El paro agrario está vivo y coleando

03/09/2013
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Después de amenazar con la intervención del ejército (29.08.2013) el gobierno de Santos consiguió el pasado fin de semana, levantar los bloqueos de carreteras en Boyacá y Cundinamarca, y desmovilizar a una parte de las comunidades indígenas de Nariño. Paralelamente – en medio de su desespero – lanzó el supuesto “Pacto nacional por el sector agropecuario y el desarrollo rural”, que es un intento de distraer a las fuerzas campesinas y presentar – aliado con los grandes gremios empresariales – una iniciativa demagógica para deslegitimar el Paro frente a la población en general.
 
Ahora – a partir de hoy – se enfrenta al resto de sectores campesinos que a 17 días de haber iniciado el paro se mantienen movilizados y en lucha, con fuertes bloqueos de carreteras del Huila, Cauca, Caquetá y Putumayo, y con concentraciones masivas en múltiples departamentos. Alrededor de las capitales de esos departamentos se libran fuertes enfrentamientos con el ejército y el ESMAD (policía blindada) que han sido llevados desde otros lugares del país.  
 
Ayer las comunidades agrarias organizadas en Dignidad Agropecuaria mediante un comunicado público han planteado que “ninguno de los movimientos integrantes asistirá el 12 de septiembre venidero a la convocatoria de un “Pacto Nacional para el Sector Agropecuario y el Desarrollo Rural”. Sin negociación previa de sus contenidos, de los cuales se conocen los propuestos por la SAC, que reiteran las políticas aperturistas que nos arruinaron; sin que se hayan honrado los acuerdos firmados – lo cual le ha quitado toda credibilidad al gobierno de Santos – y con los evidentes fines políticos de los que en época de elecciones y reelecciones está revestido dicho Pacto, puede concluirse que en esas circunstancias no hay posibilidad de que el funesto rumbo trazado al agro nacional pueda enderezarse y menos con las instituciones gremiales que no nos representan.”[1]
 
Así, se entra en una nueva fase del Paro Agrario. Es necesario que la dirigencia de Dignidad Agropecuaria y la Mesa Nacional de Interlocución y Acuerdo MIA se pongan de acuerdo para diseñar nuevas estrategias, que permitan retomar la iniciativa para obligar al gobierno a entablar una negociación seria en una mesa nacional.
 
El referente es mostrarle al país que los campesinos movilizados no son delincuentes ni guerrilleros. Frente a la posibilidad de enfrentamientos con el ejército se podría pensar en iniciar una Marcha hacia Bogotá desde todos los rincones de Colombia, para que la Nación los reconozca como los productores de la comida que todos los días se coloca en las mesas de las familias colombianas.
 
Una estrategia de “bloqueos en movimiento” (marcha) sin obstaculizar totalmente las vías podría generar mucha simpatía y solidaridad – activa y económica – en todas las ciudades y pueblos por donde se transite, y el gobierno no tendría las excusas de reprimir la protesta porque ésta sería desarrollada en términos pacíficos.
 
Lo importante es hacer visible ante el país y el mundo que el Paro Agrario está vivo y coleando. Lo interesante de esa estrategia es la posibilidad real de unir a dos sectores campesinos que históricamente han estado separados por la forma como se pobló Colombia, en medio del desplazamiento, la pobreza y la violencia.
 
Qué fabuloso sería que se encontraran en la Plaza de Bolívar de Bogotá dos mundos campesinos, que incluso a nivel político han estado separados por la influencia negativa de las oligarquías colombianas. Que campesinos paisas, boyacenses, vallunos y santandereanos, pequeños y medianos productores de café, papa, pequeña ganadería de doble propósito (leche y carne), cebolla, panela y frutas, se “toparan” con campesinos colonos del Cauca, Nariño, Huila, Tolima, Caquetá, Putumayo, Meta, Casanare y Arauca, sería algo grandioso para la Nación, un paso adelante en la construcción de soberanía popular e incluso un aporte para la Paz.
 
El Paro Nacional Agrario puede, mediante la utilización de nuevas estrategias, tomar un nuevo aire, que esté dirigido a acabar de ganarse el corazón de la mayoría de los colombianos, denunciar ante los medios de comunicación la falsedad de las promesas que a diario hace Santos para tratar de atenuar la “tormenta” y obtener un sonoro triunfo, que inicie la derrota de las políticas neoliberales para el campo y obligue al gobierno a renegociar los TLCs.
Definitivamente el Paro Agrario está “vivo y coleando”.  
 
Popayán, 4 de septiembre de 2013
 


[1] [1] Ver: Comunicado de Dignidad Agropecuaria Septiembre 3 de 2013. http://cedetrabajo.org/comunicado-del-movimiento-de-dignidad-agropecuaria/
https://www.alainet.org/es/active/67012
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