Elecciones municipales

El PSUV es la primera fuerza de Venezuela

09/12/2013
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Con el 99 por ciento de los votos escrutados, el chavismo se imponía este domingo por más de seis puntos porcentuales sobre la coalición de derecha y obtenían el 77% de las alcaldías. Dura derrota de la oposición, que intentó transformar las elecciones en un plebiscito contra Maduro.
 
Durante muchos meses, la oposición al gobierno de Venezuela se relamió cocinando un pastel que se comió otro. Pensaron las elecciones del 8 de diciembre como el momento culmine en su estrategia para golpear al presidente Nicolás Maduro.
 
Sucede que tras la elección del 14 de abril que lo consagró por escaso margen -o aún antes, cuando el comandante Chávez no pudo recuperarse de la operación-, los sectores de derecha pensaron que era el momento justo para acabar con la Revolución Bolivariana.
 
Primero llamaron a la población a desconocer los resultados. Esto implicó desconocer no sólo al Poder Ejecutivo sino también al Poder Electoral, que lo proclamó, y al Poder Legislativo, que lo invistió como presidente. El dirigente opositor Capriles convocó a "descargar la arrechera" y sus seguidores atacaron sitios identificados con la revolución, como centros de salud, misiones alimentación y locales del Partido Socialista. El resultado: 11 personas asesinadas -todas chavistas-, entre ellos un niño y una niña. 
 
La oposición mantuvo desde ese momento la acusación de fraude y se negó a reconocer al presidente. Sin embargo anotaron sus candidaturas para las municipales del 8-D. Con el correr de las semanas y después con los meses, comenzó a incrementarse sin explicación consistente el dólar paralelo y los comerciantes, argumentando esa suba, aumentaron los precios. 
 
Crecía el descontento, las elecciones comenzaban a acercarse en el horizonte y la estrategia de Henrique Capriles apuntó a dar la penúltima estocada, instalando que el 8-D se jugaba la continuidad del gobierno, que constitucionalmente tiene mandato hasta 2019. 
 
La inflación se agudizó en octubre, a medida que se acercaba la fecha del cobro de los aguinaldos, lo que llevó a que el gobierno decidiera una "contraofensiva económica", a través de políticas de control de utilización de divisas -que son aportadas casi por entero por el Estado- y de fiscalización de los precios, que venían siendo anunciadas pero no puestas en práctica de forma integral ni muy efectiva. 
 
El 6 de noviembre, Maduro anunció en transmisión conjunta de radio y televisión que comenzarían las inspecciones "hasta terminar con la inflación y la especulación". Las políticas mostraron varios logros en este primer mes de aplicación, lo que determinó un beneficio para los salarios, que ganaron poder de compra. Esto sin dudas tuvo un efecto determinante en el resultado de las elecciones.
 
Amplio triunfo en número de alcaldías y de votos
 
Los resultados fueron más amplios que lo esperado y muestran una consolidación del proceso. Con el primer reporte del Consejo Nacional Electoral (CNE), que informó sobre 257 de las 335 alcaldías del país, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados alcanzaron 196 alcaldías, un 76%; la Mesa de Unidad Democrática (MUD) sólo 53.
 
Las ocho restantes fueron ganadas por candidatos independientes.
 
Pero el número más importante para Maduro fue el total de votos alcanzados a nivel nacional por cada fuerza. Según los datos parciales del CNE, el chavismo alcanzaba un 49,24% y la oposición un 42,74%, por lo cual se ampliaba significativamente la brecha del 1,5% de abril, importante de considerarse esta elección un "plebiscito". 
 
El PSUV, no obstante, perdió importantes municipios como Barinas, Valencia y Barquisimeto. Por su parte, la MUD ha tenido unas elecciones con resultados por debajo de lo esperado. La sorpresa fue la pérdida de la alcaldía de Guaicaipuro, donde se impuso el chavista Francisco Garces. En este municipio se ubica la ciudad de Los Teques, capital del Estado Miranda, que actualmente gobierna el líder de la derecha, Henrique Capriles.
 
Sobre el cierre de la jornada, Nicolás Maduro habló junto a Jorge Rodríguez, reelecto alcalde del municipio Libertador, en Caracas, en un escenario montado en la esquina entre la plaza Bolívar y la Asamblea Nacional. Allí aseguró que números más recientes daban un resultado de 54% a 45%.
 
La distancia de casi 10 puntos en el total de votos a nivel nacional, junto con el triunfo del chavismo en el Estado Miranda –donde obtuvieron 13 alcaldías de 21-, constituye un duro golpe para la alianza de derecha. Si bien la Constitución establece la posibilidad de revocatoria al promediar el mandato presidencial, los resultados evidencian la imposibilidad concreta para la oposición de acceder al poder político por la vía democrática, al menos hasta 2019.
 
Maduro afirmó que durante la tarde del domingo estuvo trabajando sobre tres ejes centrales: avanzar en la contraofensiva económica sobre el rubro inmobiliario y los alimentos; impulsar la misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, junto con el impulso de misión Barrio Adentro y políticas de salud en todo el país retomando el gobierno de calle para enero de 2014.
 
“Unidad, lucha, batalla y victoria”, afirmaba Chávez en su última alocución pública, el 8 de diciembre de 2012. Un año después, el pueblo chavista festejaba pacíficamente en las calles, la consolidación de un proyecto. “Chávez vive, la lucha sigue”, “comuna o nada”, “Chávez somos todos”, son ideas que han sido el escudo frente a las adversidades. El domingo por la noche, las voces celebraban y decían que el comandante se sembró en el pueblo, que hay una Revolución en marcha.
 
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