Como si no estuviera rendida, derrotada y vencida, la oposición venezonala, sigue llamando "al pueblo" a la insurrección para derribar al gobierno nacionalista de Hugo Chàvez. Desde el domingo a la madrugada, sus distintos referentes han realizado 16 llamados a la rebelión por la televisión venezolana. Esto ha sido retransmitido por las más importantes cadenas informativas del planeta, especialmente Venevisión Continental (Directv) y otras encadenadas al Grupo Cisneros, establecidas en Miami. En esos 16 llamados, en apenas 60 horas, al derrocamiento del gobierno definido por ellos como "gobierno ilegítimo, fraudulento y tiránico" (Enrique Mendoza, gobernador de Miranda, Lunes 16, 5 de la tarde), han sido acompañados por unas 500 personas el día lunes, entre las 2 de la tarde y las 10 de la noche, cuando ya los activos insurrectos no pasaban de los 150, en el este de Caracas. Lo interesante no es ese dato, insignificante en sì mismo. Lo llamativo y altamente contradictorio, es recordar, que unas horas antes, casi 4 millones de ciudadanos venezolanos, los habían acompañado en una cosa: Votar SI, para tratar de sacar al presidente Chávez. Miércoles 18, 2 de la tarde Como si fuera una pelìcula de ficción, una alegoría medieval de las que poblaban las fantasías campesinas europeas, o una disociación patológica de alta gravedad clínica, los dirigentes de la Coordinadora, llamaron a una conferencia de prensa este miércoles a las 2 de la tarde, para volver, una vez más y con la misma pasión opositora, a llamar a la insurrección. Como esto ya no es noticia, decidieron arreciar la furibundia antichavista y proclamar que "Ahora, si, el pueblo venezolano se tirará a las calles a defender su voto, nuestro triunfo que es el triunfo de la democracia" (Enrique Mendoza, Venevisiòn, RCTV, Televen, CMT y Globovisión en cadena nacional). Pero esta vez no los acompañó nadie. En las calles, restaurantes, oficinas y en las plazas, donde la gente sigue reunida en sus "esquinas calientes", ante la pantalla de un televisor, ya no saben si asombrarse, reírse, llorar o pedirle a la Alcaldìa auxilio psiquiàtrico "a esa pobre gente", como dijo un hombre como de 50 años en una de las "esquinas" de la Plaza Bolívar, al frente de la Alcaldía Menor. Escuálidos de vocación Los "políticos" opositores a Chávez y al proceso polìtico conocido como "revolución bolivariana" se agrupan en lo que ellos denominan -sin que nadie sepa aún por qué- Coordinadora Democrática. Hasta el aciago día de hoy, ellos funcionan en dos sedes y con por lo menos 11 comandos políticos distintos. Los mejores analistas opinan que lo más probable es que desde esta semana, se dividan aún más. Hay dos razones para ello. La primera es el contundente golpe electoral recibido el 15 de agosto. La segunda es que dentro de un mes (26 de septiembre) habrá Elecciones para renovar 23 Gobernadores y el Alcalde Mayor de Caracas. Este último Alcalde, más 7 gobernadores, pertenecen a la oposición golpista. Uno de ellos, el del Estado Yaracuy (al 300 Km de Caracas), llegó al extremo de intentar una separación territorial el año 2003,. Además de los 23 gobernadores, se renovarán 335 alcaldías en todo el país. La previsión es que el chavismo ganarìa la mayorìa de ese mapa. Aùn en los Estados donde algunos gobernadores gubernamentales están altamente desprestigiados, como Aragua, Barquisimeto. Este mapa político es suficiente para entender el grado de desesperación psicótica de los referentes de la oposición venezolana. Pero este escenario, es, exactamente, el indicador más importante de la magnitud de los peligros contenidos en la coyuntura. Los padres de la criatura Detrás de los derechistas venezolanos están el Departamento de Estado (que no excluye a John Kerry quien criticó a Bush por haber sido "suave y permisivo" con Chávez), la jefatura de la OEA, las transnacionales, la banca internacional, los organismos financieros, el Consejo de las Américas y algunos gobiernos latinoamericanos del tipo del colombiano. Esta relación de fuerzas internacional a favor de los enemigos del proceso nacionalista que encabeza Chávez, constituye una agenda en cuyo orden del día está inscrita la destrucción de las transformaciones que vive la sociedad venezolana. La más importante innovación es la profunda democratización política de sus clases pobres, agrupadas de "las formas más variadas e inéditas", como señaló el historiador Samuel Moncada, uno de los voceros principales del Comando Maisanta, la actual dirección política encabezada por el mismísimo Presidente. Adònde va la oposiciòn venezolana A pesar de que la debilidad actual de la oposición, de tener casi dos millones de votos por debajo de Chávez, de que estos resultados hayan sido confirmados por más de 1000 observadores internacionales de las más variadas ideologías, corrientes, sectores y países del mundo y registrado en vivo por unas 300 cámaras de televisión apostadas en los distintos centros de votación, no se dan por vencidos. Ni siquiera están dispuestos a respetar a sus propios aliados estratégicos internacionales, el Centro Carter y César Gaviria. Ellos han expresado oficialmente 4 veces, desde el lunes, ante las cadenas del mundo, que no hubo fraude ni trampa. Esta tarde del miércoles, la oposición sorprendió a la opinión pública cuando dijo por TV que no aceptan la Auditoría, con acompañamiento internacional, de 150 planillas de votación. Esa Auditoria, aunque nadie en el exterior lo pueda creer, también fue solicitada por ellos, apenas 24 horas antes. De la misma manera que hace un año solicitaron "observadores internacionales", o hace dos exigieron Referéndum Revocatorio. Todo indica que la oposición venezolana es apenas la fuerza política consciente de un proceso profundo de enfrentamiento nacional y de clases, interno e internacional, cuya resolución, como muchos sospechábamos, no finalizaba el 15 de agosto, y menos el 26 de septiembre.