El día viernes 22 de octubre de 2004, con sorpresa recibí un documento firmado por los señores Ing. Vicente Juepa, Subsecretario de Protección Ambiental; Carlos Villareal, Representante de Burlington Resources Ecuador Limited; Daniel Aranda, Presidente de la Asociación Indígena de Evangélicos de Pastaza de la Región Amazónica, AIEPRA, y Gonzalo Nantipia, Vicepresidente de la Federación Interprovincial de Centros Shuar, FICSH. En el mencionado documento, que por cierto es redactado en el Ministerio de Energía y Minas, resalta el acuerdo de aceptación para el inicio de las operaciones de la Compañía en el bloque 24, (territorios Shuar, Achuar y Kichwa), en la provincia de Morona Santiago y Pastaza. Se supone que en la reunión han participado los dirigentes de las organizaciones y de comunidades de base, obligándose a sí mismos aceptar el inicio de las operaciones por la oferta económica y de apoyo al "desarrollo" de la zona de intervención de parte de la operadora. Esta oferta muy bien pensada, va desde la construcción de la carretera Evenecer-Macuma-Taisha, (no es que el Gobierno de Lucio va a construir, sino la empresa a cambio del petróleo), pasando por el apoyo a la salud para los habitantes de la zona; la creación de un fideicomiso, como así también la entrega del 25% de los impuestos de la renta que paga la empresa al Estado, para los gobierno locales. Es de sorprenderse que a éste esquema de negociación esté secundando el Diputado Tsenkush, quién lo único que ha hecho es poner en entre dicho, su liderazgo Shuar; llevando a los dirigentes de la Federación Shuar tomar otra decisión equivocada, sin superar el primero. Además habrá de preguntarse, ¿En éste tipo de negociaciones y decisiones, qué debe hacer un Marco Murillo, Presidente de los indígenas evangélicos? Esto denota con claridad los negocios, entre gallos y media noche, que han acordado estos señores. En qué momento la Federación Shuar abandonó los acuerdos inter-federacionales? Qué le dieron de comer o qué tomó el Señor Nantipia, para firmar un documento de tamaño y responsabilidad histórica y política en la Nacionalidad Shuar y en la región amazónica? Esto no tiene excusa ni explicación que pueda justificar; deberían ser sancionados por tomar decisiones a las espaldas y en desconocimiento de todo una Nacionalidad organizada, o por lo menos, que por dignidad dirigencial y de liderazgo en su nacionalidad, bajar el todo de voz, hasta que la gente tome decisiones adecuadas y que sean de su exclusiva responsabilidad. El señor Subsecretario de Hidrocarburos, como así también el de Protección Ambiental; deberían responder a las Nacionalidades de la Amazonía las siguientes preguntas, ¿En las tres décadas de explotación e industria petrolera, qué tipo y qué porcentaje de los ingresos petroleros se ha destinado para el desarrollo de las nacionalidades indígenas en las tres décadas de explotación petrolera en los territorios de asentamiento ancestral? ¿Dónde está el modelo de desarrollo económico indígena en operación, con el establecimiento de la industria petrolera en un territorio indígena? Estas y otras preguntas deberían desarrollarse para generar una seguridad jurídica, en beneficio de las nacionalidades y no socapar solamente un deseo y compromiso gubernamental con el FMI y los acreedores internacionales. En consecuencia, considero inoportuno la decisión del Vicepresidente de la Federación Shuar aceptar el inicio de las operaciones de Burlington en el Bloque 24. Además, no se puede creer el esquema de negociación planteada por el Ministerio de Energía y Minas, por medio de la subsecretaria de Protección Ambiental, el de Hidrocarburos, como así también el de la Operadora. Dentro de éste marco de negociación las comunidades participantes han caído en una trampa de la cual no podrán salir. Construyen un discurso que esperan escuchar las autoridades gubernamentales y la operadora, para presentarse como salvadora de la crisis y abandono de Gobierno. No creo que las comunidades solas deban tomar la decisión. Este esquema adoptó la Nacionalidad Huaorani, averigüen cómo les va en sus negociaciones y acuerdos con las compañías petroleras que operan en sus territorios ancestrales. En fin, elevo mi voz de protesta y de desacuerdo a éste tipo de negociaciones, porque contribuyen al caos y el debilitamiento de la voz dirigencial hacia el pueblo. Ya nadie nos creerá en lo que digamos. Debemos reivindicar entre todos el valor de la palabra empeñada, aunque no esté escrito en ningún cuaderno. Atentamente, * Marcelino Chumpi, Ex Secretario Ejecutivo del CODENPE; miembro de base de la Federación Interprovincial de Centros Shuar, FICSH