La derecha a fuego cruzado
23/12/2013
- Opinión
La noche de los cuchillos largos, frase muy recurrente hoy en la derecha y que alude, como se sabe, al asesinato y arresto de políticos disidentes por parte de Hitler en 1934. Las frases de quienes, hasta ahora, aparecían como moderados en RN (Sabat y Ossandón) diciendo, el uno críticamente, que Piñera había hecho un gobierno de centro izquierda y, el otro, que no había entendido de política (razones por las cuales, no votarían por ningún motivo nuevamente por el actual Presidente) causaron impacto en el medio. Tampoco el llamado a la unidad que esgrimió Golborne le ayudó a evitar perder todo tipo de elecciones y cónclaves. Ese llamado, más bien, se esfumó, antes y ahora, entre el fuerte olor a pólvora que reina en la Alianza. Al cierre de esta edición el propio Allamand culpó a Piñera de la derrota este sábado.
El presidente Piñera, por su parte, ya anunció su camino de independencia con la creación de una Fundación que le servirá para defender su obra (Se ha dado cuenta?. Todos los presidentes tienden a hacer lo mismo!!) y observar un panorama en que los movimientos pueden ser espectaculares haciendo que las fotos se desenfoquen con facilidad. Así, las críticas en la derecha, que entrecruzan objetivos, empiezan a concentrarse en Piñera, el blanco más fácil porque su “ejército” se disuelve el 11 de marzo, aunque el presidente ha mostrado que es un hueso duro de roer y que no será fácil despejarlo de la arena política.
La dirección de los ajustes en las cúpulas tradicionales de la derecha, contra todo pronóstico, apuntan más bien a ser “más derechistas que nunca”, es decir, a suponer que el 25% es un piso de votación que se administró mal, a lo cual suman la existencia de tres candidatos (como si fuese una circunstancia divina). No obstante, todo indica que para esta derecha este 25% es, más bien, un techo difícil de superar tal como la Concertación jamás en primera vuelta ha podido recuperar a cerca de un millón y medio de votantes que se aburrieron de darle ese apoyo.
En todo caso, las diferencias de las cúpulas entre RN y la UDI, en realidad, solo pueden ser entendidas en el marco del confesionalismo valórico ultra conservador de estos últimos, porque en RN campea asimismo el pinochetismo y posiciones fascistoides como las del senador Espina (ya autodeclarado presidenciable) con respecto a sus opiniones acerca del conflicto con los pueblos originarios.
La notable derrota de la derecha, pese a lo que algunos piensan o quisieran, no parece estar cavando trincheras hacia el centro. La idea de una derecha renovada pareciera que solo se puede hacer… sin la derecha tradicional lo que es ciertamente difícil pero no imposible (el lector podrá reflexionar sobre la analogía posible con la Concertación). El candidato Parisi, sin duda, convocó a un electorado que de otro modo hubiese votado por Mathei como parece haber ocurrido en segunda vuelta. En cambio, los díscolos de la derecha, como el ex Ministro de Planificación y actual diputado, Felipe Katz, que salió a formar una confusa organización (Evópolis) fue rápidamente cooptado con el cupo parlamentario, para luego aparecer raudo en la campaña de Mathei (siguen las analogías?) sin que sus ideas, de haber sido diferentes, fueran captadas por la población. (No basta con ser más jóvenes sino renovados. No confundir jóvenes con enanos!!!).
Los movimientos críticos en la UDI son aún más elocuentes. Ellos tienden a reivindicar “un pasado que nunca debió abandonarse”. De este lado, el presidente Piñera recibe también fuego de artillería pesada, especialmente por haberse mantenido neutral –se dice- en lo relacionado con los 40 años del Golpe militar cuya conmemoración masificó el conocimiento de los atropellos a la vida y los derechos humanos realizados por la dictadura. Hay quienes jamás le perdonarán hablar de cómplices pasivos lo cual le costará un enemigo tan eterno como poderoso, A. Edwards, el timonel de El Mercurio. Para muestra un botón, el diputado UDI Gonzalo Arenas Hödar en su artículo en El Mostrador de este viernes 20, “Loscuchillos largos del piñerismo” no vacila en señalar que Piñera es el enemigo principal descargándole todas las culpas actuales y futuras.
Ilustra lo anterior, la carta del consejero UDI Mario Contreras enviada a la “familia UDI” que marca una de las líneas de la derecha “volver nuestras miradas hacia el ideario político de nuestro sempiterno adalid Jaime Guzmán (sic) y a las memorables enseñanzas y ejemplo de vida de otro gran líder, Pablo Longueira” dice la epístola. Es decir, más de lo mismo pero, como antes, con un nostálgico aire de que todo tiempo pasado fue mejor. Le va a costar reconocer al consejero que esos tiempos eran supervisados por una implacable dictadura que permitía que el ejército de jóvenes UDI pudiese pasearse sin problemas en sus ratos de ocio por poblaciones que estaban demasiado lejos de la mano de Dios.
La misiva de Contreras critica incluso al defensor más irrestricto del modelo, Jovino Novoa, por su burocratización y manejo del poder. Sin nombrar casos se refiere a la designación “a dedo” de candidatos por doquier cuyos pergaminos se basan apenas en la cercanía personal o parental con las cúpulas, siendo su expresión emblemática las candidaturas de los hijos de Golborne y Labbé en San Miguel y Providencia, respectivamente, con los fracasos que se conocen. No obstante, a nadie en la UDI se le ha ocurrido pensar que su cercanía al pinochetismo y al ultra conservadurismo tenga que ver con la baja en los votos. Más bien, en lo cual hay consenso en la derecha, la culpa es apenas de un mal manejo comunicacional que no logró mostrar los éxitos del modelo. Pensar que no todos son beneficiarios de los “buenos números” del modelo está descartado como tema de análisis. Más aún se insiste en que los reclamos de los estudiantes son injustificados porque una mayoría tiene becas (sin considerar que aun con tales becas los pagos por sobre el arancel de referencia son enormes).
Por otro lado, surge Evópolis con el ex ministro Katz que pretende recuperar apoyo llamando a los partidarios de A. Velasco a sumarse a la Alianza. Ninguna posibilidad de saltar precipicios con los pies juntos. Efectivamente, podrá haber una nueva derecha pero ella -para tener posibilidades- tendrá que hacer rupturas más creíbles y permanentes con su alma mater RN-UDI así como sería ridículo invitar a Parisi a que entre a la Alianza menos éxito podrá tener invitar a A. Velasco a hacerlo.
El semi pacto regional de Horvatz con Bianchi, las ideas -que perdieron- de Hinzpeter de una nueva derecha ahora reforzadas con la Fundación Piñera (es difícil, conociendo al presidente, que tenga otro nombre) y, las renuncias, por razones diferentes según propias confesiones de Carmen Ibañez, ex diputada RN y conocida piñerista, (madre del diputado también RN que ha criticado fuertemente la renuncia de Horvatz a RN). Y culminan por ahora las renuncias a RN del hijo del senador UDI Hernán Larraín del mismo nombre que, por su parte ficha en Evópolis que pareciera está reclutando con alegría en estos días. Por ahora lo único cierto es lo que dijo el presidente de la UDI, Patricio Melero (en la foto), este sábado en El Mercurio: “tenemos más cultura de oposición que de gobierno”. En efecto, varios de la derecha, solo parecen ser capaces de gobernar en dictadura.
Primera Piedra 549, Análisis Semanal del 23 de diciembre de 2013.
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