no resiste una reforma: hay que cambiarlo
23/04/2013
- Opinión
En el año 1979, José Piñera –en ese entonces ministro del trabajo- anunció un programa de cuatro leyes con una clara inspiración liberal: Creó un nuevo Código del Trabajo, que cambió radicalmente la legislación sindical y de negociación colectiva en Chile; estableció un sistema privado de salud (ISAPREs); implantó la Ley Orgánica Constitucional de Minería, que permitió la inversión privada en Minería a una escala jamás vista en Chile y erigió un sistema de jubilación basado en cuentas personales administradas por privados, Administradoras de Fondos de Pensiones, AFPs
Han pasado más de 44 años desde que el hermano del actual Presidente de la Republica implementó el sistema como la gran solución para las pensiones de los y las trabajadoras. Cuatro décadas después existe consenso de que las AFPs fueron un fracaso, ya no tiene sentido por parte de algunos neoliberales acérrimos seguir discutiendo o justificando más bien las bondades de las AFPs. Este sistema no resiste reforma, pues no tiene remedio. Insistir en soluciones parche como subir la edad de jubilación, entre otras, no sirve de nada. Eso sería profundizar aun más la pobreza en la que este sistema sumió a los adultos mayores.
Lo que se requiere es un nuevo sistema: que este sea público; que sea en base a principios de suficiencia; de universalidad y sin fines de lucro, ya que al no tenerlos, el costo de administración es menor y no se justifiquen los gastos altísimos que tienen en administración.
Es fundamental que en este nuevo sistema concurran tres actores: trabajadores, empresarios y Estado; con cotización bipartita: trabajador-empleador y donde el Estado asegure a todos los cotizantes una pensión no menor al 70% de lo que ganan al momento de jubilar.
Lamentablemente José Piñera malogró a una generación completa de adultos mayores y los condenó a vivir una vejez miserable con pensiones que no alcanzan si quiera para sobrevivir, mucho menos para disfrutar de lo que en justicia debiera ser, luego de entregar una vida al servicio del crecimiento del país. Ya es tarde para ellos, pero no para las futuras generaciones.
Arturo Martínez Molina
Secretaria General CUT Chile
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