La defensa del territorio: una tarea de los campesinos
06/07/2013
- Opinión
El Catatumbo zona de recuperación, zona de consolidación, de disputa y despojo, de grandes contradicciones entre la autonomía y el control de los grandes mega-proyectos y el narcotráfico.
En la radio y otros medios de comunicación, ha estado el tema del conflicto en el Catatumbo, para los que no sabían se ha dicho que la zona la constituyen 9 municipios. Que ha sido una zona que ha vivido el conflicto armado y la degradación del mismo en los últimos años.
Desde 1996 el ELN hace presencia, luego fue objeto de disputa con la FARC, se recrudeció la violencia con la entrada de los paramilitares el bloque Catatumbo y el bloque norte de las AUC-ACCU.
Desde el 11 de junio del presente año, los campesinos de la zona empezaron el bloqueo de las de las vías en protesta por la llegada de erradicadores manuales de coca a la zona. La presencia del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y por vía aérea la policía antinarcóticos, como lo señaló la comisión de verificación realizada el día domingo 16 de Junio,[1] ha sido la fórmula presentada por el gobierno para la interlocución.
Hay que señalar que la protesta se inicia por las erradicaciones forzadas y sin alternativas sostenibles a los cultivos de uso ilícito, es sabido que de los 9 municipios dos de ellos tienen cultivos ilícitos y este tema ya desde las conversaciones realizadas Estado-Comunidad en el 2009, se habían concertado propuestas y hasta un documento Compes promesas que como señalan los dirigentes campesinos no se han incumplido.
Se evidencia en el Catatumbo, como la sociedad civil ha perdido el derecho legítimo a la protesta y movilización social, las marchas y paros campesinos que se han desarrollado este año, los cacaoteros, los cafeteros, los paperos, los arroceros, han sido estigmatizadas y para su dispersión y represión se sigue utilizando el argumento que son o están infiltradas por la guerrilla. No reconoce el Gobierno que hay una madurez política y una mayor capacidad de la sociedad de entender a que juega el Gobierno y detrás de cuales intereses está y defiende. Hoy es tal la crisis del sector agrario es tal que hasta los sectores más dinámicos y como el desarrollo empresarial rural se movilizan y hacen protesta social
Hay que señalar que son válidas, justas y pertinentes las reclamaciones de los campesinos del Catatumbo, desde su espacio la “Mesa de Interlocución y Acuerdo (MIA), como el de los cafeteros, como los de las comunidades afectadas por las grandes represas en el quimbo, Sogamoso, el gobierno no quiere entender que hoy YA NO puede acallar la voz de los sectores sociales con represión, ni con promesas falsas ni con grandes soluciones en el papel; se lo han dicho los indígenas, los cafeteros, ahora con gran valentía los Campesinos del Catatumbo.
Ante 25 días de protesta y enfrentamientos con las autoridades militares que ha dejado muertos[2] y heridos, tres intentos fallidos de diálogos y ahora la conformación de una comisión para que construya una ruta y metodología para los diálogos, muestran unas trasformaciones y aprendizajes:
Hay que conversar con quienes toman las decisiones y no con funcionarios que no pueden comprometerse.
Hay que conocer los contextos y las realidades en las que se desarrollan los conflictos.
Conversar con datos, cifras y sobre las realidades locales de cada sector. Las condiciones del Catatumbo son especiales, allí se junta el tema de la ZRC que como ellos señalan se estaba trabajando en ello antes de que este fuera un tema central en la mesa de diálogo de negociación con las FARC. En la zona siguen estando por supuesto todos los actores armados, las FARC, el ELN, el EPL, los paramilitares, los narcotraficantes en un entramado de relaciones que debe ser analizado no solo desde el desenvolvimiento de la conflicto armado, sino desde la vida de las comunidades campesinas que se encuentran dentro de este territorio cercados por un conflicto en el que se ven obligados a vivir y que les genera riesgos de victimización.
Establecer una metodología para que el diálogo sea generativo, para que se logren comprensiones similares sobre los temas y se vayan cerrando cada uno de los puntos con los acuerdos definitivos y los mecanismos para la verificación. Esta fue la comisión que se creó para dar comienzo después de 25 días de confrontación a un dialogo, esta comisión está conformada por José Noe Ríos, viceministro de Trabajo y Ubencel Duque de la Corporación Desarrollo y Paz del Magdalena Medio.
En conclusión, los conflictos sociales están exigiendo ya formas de abordar su atención de manera más inteligente que la represión, la estigmatización, la descalificación, el gobierno no puede seguir enredando con mentiras y falsas promesas.
Comunidades campesinas frente a los TLC, el acaparamiento de tierras y la entrega a grandes multinacionales para su explotación; lo megaproyectos mineros-energéticos que despoja y desplaza y además afecta la autonomía alimentaria; las biodiversidad del país, están levantándose y exigiendo más discusión, mas deliberación, mas consulta, y autonomía para definir los asuntos económicos, culturales, políticos en sus territorios.
Finalmente, es necesario reconocer y hacer efectivo el derecho de los pobladores a permanecer en sus territorios con autonomía y garantías. El Estado en su conjunto debe crear las condiciones que garanticen la vida con dignidad en el Catatumbo y en todas las regiones del país.
Elizabeth Martínez
Directora – Corporación Compromiso
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 358
Semana del 5 al 11de julio de 2013
Corporación Viva la Ciudadanía
[1] Liderada por la Corporación Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez, Brigadas Internacionales de Paz, la Corporación Regional para los Derechos Humanos (CREDHOS), La asociación de Desplazados Asentados en el Municipio de Barrancabermeja (ASODESAMUBA), la Asociación de Víctimas de Crímenes de Estado del Magdalena Medio ASORVIMM, la corporación REINICIAR, dos periodistas Del diario la opinión y un representante de la Asociación Campesina del Catatumbo (ASCAMCAT).
[2]Diomar Humberto Angarita, Hermides Palacios, Leonel Jácome y Edinson Franco.
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