Una región con déficit de información
04/12/2013
- Opinión
La violencia contra las mujeres permanece solapada en muchos países de la región, pese a que se necesita información de calidad al respeto, indican fuentes diversas.
"La disponibilidad de datos precisos e inclusivos es de crucial importancia para dar mayor fuerza a la condena social generalizada de todas las formas de violencia contra las mujeres y ampliar el consenso sobre su indispensable erradicación desde todas las esferas de acción posibles", suscribe un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), difundido en 2012.
Bajo el título "Si no se cuenta, no cuenta. Información sobre la violencia contra las mujeres", el estudio señala que los datos son necesarios para poder guiar reformas legislativas y de política pública, asegurar la provisión adecuada de los servicios necesarios para responder a la demanda, monitorear las tendencias y progresos logrados en materia de violencia contra las mujeres y evaluar el impacto de las medidas que se adopten.
"Lo que no se contabiliza no se nombra, y sobre aquello que no se nombra, no se actúa", se asegura en el informe coordinado por las expertas Diane Alméras y Coral Calderón Magaña
Sin embargo, los estudios elaborados hasta ahora en los países podrían indicar que los esfuerzos por producir información se encuentran aún en un estado inicial de desarrollo y que se concentran en la caracterización de las diversas manifestaciones de violencia contra las mujeres.
Entre las fuentes disponibles están las encuestas nacionales, dirigidas a dimensionar la violencia contra las mujeres y a hacer posible la definición, implementación y ajuste de las políticas públicas.
También existen los registros administrativos de los órganos del Estado que, de forma rutinaria, recogen datos relativos a denuncias, hechos y servicios, entre otros.
Algunas dificultades constatadas son la falta de complementariedad de los datos a nivel nacional e internacional e incluso entre instituciones de distinta naturaleza, como la policía, servicios de salud, órganos judiciales e entidades para el adelanto de la mujer, así como en diversos ámbitos geográficos (ciudades, país, regiones).
Dispersión, pocas posibilidades de comparar y las interrupciones temporales en el registro de datos evidencian la debilidad institucional de los organismos encargados de producir información, señala el estudio de CEPAL.
Igualmente se necesita avanzar en la documentación de formas de violencia que, hasta el momento, han sido insuficientemente registradas, como la reclusión de mujeres en hospitales psiquiátricos o en prisiones por no ajustarse a las expectativas sociales y culturales, o las restricciones impuestas, como encerrarlas o imponerles el aislamiento y limitar su interacción con otros.
Especialistas señalan que también se necesitan más investigaciones acerca del uso de la tecnología, como las computadoras y los teléfonos celulares, para desarrollar y ampliar las formas de violencia.
Se conoce, además, que las estadísticas apenas son el iceberg de un problema mayor, ya que las mujeres que denuncian o recurren a determinados servicios en busca de ayuda y atención constituyen un porcentaje menor.
Ya en su informe "Estadísticas para la equidad de género. Magnitudes y tendencias en América Latina", realizado en 2007 por encargo de CEPAL y Unifem, Vivan Milosavjevic concluía que las estadísticas basadas en registros administrativos provenientes de la policía, las instancias judiciales, los sistemas de salud y las organizaciones no gubernamentales, entre otros, podrían captar solo una parte de la población femenina agredida y desconocer, por ende, la magnitud real del problema.
Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe (SEMlac)
https://www.alainet.org/es/active/69516