Cuidado presidente, vuelve el paro
04/10/2013
- Opinión
Desde la comunidad universitaria pedagógica hemos recibido con mucha preocupación las insistentes informaciones que hablan del incumplimiento del gobierno nacional a los múltiples acuerdos a que llegó con los dirigentes del pasado paro agrario y que era, se sobrentiende, de sagrado y pronto cumplimiento.
Pero parece que esto no es así. El juicioso y delicado analista y profesor universitario Pedro Medellín ha puesto el dedo en la herida al publicar en el diario “El Tiempo”, el día martes 1 de octubre una columna titulada “Acuerdos incumplidos. ¿Otra vez paro agrario?”. Donde refiere el hecho al decir que “eso es lo que se deduce de los comunicados a la opinión pública que está emitiendo Dignidad Agropecuaria colombiana que reúne a los sectores duros de la movilización agraria que hace varias semanas bloqueó al país”.
De ser esto así significaría dos aspectos muy delicados para el futuro de la nación. El primero, que las órdenes que da el Presidente en relación a buscar un urgente mejoramiento en la vida, el trabajo, la producción y comercialización de los productos agrícolas no se están asumiendo con la debida celeridad que reclaman las circunstancias que viven los campesinos, que sería muy grave o que por razones de alta presión política, de lo que se llaman los capitales financieros el Presidente de la República esté maniatado a una serie de compromisos que hacen imposible actuar en forma pronta y oportuna para evitar lo que parece ser un nuevo paro agrario.
De lo que sí estamos seguros, quienes procuramos hacer desde la universidad un seguimiento puntual y académico a las múltiples contradicciones que expresa la sociedad colombiana, es que sería francamente catastrófico para el sector agrario y para el presente y el futuro de la nación colombiana un nuevo paro campesino que tendría ribetes muy dramáticos en su ejecución, pues ya se ha dicho muchas veces que la situación de atraso y pobreza de los campesinos no resiste un minuto más en las actuales condiciones.
Es muy difícil decirle a los campesinos, que enfrentan duras y dramáticas condiciones en el campo, donde de paso se aloja la más alta población de pobreza de la nación, “que no se preocupen”, “que se están adelantando reuniones y conversaciones”, pero que en el plano real no se traducen en acciones rápidas y contundentes que resuelvan las angustiosas peticiones campesinas, como las de aplicar las salvaguardas que buscan proteger la producción nacional, con carácter de emergencia y que impidan la importación de productos agrícolas, que como la papa, frijol, leche y el maíz producimos a muy buenas cantidades y con excelente calidad los colombianos.
Cumplimos con el deber de advertir desde el campus universitario sobre la urgente necesidad de honrar los acuerdos logrados con los dirigentes de las bases campesinas. Como todo acuerdo debe ser sagrado.
Terminamos con la pedagógica frase de Miguel de Cervantes Saavedra autor del inolvidable Don Quijote de la Mancha que dice: “Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus hechos”
- Alonso Ojeda Awad es Ex Embajador de Colombia
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